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viernes, 30 de abril de 2010

ESCORIA

Ayer saltaba a los teletipos la noticia de la desaparición de Iñaki de Juana Chaos. Las autoridades norirlandesas y sus propios representantes afirman no saber nada de él desde hace un mes. Todo parece indicar que este pedazo de escoria ha huido. 
Esta bazofia infrahumana lleva tiempo riéndose a la cara de todos nosotros. Esta rata cobarde, este asesino múltiple, debería ser el mayor ejemplo a poner de la necesidad de que en España se modifique la Ley para evitar que cosas así puedan provocarnos el asco que nos producen. 
No hace mucho escribí sobre mi opinión de la Justicia y mi absoluto convencimiento de que la pena capital es la única adecuada para proteger al conjunto de la Sociedad de ciertos elementos, babosas purulentas que, por sus acciones sanguinarias, se posicionan fuera de lo que es el género humano. Defendía la posibilidad de la conmutación por cadena perpetua de algunas sentencias capitales, pero no de otras. 
No puedo comprender a una Justicia que tiene con ciertos pedazos de mierda los miramientos que tiene. No puedo comprender a una Justicia que a un asesino múltiple, cruel, insensible, psicopático, que nunca ha mostrado ninguna señal de arrepentimiento, no le aplique la única pena que merece, la pena de muerte. Personas así son mala hierba, son parásitos infecciosos cuya eliminación, a través de cauces legales y judiciales, debe ser una obligación de nuestro sistema, para poder preservar a las personas de bien, que es la mayoría. 
Pero lejos de eso, nuestro sistema judicial es tan endeble, que una piltrafa asquerosa como este ente nauseabundo, puede, todavía en prisión, disfrutar de unos polvos con su novia, cuya catadura moral ya sospechamos cuando se ha enamorado de semejante sujeto incalificable. Nuestro sistema judicial le permite escribir cartitas a los periódicos para reirse de las víctimas, asesinándoles con sus palabras por segunda vez. Nuestro sistema judicial le permite, después de segar la vida de veinticinco personas, salir de la cárcel aún en la flor de la vida para disfrutar de un aire que con su hálito repugnante no hace sino envenenar. 
Le permite viajar. Y le ha dado, por eso, todo parece indicarlo, la posibilidad de huir. 
Sólo espero que este deshecho humano controle sus impulsos asesinos. Sólo espero que no tengamos que lamentar que algún día, algún nuevo asesinato lleve su firma. Pero la cabra tira para el monte y la escoria, la porquería humana tira al delito, porque son sociópatas, son criminales que, por encima de sus supuestos motivos políticos, asesinan y destrozan vidas porque les gusta, porque eso les pone. 
Hay otros países en el mundo que no permiten estas cosas. Hay otros países en el mundo que no dejan vivir más que lo imprescindible a los mierdas que hay en sus patrias. Y que, si alguno se les escapa, remueven Roma con Santiago para encontrarle en la guarida donde se esconde y traerle de vuelta a donde debe estar y de donde nunca debió salir. 
Pero España no es así. En realidad, ¿para qué buscarlo y traerlo?. ¿Para que se ría de nosotros otra vez?

jueves, 29 de abril de 2010

EL HOMBRE TRANQUILO


Hay días en los que no apetece nada hablar de política... o de otras miserias. Uno se cansa, en ocasiones, de los mismos temas recurrentes.
Hoy es un día de esos. De modo que he decidido dedicar esta entrada al Cine y, de ese modo, inaugurar las entradas con esa Etiqueta.
El otro día hice lo propio con la Música, sección que abrí con Queen, mi grupo preferido. En lo que se refiere al Cine, al que soy muy aficionado, me veo obligado a empezar hablando de cuál es mi película favorita, esa película que veo cada poco tiempo y que, para mí, es la mejor.
Vaya por delante que me decanto habitualmente por filmes antiguas antes de por los modernos. Me recuerdan a actores y actrices que ya, en su mayoría, no están con nosotros y que son los que han hecho grande este Arte.
Por eso, en esta sección, veréis más reseñas sobre pelis viejas que nuevas.
Mi película imprescindible es, por supuesto, "El hombre tranquilo". Dirigida por uno de los grandes, John Ford, en 1952. Narra la historia de un boxeador (John Wayne) que, tras matar accidentalmente en Estados Unidos a un rival en un combate, decide retirarse al pequeño pueblo irlandés que le vio nacer y que, a la sazón, se llama Inisfree, nombre que he elegido para mi blog.
Allí se hace con la vieja casa de su familia y se enamora de una bella pelirroja (Maureen O´hara, ésta sí aún viva). Para lograr su amor cuenta con la ayuda del borrachín del pueblo (Barry Fitzgerald) y la oposición del hermano de la chica (Víctor McLaglen). Podéis ver como foto de cabecera de este blog la fachada del Pub de Pat Cohan, auténtico centro neurálgico del pueblo donde se desarrolla la trama.

La película es sencillamente, lo que llamo deliciosa. Te ríes en bastantes ocasiones. Te emocionas en otras. Es de esos ratos que te hacen olvidar las penas, que te sientas delante de la pantalla y, durante esas dos horas, eres feliz. Cuando acaba, te relames de la idea de saber que, dentro de poco, la volverás a ver.

Yo no sé si la habéis visto, ni si os gusta el cine clásico. Si tenéis un rato, hacedlo. Aquellas personas a las que se la he recomendado y me han hecho caso, me lo han agradecido. Valga como valoración que entre más de catorce mil votos recibidos en la base de datos internacional de cine (IMDB), tiene un 8,0 de media.
No puedo decir más ya que no pretendo con estas líneas hacer críticas cinematográficas, sino hablar de lo que me gusta y, si es posible, compartirlo con vosotros.

Os dejo con uno de los temas de la banda sonora, típica música irlandesa. Siempre sueña entrañable.

miércoles, 28 de abril de 2010

UNO DE CADA CINCO

Ayer por la mañana nos despertamos con la noticia de que la tasa de paro en España había alcanzado el veinte por ciento. Es decir, uno de cada cinco españoles. A nivel cuantitativo, la diferencia entre el 19 y pico o el veinte y pico no es enorme. Pero, psicológicamente, se ha sobrepasado una barrera importante.
Cuando el resto de Europa, con la salvedad griega, se está, poco a poco, escapando de la crisis, nuestro País, que debería ser uno de los punteros, que debería formar siempre entre los motores de la economía europea, se hunde cada vez más.
Y lo que es peor, da la sensación de que cunde la desesperanza, de que el ciudadano de a pie no ve la salida, el final del tunel. Las mejores previsiones hablan de un ligero crecimiento económico para el año 2011. Ligero, insuficiente para convertirlo en una importante creación de puestos de trabajo.
Y los meses siguen pasando con los bolsillos de muchos españoles bajo mínimos.
En cualquier otro país, o en este mismo si el Gobierno vistiera otro color, los ánimos estarían más que caldeados. Los ciudadanos, a pie de calle, exigirían soluciones. De no recibirlas, se perseguiría, hasta conseguir, un cambio de Gobierno. Como mínimo, elecciones anticipadas.
Pero esto es España, señores. El país de los estómagos agradecidos. El país de los mil y un funcionarios (millones y un funcionarios, más bien). El país de los Sindicatos subvencionados. El país del manejo, al albur de tus querencias, del dinero público. Estamos en el país del amaestramiento y la domesticación.
Los sindicatos, que en otras circunstancias estarían día sí y día también en la calle, apenas abren la boca por temor de molestar a su señor, por miedo a morder la mano que les da de comer. Y mientras, ellos, siguen recibiendo millones y millones. Millones y millones para tocarse las narices, para mirar a otro lado, para engrasar su maquinaria de liberados y vividores...
Yo me pregunto, tanto dinero destinado a estos señores, ¿no significa que realizan una labor fundamental en apoyo del trabajador español? Si reciben tantas ayudas y subvenciones, ¿no será porque desempeñan un trabajo irremplazable en el panorama político-económico de nuestro País?
Si eso es así, si la labor sindical es, como parece, tan importante, ¿no resultaría más eficiente llevarla a cabo desde el propio Estado? ¿No sería interesante crear un Sindicato público que atendiera a los intereses de los trabajadores españoles? ¿No se hace, acaso, con la Sandidad? Que los Sindicatos privados vivan de sus cuotas, pero que los españoles sepan que, de no querer afiliarse a estos, siempre va a tener uno al que recurrir si le es necesario. Si se debe descontar un cero coma de las nóminas para mantenerlo, no veo el problema. ¿No se hace con la Sanidad?
Por lo pronto, para ponerlo en marcha, contaríamos con el dinero que dejaríamos de desviar a nuestros simpáticos amigos, UGT, CCOO...
No sé, la verdad, si las cosas irían mejor. 
Pero peor que como va con este hatajo de chupópteros es imposible que vaya.

martes, 27 de abril de 2010

BOHEMIAN RAPSODY

No había incorporado, hasta ahora, música a mi blog. Pero como quiera que éste pretende ser una muestra de mis opiniones, mis ideas, acertadas o erradas, mis gustos... he decidido empezar a hacerlo ahora.

