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viernes, 28 de mayo de 2010

EL SÉPTIMO SELLO

No soy un gran fan del cine de Ingmar Bergman. Puedo ver sus películas y apreciar su calidad, pero nunca lo he llegado a considerar uno de mis favoritos.

Pero debo hacer una salvedad con "El séptimo sello". Siempre he sentido una cierta fascinación por esta película. No se trata, dada mi forma de entender el cine, que me haga hacerme preguntas sobre la Vida, la Muerte, Dios,... Nunca me ha interesado el cine en virtud de la moraleja o de lo que me quieran explicar. No me importan sus alegorías o metáforas.

A mí me interesa la historia que cuentan, el tempo de la cinta, la interpretación de los protagonistas, la tensión, la emoción, la música...



No sé, exactamente, qué me ha atraído siempre de "El séptimo sello". Quizá la atmósfera de la película, cuya acción se desarrolla en la Europa azotada por la Peste Negra. Quizá que la historia gire, en cierta forma, en torno a un tablero de ajedrez, juego que siempre me ha gustado aunque hoy en día, por desgracia, casi no lo practico ya. Quizá la magnética interpretación de la Muerte, varón en este caso, y del gran actor sueco Max von Sydow, aún en activo 53 años después y con una larguísima carrera a sus espaldas, con interpretaciones como la de "El exorcista". Quizá los compañeros de viaje del caballero, que viven como ajenos a todo lo que está pasando, ignorantes de que la Muerte les está esperando, de que sus vidas se juegan en la partida que mantienen Antonius Block y su siniestro rival.




Porque eso es lo que está en juego. Al ver que la Muerte le espera, el caballero la reta a una partida de ajedrez, en parte, para ganar tiempo, en parte, para buscar respuestas a preguntas metafísicas que le angustian.

"El séptimo sello" es una gran película. De visión imprescindible para los amantes del cine, aunque, como yo, no sean devotos del universo bergmaniano.

Lo raro de todo esto es el por qué me ha venido hoy esta película a la cabeza.

Hoy, en el Congreso de los Diputados, el PSOE ha logrado el éxito de rubricar su fracaso. Ha logrado el éxito de sacar adelante una votación que implica, absolutamente, el desastre de su gestión, su enorme irresponsabilidad, su caudal de estupidez e ineptitud y, sobre todo, su insuperable capacidad para la desvergüenza.

La "responsable" abstención de los nacionalistas catalanes, junto a la, para mí, más sangrante, del Diputado de UPN, le han permitido sacar adelante su propuesta de hundirnos un poco más en la miseria.

Y no he podido, por menos, que encontrar un punto de comparación entre el film de Bergman y la realidad española de hoy.

Me ha parecido que la plaga que fue la Peste Negra se podía comparar a lo que hoy en día ha supuesto la Crisis Económica internacional.






No me ha costado, tampoco, encontrar un paralelismo entre el papel que desempeña la Muerte en la cinta y lo que hoy puede ser el Paro y la Pobreza que acarrea.




Llegados a ese punto, no me quedaba otro remedio que recordar a Antonius Block, enfrentado a la Muerte y ver en él a nuestro Zapatero, luchando contra el Paro.




Una vez aquí, no me restaba sino resignarme ante el inevitable final que nos espera, mientras nuestros destinos permanezcan regidos por el Inepto Mayor del Reino, por el del Coro de la Ceja, por el de los Subvencatos y su Huelga General (Perdona Zapa, no queremos hacerla pero si no nos pondrían a parir y se nos vería demasiado el plumero), por los amigos de los pobres pero devotos de la opulencia, por los...




¡Qué Dios nos pille confesados!

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Magnifico discurso, Inisfree. A mí tampoco me gustó nunca Bergman, cuyas películas vi allá por 1958, y en efecto el Séptimo Sello tenía un ambiente muy especial en toda la cinta.
Pero los suecos, hasta para hacer cine son muy aburridos y pelmas.

Al ZP estas reflexiones que haces le sonarían a idioma mongol, pero la peste en sí la represeta él solito asolando las tierras de España otra vez.

inisfree dijo...

Le sonaría a idioma mongol, Javier, pero tranquilo que Jordi Sevilla, bueno, en este caso sería la González Sinde "se lo explicaba en una tarde", jejejeje...

Maribeluca dijo...

comparto lo de que los suecos son unos pelmas haciendo cine, y los franceses, y tantos otros...hombre, a mi todavía me da más miedo la "peste negra" que el imbécil de ^^ pero es cierto que es una suerte de Atila pasmao y que va a costar que vuelva a crecer la hierba...

inisfree dijo...

Pero ya sabes, Maribeluca, la culpa no es suya sino de la crisis internacional...

Anónimo dijo...

No he visto esa película, pero por lo que veo, al igual que su protagonista, Zapatero se aferra a lo que sea para ganar tiempo (aunque no se sabe bien con que intenciones).

inisfree dijo...

Muy bueno, Soldado, muy buena observación. Así es, Zapatero, del que desconozco su nivel como ajedrecista, trata de ganar tiempo desesperadamente.

La decencia obligaría a convocar elecciones, pero sabe que, ahora mismo, eso es regalar mayoría absoluta al PP.

Bucan dijo...

Lo más patético era ver aplaudir a los parlamentarios socialistas porque salía adelante una propuesta, el RECORTAZO, que es una medida de emergencia de país quebrado. Vaya politicuchos que nos han caído encima. Son como una plaga de langosta. Y encima, como decía Reverte, la mayoría se comportan como nuevos ricos, gastando a destajo.

aspirante dijo...

Discrepo contigo:
ZP no se enfrenta a la muerte, sino que es la muerte, la peste, la guerra y el hambre en una sola persona.
Los 4 jinetes del Apocalipsis con una sola imagen.
No necesitamos políticos, sino exorcistas para acabar con él.

inisfree dijo...

Patético, Bucán. Aplaudían como diciendo:
"Hemos llevado al País a la mierda, pero aún es nuestro..."

inisfree dijo...

Aspirante, está claro que cualquier escéptico con respecto a las bondades de la democracia ve reforzadas sus teorías con el hecho de que este sistema permita a alguien como ZP presidir un País como es, ¿era?, España.

Natalia Pastor dijo...

No me gusta Bergman, pero "El Séptimo sello" es una obra maestra.
Lo de Zapatero entronca con los designios fatídicos, con esos periodos tétricos que la Historia reserva periodicamente a un pais.
Es un cáncer,una plaga bíblica.

inisfree dijo...

Y lo peor, Natalia, es que creo que, a estas alturas, él mismo ya sabe que lo es.

Pero se ve impelido por una especie de designio divino de la progresía internacional.

Patético.