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jueves, 22 de abril de 2010

LAS CUENTAS DE LA JUSTICIA

Leía el otro día en la edición digital de un diario ultraizquierdista y zapaterista un artículo en el que se calculaba la diferencia entre el coste, para el erario público en determinados Estados de Norteamérica, de la aplicación de la pena de muerte comparada con el que suponía la cadena perpetua.

Llegaban a la númerica y cuantitativa conclusión de que la primera suponía un mayor desembolso, sobre todo, por mor de las sucesivas apelaciones a las que puede acogerse el reo, y que alargan el proceso durante años. Ni que decir tiene que este artículo quería servir para refutar opiniones favorables a la pena capital basadas en lo caro de mantener a una persona encarcelado toda su vida.

Pués bien, debo decir que, en mi opinión, no sirven ni un argumento ni el otro. Ésto no es más que un debate demagógico sobre un asunto que debe discutirse en otros términos.

¿Hablamos de Justicia o hablamos de dinero?

Yo opino que los parámetros en los que hay que tratar este asunto son única y exclusivamente en clave de Justicia. Una persona que comete determinado delito se hace acreedor de una determinada pena. Para eso están los respectivos Códigos Penales, que deben velar porque a cada acción punible se le aplique la sanción adecuada. Ni más ni menos.

Un elemento, un asesino, por ejemplo, que se ha llevado por delante la vida de, digamos, veinticinco personas, merece un castigo ejemplar, merece pagar con su vida por el mal que ha hecho. Y no me importa si eso me va a costar 1, 10 o 1000, porque hablamos de lo que sus delitos merecen. Hablamos de aplicar la Justicia que le corresponde, siendo ésta la mejor manera de honrar y respetar a sus víctimas.

No podemos llevar el sistema judicial en clave económica porque, ¿qué es mejor para el erario público, que un ladrón pague con la cárcel sus robos, o que, por decir una cantidad, abone 10000 euros y le dejemos libre para ahorrarnos los gastos de mantenerle preso? ¿qué quiere decir el autor del citado artículo? ¿condenamos a un asesino o le hacemos pagar una buena cantidad por sus crímenes?

Esto suena a idiotez, pero es el riesgo que se corre al tratar algo tan serio como es la aplicación de la Justicia en términos que no le son propios. Un asesino múltiple, un violador de niños pequeños, un autor de una muerte particularmente cruel o sádica, merecen ser castigados con la máxima pena, porque sus acciones lo dictan así. Y punto. Que nadie me rebata esto diciendo que sale más o menos caro. Que me digan, si quieren, que la pena de muerte les parece excesiva y que nadie la merece. Yo no estaré de acuerdo pero, por lo menos, estaremos hablando de lo que hay que hablar.

Podré reconocer que no comparto una aplicación exagerada de esta pena. Podré aceptar que, para muchos criminales, pueda ser suficiente con conmutarles la sentencia y dejársela en perpetua. De acuerdo y lo acepto. Pero para otros no. Sus barbaridades les sitúan fuera del género humano. Cada segundo que siguen respirando nuestro mismo aire nos envenena y martiriza a sus víctimas. Para ellos, la ejecución es el único destino, como, de seguro, ellos comprenderán muy bien, ya que son los primeros en aplicarla.

Por otra parte, no deja de sorprenderme esta vocación anti-pena de muerte que muestran estos elementos ultraizquierdistas, estos que luego te cruzas por la calle y les vemos ufanos y orgullos con sus camisetas del Ché Guevara. Ni se preocupan de la tremenda contradicción que supone oponerse a la pena máxima y, al tiempo, lucir el rostro de uno de sus más entusiastas aplicadores. Pero, ¿qué le vamos a hacer? Son como son. No lo pueden evitar. Los caminos de la lógica se les antojan inescrutables y llenos de complejos vericuetos que no logran sortear.

Que sigan con sus camisetas del Ché y su no a la pena de muerte. Algo así como animar al Real Madrid con la camiseta del Barcelona puesta.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es bastante hipócrita que critíquen la pena de muerte y luego se apoye el aborto.
Suelo oir a menudo que defiendo cosas "indefendibles", según ellos, pero ¿no serás mas indefendible defender el derecho a la vida de Iñaki de Juana Chaos antes que el de un niño inocente que aún no ha nacido?.
Y a la hora de aplicar la Justicia no se debe escatimar en dinero, y seguro que al pueblo español le sale más rentable eliminar a terroristas de ETA que mantener en el cargo a Zapatero.
Un fuerte saludo, ¡Arriba España!.