Y como siempre que hablo de música, vaya por delante que, para mí, Queen han sido los números uno. He escuchado entera su discografía y son tantos y tan buenos los ejemplos con que ilustrar esta opinión que no sé por donde empezar.

De modo que, pecando de clásico y falto de sorpresa para el lector, lo siento, inicio las entradas de Etiqueta Música, con una de las canciones más señeras de la historia de este grupo y del rock en general. La absolutamente maravillosa "Bohemian Rapsody".

lunes, 26 de abril de 2010

DE POCOS A MENOS

Otro fin de semana de refrendos independentistas en Cataluña. Otro fin de semana de borreguismo inaccesible al desaliento. Uno podría pensar que, si efectivamente en esa región española existiera un verdadero afán independentista, un "ansia de libertad" como la que predican algunos de sus políticos, la gente se echara a la calle en masa para confirmarlo, depositando un papel en las miles de urnas que, a la sazón, reparten por el territorio.

Pero no. No nos engañemos. A los catalanes les importa un rábano. Como un rábano les importaba el nuevo Estatuto de Autonomía, cuyo referendum contó con una participación absolutamente irrisoria que, ya de por sí, debería ser suficiente para invalidar su aplicación. Porque, opino, para dar luz verde a una modificación legal tan importante como es un nuevo Estatuto, lo mínimo que hay que pedir es que haya una voluntad social y popular suficiente.

Sin embargo, en el caso del Estatuto, como en el caso de los Gilireferendos independentistas, el único interés que se observa es el de la clase política, enfrascada en lograr, de la manera que sea, incrementar su cota de poder y, sobre todo, incrementar el montante de dinero público que poder manejar a su antojo. Eso, y no otra cosa, es lo que pretenden. Al final, siempre es cuestión de dinero.

Y si se demuestra una vez y otra y otra que al común de los catalanes todas estas historias les importan un comino, menos aún les interesa a esos políticos lo que piense el ciudadano medio catalán, no te cuento del resto de España.

Que el referendum no interesó como para ir a las urnas a la mitad de los catalanes... da igual. Con los que fueron vale. Que a los referendums independentistas van menos todavía... ¡qué más da! Se trata de ir sembrando para poder recoger algún día.

¡Qué importa que cada vez vayan menos! Los políticos tienen lo que quieren. Lo que pretenden, que no es otra cosa que convertir una opinión absolutamente minoritaria en el conjunto de la población, como fue el sí al Estatuto, como es el sí a la independencia, en absoluto dogma de fé.

Y a partir de ahí, arramplar con lo que puedan.

viernes, 23 de abril de 2010

MONTILLA EL PATÉTICO

Acabo de leer en el periódico deportivo MARCA el reportaje sobre el funeral y homenaje que, ayer, se dio al español universal Juan Antonio Samaranch en Barcelona.

No puedo entender como no puedo buscarlo en la página web del citado periódico para incluirlo aquí. Pero no les voy a acusar. Soy lo suficientemente torpe con estas cosas como para arriesgarme a meterme con nadie que, a lo mejor, no ha hecho nada.

Resumo.

Montilla resultó ridículo ayer cuando habló de Juan Antonio Samaranch, o, lo que es lo mismo, cuando habló de un hombre cuyos méritos y trabajos le sitúan muy, muy, muy alejados de lo que este andaluz, Montilla, representa.

Ante miles de personas, representantes de altas instancias del resto del mundo, Montilla, el andaluz, se limitó a emplear esa lengua española que el ha conocido hace cuatro días, el catalán.

Este señor INSULTÓ al resto de los españoles y faltó el respeto a sus invitados extranjeros, hablándoles, sólo, en una lengua española minoritaria.

Debo defender el uso del catalán. Faltaría más. Una lengua es cultura. Hay que preservarla como tal, dentro de una lógica.

Pero que una autoridad regional haga uso tan sólo de esa lengua para dirigirse a un público ecléctico y, en muy importante cuantía, extranjero... es, simple y llanamente, mala educación.

Y, también, una falta de respeto para los catalanes, no olvidemos, a su cargo, que no conocen la lengua regional, sino, sólo, la nacional. Algo suficiente, según reza la Constitución que "los españoles nos hemos dado".

Montilla, hijo de Andalucía, o, lo que es lo mismo, de España, eres patético. Porque todo un presidente de un organismo, por regional que este sea, como la Generalidad, tiene que mantener, como mínimo, unas formas y una educación.

Montilla, hijo de Andalucía, eres patético, porque, con tu estúpida forma de actuar, has insultado a muchos catalanes y a todos los españoles, tus compatriotas, los compatriotas de los andaluces y de los catalanes.

Montilla, hijo de Andalucía, eres patético, porque, en vez de luchar por una Cataluña unida con el resto del España, con el resto de su pasado común, te dejas llevar por tus intereses electorales...

incluso en los funerales por un español, catalán universal, como Juan Antonio Samaranch.

No osas insultarle porque sabes que su leyenda te pilla demasiado "alto", y optas por hacerlo con tus palabras, inútiles e insulsas. Palabras cuyo único sentido es el ser pronunciadas sólo en catalán, y, así, insultar a todos los españoles para lograr unos votos.

Insultar a todos los españoles, empezando por nuestro gran Juan Antonio Samaranch.

jueves, 22 de abril de 2010

LAS CUENTAS DE LA JUSTICIA

Leía el otro día en la edición digital de un diario ultraizquierdista y zapaterista un artículo en el que se calculaba la diferencia entre el coste, para el erario público en determinados Estados de Norteamérica, de la aplicación de la pena de muerte comparada con el que suponía la cadena perpetua.

Llegaban a la númerica y cuantitativa conclusión de que la primera suponía un mayor desembolso, sobre todo, por mor de las sucesivas apelaciones a las que puede acogerse el reo, y que alargan el proceso durante años. Ni que decir tiene que este artículo quería servir para refutar opiniones favorables a la pena capital basadas en lo caro de mantener a una persona encarcelado toda su vida.

Pués bien, debo decir que, en mi opinión, no sirven ni un argumento ni el otro. Ésto no es más que un debate demagógico sobre un asunto que debe discutirse en otros términos.

¿Hablamos de Justicia o hablamos de dinero?

Yo opino que los parámetros en los que hay que tratar este asunto son única y exclusivamente en clave de Justicia. Una persona que comete determinado delito se hace acreedor de una determinada pena. Para eso están los respectivos Códigos Penales, que deben velar porque a cada acción punible se le aplique la sanción adecuada. Ni más ni menos.

Un elemento, un asesino, por ejemplo, que se ha llevado por delante la vida de, digamos, veinticinco personas, merece un castigo ejemplar, merece pagar con su vida por el mal que ha hecho. Y no me importa si eso me va a costar 1, 10 o 1000, porque hablamos de lo que sus delitos merecen. Hablamos de aplicar la Justicia que le corresponde, siendo ésta la mejor manera de honrar y respetar a sus víctimas.

No podemos llevar el sistema judicial en clave económica porque, ¿qué es mejor para el erario público, que un ladrón pague con la cárcel sus robos, o que, por decir una cantidad, abone 10000 euros y le dejemos libre para ahorrarnos los gastos de mantenerle preso? ¿qué quiere decir el autor del citado artículo? ¿condenamos a un asesino o le hacemos pagar una buena cantidad por sus crímenes?

Esto suena a idiotez, pero es el riesgo que se corre al tratar algo tan serio como es la aplicación de la Justicia en términos que no le son propios. Un asesino múltiple, un violador de niños pequeños, un autor de una muerte particularmente cruel o sádica, merecen ser castigados con la máxima pena, porque sus acciones lo dictan así. Y punto. Que nadie me rebata esto diciendo que sale más o menos caro. Que me digan, si quieren, que la pena de muerte les parece excesiva y que nadie la merece. Yo no estaré de acuerdo pero, por lo menos, estaremos hablando de lo que hay que hablar.

Podré reconocer que no comparto una aplicación exagerada de esta pena. Podré aceptar que, para muchos criminales, pueda ser suficiente con conmutarles la sentencia y dejársela en perpetua. De acuerdo y lo acepto. Pero para otros no. Sus barbaridades les sitúan fuera del género humano. Cada segundo que siguen respirando nuestro mismo aire nos envenena y martiriza a sus víctimas. Para ellos, la ejecución es el único destino, como, de seguro, ellos comprenderán muy bien, ya que son los primeros en aplicarla.

Por otra parte, no deja de sorprenderme esta vocación anti-pena de muerte que muestran estos elementos ultraizquierdistas, estos que luego te cruzas por la calle y les vemos ufanos y orgullos con sus camisetas del Ché Guevara. Ni se preocupan de la tremenda contradicción que supone oponerse a la pena máxima y, al tiempo, lucir el rostro de uno de sus más entusiastas aplicadores. Pero, ¿qué le vamos a hacer? Son como son. No lo pueden evitar. Los caminos de la lógica se les antojan inescrutables y llenos de complejos vericuetos que no logran sortear.

Que sigan con sus camisetas del Ché y su no a la pena de muerte. Algo así como animar al Real Madrid con la camiseta del Barcelona puesta.

lunes, 19 de abril de 2010

PARMENTER Y BERARDELLI

Corría el 15 de abril de 1920, la semana que viene hará la friolera de 90 años, cuando se produjo el crimen que dio el pistoletazo de salida al caso Sacco y Vanzetti. Ese día, dos hombres armados con pistolas, asesinaron a Frederick Parmenter, un contable, encargado de las nóminas de la empresa Slater & Morrill, y a Alessandro Berardelli, vigilante de seguridad que le protegía en sus desplazamientos con el dinero. Huyeron con los 15.776,51 $ que llevaban.

No es mi intención escribir más sobre dicho caso. Se ha hecho mucho, muchísimo, en las últimas nueve décadas. Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti fueron condenados y ejecutados por este crimen, tras años de juicios en medio de gran expectación tanto en los Estados Unidos como en el resto del mundo. Numerosos intelectuales de izquierda pidieron un nuevo juicio, pués se tenían dudas sobre cómo se habían llevado los anteriores. Finalmente, su ejecución en la silla eléctrica provocó disturbios en Londres o París, donde manifestantes rodearon la Embajada americana y dañaron la fachada del Moulin Rouge.

No es de esos aspectos judiciales de los que quiero hablar. Enfoco este asunto, más bien, para llamar la atención, y sé que no voy a decir nada nuevo, sobre la enorme, yo diría, prodigiosa, capacidad de la izquierda de manejar los medios, las situaciones y la propaganda. También, cómo no, para referirme a su mastodóntica facilidad, para eliminar de un plumazo elementos "innecesarios" de la historia, las víctimas, borrarlas de la memoria de la gente porque, en definitiva, eso no les interesa, eso distrae a la opinión pública de lo que "tienen" que pensar, de lo que ellos quieren hacer que pensemos.

Sacco y Vanzetti pudieron, o no, asesinar a Parmenter y Berardelli. Fueron sentenciados por ello, por lo que, en puridad, se les puede llamar asesinos sin mayor problema. Yo no lo voy a hacer. Hoy en día, aún se mantienen las dudas sobre si fueron o no, o si sólo uno de ellos lo hizo con otras personas. Lo que si parece demostrado, y sus propios testimonios lo corroboran, es que Sacco y Vanzetti eran dos terroristas anarquistas. Eso, hoy en día, parece sonarnos muy lejano, pero en aquellos años, el terrorismo anarquista estaba muy extendido en el mundo. En Estados Unidos, llevaron a cabo campañas con bombas y ataques a personalidades, incluido un intento de envenenamiento masivo. No se sabe con exactitud, cual era la labor terrorista de ambos, pero no cabe duda de que eran seguidores de un anarquista italiano, que abogaba por la violencia revolucionaria, incluyendo la detonación de bombas y el asesinato. Su nombre era Luigi Galleani.

Estos terroristas son los que la izquierda internacional elevó, como en otras ocasiones a los altares. Estos elementos son los que, aún hoy en día, son recordados no sólo por gente que piensa como ellos, sino por otras muchas personas envenenadas por años de propaganda, de lavado de cerebro, de comunión con ruedas de molino. El caso Sacco y Vanzetti no se ha llegado a cerrar nunca. Cada equis tiempo podemos leer algún artículo, ver algún reportaje. Podemos, si no, revisionar la película que se rodó en Italia sobre el tema en 1971, o escuchar la canción de Ennio Morricone que Joan Baez cantó. Aún quienes no han leido mucho sobre él, han oído en alguna ocasión hablar de ellos... Sacco y Vanzetti... Dos inocentes ejecutados... ... ...

Os propongo una prueba. Preguntar a algún familiar o amigo, preferentemente con ya una edad, si recuerda o conoce a Sacco y Vanzetti. En caso de que la respuesta sea afirmativa, preguntarle, después, si sabe quienes eran Parmenter y Berardelli. ¿Qué creéis que os dirán? Me lo podéis comentar, si queréis, pero no espero que muchas personas respondan afirmativamente a esta segunda pregunta.

Parmenter y Berardelli, eran... nada. Sólo eran las víctimas. Un peón innecesario en la gran historia oficial de Sacco y Vanzetti. Yo os puedo decir que estos terroristas anarquistas pudieron ser o no culpables. Pero Parmenter y Berardelli eran, seguro, inocentes. Eran dos personas desempeñando sus respectivos trabajos, que fueron un día asesinados. Y ahí se acabó su historia. Buscar en internet. Os costará encontrar muchos cosas sobre ellos. Son sólo un dato. Un simple dato.

Por su parte, los anarquistas son auténticos "héroes de la libertad", como tantos otros mitos de la izquierda, nombres que tienen en común un excelente caudal de malas acciones, pero que, por arte de birlibirloque, o, mejor, por la consabida capacidad de estos individuos para menejar la realidad y alterarla a gusto, se convierten en auténticos ídolos. Me da igual que sean dos anarquistas italianos o un médico argentino que decide dedicar su vida a arrebatar vidas, en vez de a salvarlas. Seres abyectos convertidos en ejemplo y aceptados como tales por muchos. Seres que, siempre, tienen algo en común, su izquierdismo militante. Sus actividades asesinas se pasan convenientemente por alto... cuando no se las considera, incluso, un mérito.

Supongamos que, ciertamente, los terroristas Sacco y Vanzetti, fueron condenados injustamente. ¿Alguien puede imaginar cuantos Saccos pudieron darse en la URSS stalinista? ¿Podemos hacer un cálculo de cuántos Vanzettis fueron ejecutados en la China de Mao? ¿Echáis cuentas del número de juicios, sentencias y ejecuciones, sucedidas con muchas menos garantías legales en esa URSS, en esa China? ¿En la Cuba castrista? ¿En Birmania? ¿En Corea del Norte?

¿Y habéis oído a Joan Baez cantarles una canción? ¿Conocéis sus nombres? Son millones, millones. Así, a bote pronto, ¿cuántos nombres me podríais decir? ¿De buenas a primeras, quizá, algún fusilado, tras juicio sumarísimo, en la Cuba de Fidel y Ernesto, os es conocido? ¿Algún campesino ruso? ¿Algún intelectual camboyano o chino para poder dedicarles una canción? Millones de ejecutados, asesinados, sería más propio decir.

En el caso de Sacco y Vanzetti sólo hubo, con seguridad, dos víctimas inocentes, Frederick Parmenter y Alessandro Berardelli. Sun nombres cayeron en el olvido y yo, aquí, quiero recordarlos.

"Here's to you, Nicola and Bart / Rest forever here in our hearts / The last and final moment is yours / That agony is your triumph", reza la letra que tantos cantantes han recitado emocionados, repetido una y otra vez, como una salmodia, bella, eso sí. Sacco y Vanzetti "descansan para siempre en nuestros corazones".

"Here´s to you", "aquí está para vosotros". Voy a tomarme la libertad de recuperar ese verso, pero, si me lo permitís, yo no voy a dedicárselo a dos terroristas.

Me parece mucho más decente hacerlo en recuerdo de Frederick y Alessandro, dos hombres que fueron primero, asesinados y, segundo, olvidados. Sus familias les enterraron, sus nombres se esfumaron en el tiempo. No así los de sus presuntos asesinos. En el cincuenta aniversario de su ejecución, Michael Dukakis, a la sazón, gobernador demócrata de Massachussets, declaró el Día de Sacco y Vanzetti. Muchos años después reconoció su error de no recordar, de igual forma, a los dos hombres muertos a tiros. Yo no voy a cometer el mismo fallo. Yo recuerdo a estos hombres y también a todos los demás millones de víctimas anónimas de la izquierda. A esas personas sin nombre, sin historia oficial, sin película, sin canción, sin un día del año para recordarles...

Here´s to you, aquí está, para vosotros, Parmenter y Berardelli. Descansad, vosotros sí, para siempre en nuestros corazones, en los de las personas que aún saben diferenciar entre dos terroristas y dos hombres de bien vilmente asesinados.

D. BLÁS PIÑAR

Tuve ocasión de ver el pasado domingo 14 de marzo el programa de Intereconomía TV dedicado a D. Blás Piñar.



Debo reconocer que, cuando D. Blás desarrolló su principal labor política, tras la muerte del Caudillo, yo aún era menor de edad y no estaba demasiado interesado en esos asuntos. Mis primeros contactos con este mundo, años después, se produjeron en unos términos muy alejados de aquello que D. Blás defendía.



Mi acercamiento al mundo político patriota tuvo lugar cuando ya su actividad se había reducido notablemente por diferentes motivos, entre los cuales, la edad no era el menor de ellos.



Me senté ante el televisor, con un cierto interés, para escuchar a una persona que conoce, como pocas, eso que en nuestro país dio en llamarse la Transición.



Debo decir que, una hora después, el interés se había convertido en entusiasmo. Hubo momentos del programa que lograron ponerme un nudo en la garganta. En otros, simplemente, se me puso la carne de gallina. Imágenes casi olvidadas se sucedieron en la pantalla. Imágenes que parecen sacadas de la Prehistoria, pero que fueron y ocurrieron en nuestra España no hace tanto tiempo.



Pero, sobre todo, como hilo conductor, pude ver y escuchar a un hombre sobresaliente. A un español con 91 años, pero con una mente preclara, una cabeza brillante, una educación y una mesura que, para los que padecemos a la nueva generación de españoles, resulta más que desconocida, casi ciencia-ficción. Si sólo un diez por ciento de los jóvenes que estudian hoy en día en institutos o universidades tuviera sólo un diez por ciento de lo que Blás Piñar nos mostró en este programa, España sería otra.



Y, para mí, si algo pudo resultar hiriente, fue, primero, comprobar la talla de este político, con su lenguaje medido pero acerado, con su firmeza, sin renunciar a la educación que se supone y se espera de un representante del pueblo, con la defensa a ultranza de sus convicciones a través de la argumentación, sin recurrir al menoscabo o la falta de respeto al adversario político y, segundo, pensar y compararlo con la clase política de hoy en día, con los españoles que hoy en día hemos elegido para que nos representen. Comparar sus intervenciones, fragmentos absolutamente deliciosos para quien gusta de valorar la altura de la comunicación y el lenguaje, con las de José Luís Rodríguez Zapatero, por citar un ejemplo obvio y penoso, pero ni mucho menos único, sino en representación del 99 por ciento de los tropecientos parlamentarios, senadores, diputados autonómicos, concejales, etc, etc que pululan por nuestra piel de toro.



Y lamenté, sobre todo, que no haya ahora mismo en España nadie capaz de tomar el testigo unitario que D. Blás Piñar dejó vacante. Que no haya nadie capaz de amalgamar, con su carisma y su valía, una opción política que represente a muchos y muchos españoles, que están desperdigados en un pléyade de siglas la mayoría vacías. Que no haya nadie con el coraje suficiente para decir, gritar bien alto, que sí, que hay muchas cosas que nos separan, muchas ideas que nos diferencian, pero que lo que nos une es mucho más importante, que lo que nos une es una visión diferente de España a la que nos están ofreciendo, casi obligándonos a tragar. Que seguro, se dan unos mínimos comunes a partir de los cuales construir un proyecto que ilusione a miles de patriotas desesperanzados. Que las diferencias que seguro se dan dentro de los partidos mayoritarios, PP y PSOE, son mayores que las que hay entre nosotros, y, sin embargo, no son óbice para que participen de sus respectivos proyectos comunes.



Espero que los líderes de los partidos del arco patriota también vieran este programa de televisión y lo tomaran como ejemplo de buen hacer y como ejemplo de lo que nuestra Nación necesita. Alguien que nos una, nos empuje y nos guíe. Alguien que, con aciertos y errores, seguro, como es sustantivo al género humano, tome nota del camino y el modo que D. Blás Piñar nos ha marcado.



El del amor a España y el de su defensa desde los más estrictos órdenes humanos, morales y educativos.

RUMPEL 100

En los próximos días se va a poner en marcha la edición número 100 del Concurso Rumpelstiltskin de la página Infonacional.

Creo que es obligado escribir estas líneas para dar cuenta de este hecho.



Infonacional es una página de patriotas españoles, de personas que piensan que hubo una España mejor, que hay que cambiar una serie de cosas, muchas, que nuestra Nación corre un serio riesgo de deflagración cainita por culpa de egoísmos y falsedades históricas, ascendidas a la categoría de hechos por mor de unos personajes aprovechados cuyo bagaje es el saber que la verdad es algo baladí, que la verdad se puede reescribir a capricho y que los niños y las generaciones que se suceden, nacen sin ninguna muesca en el ADN que les haga venir al mundo ya con conocimientos adquiridos. Hay que inculcárselos. Y ellos saben mucho de eso.



Infonacional es una página señera del pensar nacido del amor a una Nación, España, que lo quieran o no algunos, ha sido, es y, pese a las maniobras de unos y la estupidez de otros, será. Infonacional es una página imprescindible y más hoy en día, cuando parece que toda la verdad la escriben los demócratas de toda la vida, como Carrillo, los que pretendieron convertir esta Nación en una especie de mini Telón de Acero en Europa Occidental.



Sin embargo, éstas líneas vienen a cuento del inicio de la edición número 100 de un Concurso imprescindible dentro de esta web, el Rumpelstiltskin.



No se trata de un mero divertimento. Se trata de una manera de entender el patriotismo. Se trata de defender que sólo es posible recuperar España, su grandeza, su secular importancia y presencia dentro del panorama europeo y mundial, desde el ámbito de la cultura y del conocimiento. Se trata, también, de entender que en el debate político, sobre todo en el debate con aquellos separatistas obtusos y recalcitrantes, el conocimiento es la base de toda argumentación, la medicina contra la demagogía y el papanatismo pueblerino que muestran.



Quiero, a través de estas líneas, rendir un homenaje a este Concurso y, a través de él, a esta página web y a esta forma de entender España. Quiero que los patriotas sepan que los argumentos, a la larga, son los que ganan las batallas ideológicas. Quiero reivindicar esta España de la Cultura, con mayúscula, y del Conocimiento, con mayúscula también.



Quiero, pués, reivindicar esta España de patriotas ansiosos de saber y de conocer. Porque este Concurso no es un Foro de personas que quieren demostrar cuánto saben sino que, muy al contario, es un Concurso en el que toman parte aquellos que reconocen lo poco que saben con respecto a lo mucho que nos queda por conocer. Es un Concurso para aquellos que quieren, día a día, ampliar sus conocimientos y, de ese modo, sus argumentos para amar, cada día más a ésta Nación que simboliza nuestro punto en común, hayamos nacidos en el rincón patrio que sea.



Y quiero dedicar estas líneas a los Administradores de esta web, en general y a la persona que puso en marcha este Concurso, en particular.



Enhorabuena, Lanseros.

67

No estaría mal hablar del 67, de 1967, cuando yo nací. Pero no, el 67 que encabeza esta columna hace referencia a los años que he de sumar a los de mi nacimiento para saber cuando podré jubilarme. 1967 + 67 = 2034 ... ¡2034! ¡Pero si me falta un cuarto de siglo aún! ¡Pero si ya llevo más de veinte años trabajando y cotizando! ¿Pero no decían que las máquinas iban a sustituir al hombre? ¡Pués que me sustituyan ya, hombre! ¡2034!



Se veía venir, esa es la verdad. Los españoles accederemos más tarde a la jubilación y, además, cobraremos menos. Los señores del Gobierno han echado cuentas y han descubierto que no les salen. "Hay que trabajar más años", dicen. "España envejece y no hay dinero para pagar tantas pensiones", insisten. Y, claro, ellos han hecho todo lo posible por no llegar a esto.



¿Verdad?



Ellos han manejado de forma austera las cuentas públicas. Han huido de cualquier dilapidación innecesaria. Han sido escuetos y comedidos en el gasto. ¿Verdad?



Ellos han mirado la edad de la población, han calculado la progresión que previsiblemente se producirá y han decidido "hala, a trabajar más" porque "no hay otro remedio". ¿Verdad?



No sé si habrá otro remedio o no. Algo de economía estudié, pero no tanto como para pontificar sobre el tema. Pero alguna idea se me ocurre.



Veamos. En España se envejece, entre otras cosas, por la baja cifra de nacimientos, ¿no? Pués me digo, no sé si será una tontería, ¿y si potenciamos esta natalidad para intentar recuperar los niveles que España necesita? Y me digo, temiendo sea una estupidez, ¿y si favorecemos a las familias para que éstas puedan tener los niños que desean? No más de los que desean. Simplemente los que les gustaría tener y no pueden porque las condiciones que se dan no son las más adecuadas.



Pero no. El Gobierno compatibiliza en el tiempo su pretensión de aumentar la edad de jubilación por el envejecimiento poblacional, con su lucha a brazo partido por multiplicar el ya escandaloso número de abortos en nuestro país.



El Gobierno compatibiliza en el tiempo su mensaje de que España necesita aún algún que otro millón de inmigrantes más, con su genial idea, muy progre, eso sí, de repartir pildoras abortivas cual caramelos Sugus.



El Gobierno, en vez de favorecer con sus políticas a las mujeres embarazadas, para que puedan traer sus hijos al mundo, apoyándolas laboralmente, incluso económicamente, hace todo lo posible para simplificar las condiciones para que den muerte a esos niños. Niños inocentes por un lado, pero también necesarios, egoistamente hablando.



El Gobierno prefiere que trabajemos más años, antes de favorecer la familia tradicional. Esa formada por dos personas que, tras íntima unión, pueden engendrar a un niño.



El Gobierno prefiere la llegada de inmigrantes, antes de apoyar a las familias españolas que desearían tener los hijos que ellos quisieran y que nuestro país necesita. Y ni me mencionen los famosos 2500 euros. ¡Válgame Dios! ¡2500 euros para potenciar la natalidad! ¡Ni, por supuesto, los 3000 euros que proponía el PP! Con esas ayudas, ¿realmente pretenden lograr algo que no sea tirar el dinero de todos?



A lo mejor es inevitable el acabar alargando la vida laboral. No seré yo quien defienda lo contrario. Lo que me parece indecente es plantearlo sin antes haber tomado las medidas necesarias para intentar solucionar el tema de una manera más acorde con lo que a ellos les gusta llamar Estado del Bienestar.



España tiene que hacer lo posible por traer más españoles al mundo. Por ayudar a quienes lo pretenden. Es indecente favorecer que niños españoles acaben en el cubo de la basura y, al tiempo, decir que necesitamos más mano de obra extranjera. Es indecente e ilógico, item más, es estúpido.



Es indecente que familias que quieren más descendencia no puedan tenerla. Es indecente que esas personas, que viven en un país que envejece alarmantemente, se encuentren con que su Gobierno mira para otro lado. Al fin y al cabo, tener familia numerosa... eso no es muy de progres, ¿no?



67. Si has nacido en 1960, te jubilarás en 2027. El Presidente del Gobierno nació en 1960. Se jubilará en 2027. Y en España no hay máximo de años para ejercer un cargo como el suyo, ¿no?. Puede ser nuestro Presidente otros 17 años más, ¿verdad?

LOS SÍMBOLOS

Veía el otro día en un programa de televisión a un presentador que llevaba puesta una camiseta en gris con la bandera americana, una camiseta bastante bonita, en mi opinión. Pero esa no es la cuestión.

No era la primera vez que se la veía y, por eso me llamó la atención. Y eso me hizo darme cuenta de algo. ¡Qué fácil es ver en nuestras pantallas, en nuestras calles, en nuestra ropa, símbolos de otras naciones, de otras culturas! Y, por contra, ¡qué difícil es ver en nuestras pantallas, en nuestras calles, en nuestra ropa, símbolos nuestros, símbolos españoles!



Uno ve imágenes de los Estados Unidos, por poner el ejemplo más claro, y puede observar, por doquier, la bandera de las barras y las estrellas. En su cultura patria encontramos la defensa, casi la veneración por los colores que simbolizan su nación. ¡Cuán lejos estamos, en España, de vivir una realidad así!



Nos hallamos en un país en el que, en gran parte de su territorio, se vive como si del extranjero se tratara. Los movimientos independentistas periféricos, nacidos de la desnaturalización de la historia y crecidos al amparo del adoctrinamiento de sucesivas generaciones, tienen clara la importancia de la simbología a la hora de amalgamar una sociedad en torno a sus ideales separatistas. La defensa a ultranza de sus banderas e idiomas no es sino su manera de alejar a la sociedad del hecho real de que viven en regiones que siempre han sido España, en las que, junto con su lengua regional, siempre se ha hablado español, en las que, siempre, han nacido españoles que vivieron, lucharon, trabajaron y murieron por España.



Esconder esta realidad, incontestable desde el punto de vista histórico, es el objetivo casi logrado de los separatistas. Es su éxito. Pero el éxito de unos, siempre es el fracaso de otros.



Los independentistas no dejan de ser una minoría en el conjunto de la Nación. Ni siquiera suponen una mayoría en sus regiones. Pero han logrado que el resto de los españoles, en muchos casos, vean como algo antinatural la exhibición de símbolos de la España de todos. Es impensable que, por ejemplo, el presentador que mencionaba al principio de este artículo, hubiera lucido una camiseta con la bandera española en lugar de la que lucía con la americana. ¿Hemos visto alguno alguna vez? Ni se lo plantean. Se sientan más o menos españoles, ni se imaginan la posibilidad de demostrarlo más de lo estrictamente necesario por temor a ser calificados de "fachas" o de cualquier otra lindeza, por temor a molestar a la audiencia de ciertas regiones, por temor a contrariar a algunos españoles que sólo entienden a nuestro país como una suma de naciones diferentes, y que, por tal motivo, siempre buscan priorizar los símbolos diferenciadores por encima de los igualadores.



Es el gran logro que pueden exhibir los separatismos. Minimiza los símbolos que aglutinan a tus rivales, y empezarás a socavar su resistencia a tus objetivos. Concentra y dirige los esfuerzos de cien personas en una sola dirección y lograrás superar la pequeña resistencia de mil que han olvidado por qué luchar.



Es labor del Estado, a mi entender, una labor prioritaria, el dar la vuelta a la tortilla de esta situación. Hay países donde no es necesario tener la bandera nacional hasta en la sopa, porque nadie la cuestiona ni la ataca. Por desgracia, España no está entre ellos. Por eso es necesario legislar en el sentido que nuestra nación necesita. Es necesario imponer, por Ley, en un primer momento, la presencia de nuestros símbolos en cuantos más espacios mejor. Dejar de ser un país donde la bandera tan sólo se exhibe donde es absolutamente necesario y, ni aún así, se hace en todos los casos.



No debe existir, y mucho menos en las regiones con movimientos separatistas, ningún aúla escolar sin su bandera nacional. Ésto no implica que no se pongan también las banderas menores, pero estamos hablando de la absoluta necesidad de que las futuras generaciones convivan y vean con absoluta normalidad y naturalidad, la bandera del país donde viven. También es imprescindible legislar, con severidad, para asegurar el respeto a esta bandera y el justo castigo a quien la denigre. Hay que conseguir que sus colores vayan calando poco a poco en muchos niños que, hoy en día, pueden vivir durante años sin encontrarse con ninguna en sus calles, en sus vidas.



Lo mismo debe pasar con el lenguaje. No debe quedar ningún rincón de España en dónde se puedan encontrar placas o anuncios o formularios únicamente en la lengua regional. Todas las administraciones deben estar obligadas a, al menos, cumplir este requisito. Y ser sancionadas en caso de no hacerlo así.



Y, repito, esta es una tarea a la que el Gobierno de la Nación debe ponerse, y debe ponerse ¡ya! Hoy, mejor que mañana. Labor imposible para un Presidente que considera España como algo discutido y discutible. Eso es lo que le diferencia de los separatistas, que no consideran a sus respectivas naciones ni "discutidas" ni "discutibles". Y que, por lo tanto, no tienen ninguna duda de los pasos que dar para lograr sus objetivos, sabiéndose enfrentados a un Gobierno mojigato, temblequeante y prisionero de las propias fuerzas centrífugas existentes en su propio partido.



Sólo si el Estado se desprende de sus complejos, de su tibieza en la defensa de los símbolos comunes a todos los españoles, sólo entonces, lograremos revertir esta situación de permisividad con el desprecio y el ninguneo de nuestros símbolos y nuestro idioma. Sólo así podremos evitar esta sensación de proscritos que algunos españoles sienten en ciertos lugares de nuestra España.

EL ENFRIAMIENTO DEL CALENTAMIENTO

Tengo frío. Según se calienta el planeta, yo cada vez tengo más frío. Esperaba con ilusión que se cumplieran las previsiones del IPCC (Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático), a ver si se templaba la temperatura y dejaba de tener tanto frío. Pués no. Nada.

Recientemente conocí, no sin cierta dosis de horror, que los mangan..., perdón, los científicos que desarrollan sus teorías al amparo del IPCC, de la Creencia Oficial y de la Lluvia de Dólares que la acompaña, habían, sistemáticamente, manipulado los datos para ajustarlos a sus intereses. Cada vez son más las denuncias de las exclusiones y coacciones que han modelado su actuación todos estos últimos años. Se han conocido sus boicots a aquellas publicaciones científicas que osaban publicar artículos o teorías de los llamados "negacionistas". Comentan, por Estados Unidos, las presiones que sufrieron desde científicos hasta profesores universitarios para callar sus objeciones a la tesis del calentamiento. Sabemos que hubo quien perdió sus becas, ayudas o, incluso, su empleo.



El IPCC, burócratas y científicos controlados por burócratas, se creó a finales de los 80 con la idea de que las Naciones Unidas supervisaran las investigaciones sobre el clima y los informes que se emitieran, cada pocos años, ya que era algo que afectaba globalmente a todos los países.

En el primer informe, en 1990, se puso de manifiesto que era muy difícil detectar una influencia humana en el clima. Sería en 1995 cuando la afirmación de una "influencia humana discernible" se añadió al informe abreviado de ese año. Y se añadió cuando los científicos ya se habían ido. Ellos simplemente habían dicho que no lo sabían. Ésto se suprimió y se cambió por la afirmación de que sí existía esa influencia. Quedaba claro que el IPCC no era una organización científica, sino política.



Yo, humilde articulista, no tengo ni idea de si hay calentamiento o no. Sólo puedo acceder a datos, la mayoría de los cuales no tengo conocimientos suficientes para interpretar. Para eso ya está Gore. Para decirnos que la Antártida se deshiela. Y digo yo, bueno, ellos sabrán. Seguro que nos dan unas imágenes preciosas donde vemos una playa caribeña donde antes había un frío glaciar.

Por curiosidad he buscado algún dato sobre la Antartida. Supone el 90 por ciento del hielo del planeta. Otro 4 por ciento lo tenemos en Groenlandia. Por lo que el resto de los grandes glaciares sólo suponen un 6 por ciento. Pués bien. Los datos demuestran que una parte pequeña de la Antártida, llamada península antártica, se está deshelando. Esa península supone ¡un 2 por ciento de la Antártida! Pero, además, lleva deshelándose 6000 años. Mientras que, en su conjunto, el continente está enfriándose y aumentando el grosor del hielo. Aquí podría incluir las referencias, pero eso lo dejo para aquel lector interesado que me las solicite.



Tampoco en las temperaturas de las ciudades podemos hallar un dato inequívoco a favor de la teoría del calentamiento. Nueva York, por ejemplo, donde la temperatura ha aumentado cinco grados desde 1822... mientras que la ciudad ha pasado de 120.000 a 8.000.000 de personas, por no hablar de las grandes moles edificadas. Es un hecho aceptado que el aumento de población y edificios incrementa la temperatura. Nueva York ha aumentado un 6000 por ciento desde 1822. ¿Es lógico pensar que esos cinco grados que ha aumentado la temperatura se deba, en cambio, al aumento del dióxido de carbono? Me suena raro, pero, claro, yo no soy cientifico, como Gore.

Nueva York está a 225 kilómetros de Albany. Ambas tienen unos niveles idénticos de dióxido de carbono. Pero en Albany, la temperatura no ha aumentado, sino que se ha enfriado un poco. Más que el calentamiento del planeta, parece que la causa es... la gente y el hormigón.



Datos, datos, datos. Como no sé interpretarlos, os los copio para que os forméis vuestra opinión.



La extinción de especies. Científicos alertaron de que para el año 2000 se habrían extinguido un millón de ellas. Alguno incluso habló del cincuenta por ciento de las especies. Mucho, ¿verdad? El cincuenta por ciento de ¿cuántas? Pués tampoco lo sabemos. Las estimaciones oscilan entre 3 y 100 millones de especies. Nadie lo sabe. El número y su extinción se mide delimitando un área y tratando de contar todos los bichos y plantas que hay. Volver años después y recontarlos. A lo mejor, para entonces, los bichitos se han largado a otra área más agradable para ellos.



El deshielo de los glaciares. Existen 160.000 glaciares en el mundo. Se tienen datos sobre su balance de masa de períodos de cinco años de ¡79 glaciares de todo el mundo! ¿Suficiente para dar por hecho teoría alguna?

Nos alertan sobre el deshielo de, por ejemplo, el Kilimanjaro... que lleva haciéndolo desde 1800, mientras que las mediciones por satélite de esa zona no revelan tendencia al calentamiento. ¿Qué pasa entonces? La deforestación. Se han talado los bosques a sus pies, por lo que el aire que se eleva hacia la cumbre ya no es húmedo. Planta árboles allí y el glaciar aumentará.



He querido aportar datos y he podido resultar aburrido. Lo siento si ha sido así. Sólo quiero desmontar el tinglado de abyectos personajes cuyo único mérito es oler donde está el negocio. Cuyo único mérito es saber que, en nuestro mundo, hay mucho tonto útil con acceso a presupuestos. Un auténtico festín para ciertos tiburones.

ECOLOGISTAS EN ACCIÓN

Completando un poco el asunto que toqué en mi anterior entrada, quiero dedicar unas líneas a esa subespecie de la especie humana que forman los ecologistas. Verdaderos ángeles bajados del Cielo para decirnos qué es lo que hay que hacer y qué lo que no hay que hacer en todo lo referente a la fauna y la flora en la Tierra.

No quiero que nadie se llame a engaño. Creo absolutamente en que la Tierra es nuestro habitat, del cuál dependemos, y que, por ello, aunque sea por egoismo, nos conviene mantenerlo en el mejor estado de conservación posible. Hay que luchar contra y perseguir todo aquel abuso que se haga del mismo, para procurarse beneficios propios. Hay que impedir los desmanes que se puedan dar por parte de empresas y particulares encaminados a aumentar sus réditos en equis puntos. Pero hay que hacerlo con la ley de la lógica en la mano y huyendo absolutamente de fundamentalismos.

A ser posible, huyendo absolutamente de las directrices que los ecologistas marcan. La característica más atribuible a estos seres llamados verdes, generalmente, progresistas y de izquierdas, es el totalitarismo en su exposición de argumentos, ideas y conclusiones. Son absolutamente impermeables a las aportaciones ajenas. Ellos se lo guisan y ellos se lo comen todo. Ellos Saben. Los que no lo vemos así somos personas viles, atrasadas, vendidas a las grandes multinacionales, deseosos de ver cómo desaparecen las especies. ¡Hasta comemos carne, no os digo más!



Me gusta ilustrar mis ideas con un caso que conocí tras la lectura de un libro sobre el tema.

El primer parque natural que se convirtió en reserva fue el de Yellowstone. Grandes paisajes de gran belleza con miles de alces, osos, pumas, ciervos, lobos, coyotes... El problema es que no se sabía qué hacer para mantenerlo y se creó el Servicio de Parques, burocracia a la que se le encomendó el mantenerlo en iguales condiciones. Eran los ecologistas de la época. En sus manos estaba tomar las decisiones.



Primero decidieron, equivocadamente, que los alces estaban en peligro de extinción. Esto les llevó a decidir abatir o envenenar a todos los lobos del parque y la prohibición a los indios de cazar allí (era un territorio de caza tradicional).

Proliferaron entonces tanto los alces que devoraron tal cantidad de árboles y plantas que provocaron un cambio en la ecología del lugar. Por ejemplo, se comieron todos los árboles que usaban los castores, lo que supuso la desaparición de éstos.



Fue cuando los supervisores descubrieron que los castores eran vitales para el control de los espacios acuáticos. Al desaparecer, se secaron las praderas, se extinguieron las truchas y las nutrias y aumentó la erosión del suelo.

Para 1920 ya estaba claro que había demasiados alces y los guardabosques empezaron a cazarlos a miles. Pero ya era tarde. Todo había cambiado. Una vez visto esto, se consideró un error la prohibición de la caza que, en su momento, había propiciado el control del número de alces y bisontes.

No fueron los únicos errores. Los osos pardos se protegieron; luego se mataron. Los lobos se aniquilaron; luego se reintrodujeron. Se aplicaron medidas de control de incendios, sin comprender el efecto regenerativo del fuego. Luego se abandonaron y miles de hectáreas ardieron y quedaron estériles, no volviendo a crecer hasta su replantación.

Es el efecto de gente ignorante e incompetente, pero eso sí, siempre absolutamente cargada de razón. El resultado daño tras daño y más daños causados reparando los daños y los arreglos de los daños anteriores.

Si proteges activamente una especie, animal o vegetal, ten por seguro que estarás perjudicando a otra. Proteger un bosque antiguo para preservar el carabo californiano implica perjudicar al gorjeador de Kirtland y otras especies, que preferirían un bosque nuevo.



Pero los ecologistas siguen a lo suyo. Porque ellos Saben. Ellos Conocen. Y, por supuesto, ellos Deciden.

Cuando se prohibió los CFC para proteger la capa de ozono, eliminaste los refrigerantes baratos que mantenían mejor los alimentos para el Tercer Mundo. Éstos se estropeban antes y más gente moría por intoxicación.

Los paneles solares, limpios y maravillosos ellos, nos permitirán construir hogares en lugares donde antes no podíamos. Tener por seguro que eso afectará negativamente a no pocas especies.

Y luego está el DDT, contra el que tanto lucharon los ecologistas. No llegó a prohibirse. Eso sí, se dijo a los países que si lo usaban no recibirían ayuda exterior. Era el mejor agente en la lucha contra los mosquitos. Antes de su prohibición, morían por malaria unas cincuenta mil personas al año. Desde entonces, mueren dos millones, la mayoría niños.

Se dijo que era cancerígeno. Pero no lo era, y se sabía. Era tan seguro que incluso podía comerse. Fue sustituido por el paratión, realmente peligroso y por el que más de cien trabajadores agrícolas murieron en los primeros meses de su uso, por manejarlo como hacían con el DDT.

Morían unos cincuenta mil al año. Ahora hablamos de que van muriendo, desde entonces, entre treinta y cicuenta millones de personas, según las fuentes. Más muertes de las que se suelen achacar a cierto dirigente alemán de mediados de siglo.

¿Alguien ha dicho algo al respecto? ¿Alguien va, ni de lejos, a pagar por ello? ¿Servirá, al menos, para que los ecologistas se apeen del burro? ¿O seguirán causando los perjuicios que seguro producirán sus siguientes ideas lumbrera, sus siguientes caballos de batalla? Tiemblo de pensarlo.







Los datos de este artículo y el anterior provienen de muy diversas fuentes, reunidas en un libro de un famoso autor estadounidense, Michael Crichton.

INFELIZ ANIVERSARIO

Cómo cada 6 de diciembre, nuestra clase política ha celebrado, con más o menos entusiasmo, más o menos fingido, el aniversario de la Constitución Española. El aniversario de la Biblia que nos dimos los españoles para amalgamar un futuro feliz, libre y unido. El aniversario de la Carta Magna que nos aseguraba un futuro maravilloso y común, lejos de las "tinieblas" heredadas del antiguo régimen.

Más de tres décadas de constitucionalismo después, España es, pués, más que una Nación, un proyecto común, una suma de voluntades dirigidas en el mismo sentido. Lograr las mayores cotas de bienestar para todos los españoles por igual. Tener una voz alta, clara y fuerte en el exterior, dónde se tomen en consideración las ideas de nuestra gran y antigua Nación.



... O por lo menos, eso nos quieren hacer creer aquellos que ni ellos mismos se lo creen.

La España constitucional es la España de las diferencias, la España de los enconos fratricidas entre regiones y entre Comunidades. La España de las Autonomías Garrapata, que chupan la sangre hasta el último aliento, para beneficio propio, de los recursos que nos pertenecen a todos.

Es la España de los que no se consideran España.

Craso, gravísimo error, que estamos pagando a precio de oro, el parto putativo de una Nación de nacionalidades y regiones. Craso, terrible error, el querer inventarse una España feliz y unida para contentar a aquellos que jamás quisieron ser una Autonomía, aquellos que sólo entienden el día a día política desde el ansia de ir acaparando, poco a poco, más recursos y poder, hasta el día en que estén en disposición de decir adiós al resto de España, o el día en que, sin ser oficialmente independientes, puedan vivir, efectivamente, como si lo fueran.

No había ninguna necesidad. El Estado Autonómico puede funcionar en países donde no existan regiones con veleidades separatisas, dónde las Autonomías rijan sus destinos desde el más escrupuloso respeto y lealtad hacia la Nación común.

No es ese nuestro caso y, como no podía ser de otra forma, los incansables separatistas han aprovechado cada resquicio, cada norma, cada artículo estatutario, para ir arañando cotas de poder y, sobre todo, para ir acumulando recursos económicos de los cuales disponer para llevar adelante sus políticas cada vez más desintegradoras. Generando, además, un efecto agravio comparativo con las demás regiones que, a su vez, se han lanzado a exigir lo mismo para sus respectivos feudos.



Urge poner freno a esto. Urge dar un golpe en la mesa. Decir claramente, que esto no puede seguir así. Que la superviviencia de España está en peligro. Urge desmontar el Estado de las Autonomías tal y como se entiende en estos momentos. Urge recuperar la mayor parte de las competencias transferidas, empezando por la de Educación. Urge devolver al Estado el control de la mayoría de los recursos económicos de modo que pueda hacer una política social y económica común. Urge estipular las contadas materias que las Autonomías puedan gestionar y la cantidad de dinero que deban disponer para ello. Urge decir claro y alto que las distintas regiones se deben plegar a este nuevo estado de cosas o ver como se suspende su estatus autonómico.

Urge, urge, urge. Urge un gran Pacto de Estado que procure estos pasos indispensables. Un Pacto que supere la mínima resistencia que los nacionalismos puedan oponer.

Para lograr todo esto, la Constitución actual no sirve. Dejemos de congratularnos y darnos palmadas en la espalda cada cumpleaños, cada 6 de diciembre. Tenemos una Constitución que, pese a superar los 30 años tiene una edad mental infantil. Hay que hacerla madurar, ya.

Y esta vez, en beneficio de todos los españoles, no sólo de los que no se consideran tales.

Hasta entonces, infeliz aniversario.

QUO VADIS, PNV?

José Ignacio Munilla Aguirre ha sido nombrado nuevo Obispo de la Diócesis de San Sebastián. Y este nombramiento ha puesto en pie de guerra a la rama católica del nacionalismo vasco. Las declaraciones de importantes dirigentes de ese partido demuestran el escozor que les ha producido la noticia. Pero demuestra, también, otras cosas.

Que el EAJ-PNV ha pretendido desde siempre convertir las provincias vascas en un cortijo propio es de todos sabido. Que, como otros partidos en otros ámbitos que se perpetúan en el poder, ha querido, en las últimas décadas imponer sus ideas a la sociedad vasca, también. Que manejando a su antojo la competencia de Educación, ha pretendido, y, de alguna forma, casi conseguido, formar una nueva generación de aldeanitos nacionalistas es un hecho que no se toman la molestia en negar.

Sus décadas de poder omnimodo desde la instauración de la democracia les ha llevado a tratar de convertir a la Comunidad Autónoma Vasca en su señorío casi feudal, a sus militantes y simpatizantes en sus vasallos, al resto de la sociedad que no comulgaba con sus ideas, en sus súbditos.

Pero, acabado de momento ese chollo, lo que no esperábamos es que también decidiera tratar a la Iglesia como parte de su cortijo. Que pusiera el grito en el cielo por el nombramiento de una persona de sobrados méritos, pero claro, no nacionalista para la Diócesis de San Sebastián. Una persona nacida en San Sebastián, amante de su tierra, que maneja el vascuence mejor que muchos jerifaltes peneuvistas, pero eso sí, no es nacionalista.

Señores de EAJ-PNV, les recuerdo que esa "J" que llevan en el nombre del Partido se incluyó como referencia a Jaungoikoa, Dios. Les recuerdo que su Partido siempre se ha vanagloriado de ser Católico, Apostólico y Romano.

Yo les conmino a que respeten, al menos, lo más íntimo de su Ser y de su Historia, o si no, borren la J de su nombre. Les conmino a que respeten las ideas de gran parte de sus afliados y simpatizantes con respecto a la Religión, o si no, borren la J de su nombre. Les conmino a que respeten las decisiones religiosas del Papa de la Iglesia Católica con un "Amén", en vez de criticarlas por cuestiones políticas, o si no, borren la J de su nombre. Les conmino a que digan alto y claro NO al aborto, como defiende la Iglesia Católica y la gran mayoría de sus afiliados y simpatizantes, o si no, borren la J de su nombre.

Pero si, al final, borran esa J, no dejen el espacio en blanco. Inserten ahí su dios actual al que veneran. Inserten la imagen ante la que se persignan cada mañana. Inserten la imagen que guía sus afanes diarios.

Inserten:

GOBIERNO DESQUICIADO

Informaciones hablan de que la situación por la que pasa el Gobierno tras la crisis provocada por el secuestro del pesquero español, Alakrana, es de puro desquiciamiento.
Desquiciamiento provocado por la ineptitud con la que se ha manejado este asunto. Desquiciamiento provocado por unos Ministros incapaces no ya de tomar decisiones adecuadas, sino, simplemente, de sentarse y hablar entre ellos para llevar adelante una actuación común, ya no digo si acertada o no, pero común.
En este Gobierno, no. Esta es la consecuencia de tratar las carteras ministeriales como premios para los afines, como caramelos para premiar a determinadas facciones regionales del partido.
Es la consecuencia de no elegir para estas labores, de la que tanto dependemos en tantos aspectos los españoles, a las personas con el curriculum y los conocimientos avanzados más adecuados para desempeñar el cargo. Y esto, por supuesto, vale para todos o casi todos, desde el propio Presidente para abajo.
¿Con qué nos encontramos entonces? Con que el Ministro A dice que iremos al oeste mientras el Ministro B dice que iremos al este, al tiempo que el Ministro C dice que no sabe si iremos al este o al oeste, pero qué tampoco importa mucho pués habría que ir al sur.
A esto se le llama un Gobierno desquiciado.
Pero los desquiciados por esta situación somos los ciudadanos. Los ciudadanos que sea con el Alakrana, sea en economía o en lo que sea, vemos a un Gobierno errático, que sólo se une para mirar las encuestas y pensar nuevas campañas mediáticas que sirvan para desviar la atención de su patética ineptitud. Y todo esto en espera de que lleguen tiempos mejores.
Porque si algo saben todos los Ministros y el Presidente también, es que cuando llueve escampa, y si tienes ciertos amigos y recursos, escampa antes.
Un horror para el ciudadano, un desquiciamiento total, una impotencia y casi unas ganas de llorar por nuestro país.
¿También deberemos esperar nosotros a que escampe?"

LOS SABIOS TITIRITEROS

Acabo de dar un repaso a la lista de los firmantes que se han alineado con CCOO y UGT en el documento "Otra política y otros valores para salir de la crisis".
Achacan la crisis a "haber dejado actuar en plena libertad a los capitales financieros".
Este manifiesto aboga por "mayor inversión en educación, investigación y cualificación laboral, que se devuelva la autoridad a los espacios públicos y a los representantes de los ciudadanos para regular las estrategias del mercado y que se consoliden las políticas de igualdad". Y por "la defensa de los derechos de los inmigrantes y apostaron por la solidaridad frente a la pobreza, el egoísmo y la soledad social".
Y firman, y ahí aparecen, no os lo váis a creer, Pilar Bardem, Joaquin Sabina, Miguel Ríos, Ana Belén, Víctor Manuel, amén de un rosario de actores que desconocía, escritores, etc...
Yo, que sí tengo algùn estudio de Económicas, no voy a opinar sobre el citado documento. No tengo los conocimientos suficientes y la opinión claramente formada sobre causas, evolución y posibles soluciones a la crisis, como para columpiarme sobre el tema. Dios me libre.
Pero algo sí que sé. Sé lo que opinarían los ínclitos firmantes arriba mencionados sobre un hipotético documento elaborado por Economistas, Abogados y Empresarios sobre los motivos de la crisis del cine español y las posibles soluciones. Puedo imaginarme, sin excesivo esfuerzo, lo que Doña Pilar Bardem respondería. No me cabe ninguna duda de lo que soltaría a los micrófonos Don Joaquín Sabina. Ya estoy viendo a Doña Ana y Don Víctor, rasgándose las vestiduras.
Tranquilos, queridos y afamados cultureros, pléyade de estrellas del séptimo arte y de la canción, lumbreras del conocimiento político y económico, pilares de la sabiduría hispana, tranquilos. No tengáis ninguna duda de que ni empresarios, ni abogados, ni economistas, se van a meter a deciros lo que tenéis qué hacer. Y no lo van a hacer porque ellos sí tienen dos dedos de frente. Porque una de las cosas que te aporta la educación es la de huir del ridículo de meterte a hablar de lo que no sabes. Te aporta, también, el grado de vergüenza suficiente para no plasmar tu firma en un documento que, seguramente, ni te has parado a leer.

Pero qué le vamos a hacer. España es así. Aquí todos sabemos de todo y todos opinamos sobre todo. Yo ahora mismo me pongo a escribir mi opinión sobre los errores técnicos en la fabricación del Airbus. ¿Algún camarada se presta a apoyarme con su firma? Única condición, no tener ni idea del tema. Lo mismo me lo suscribe la Bardem.

CORRUPCIÓN

PSOE y PP han demostrado sobradamente que nadan de maravilla en las cenagosas aguas del submundo financiero, unas aguas donde, como un enorme cardumen, los billetes de 500 y 200, se encaminan hacia los bolsillos de estos avispados representantes del pueblo español. Se entienden estupendamente entre ellos porque ambos saben que, a pesar de que en ocasiones puedan utilizar la denuncia de estos casos como arma frente al otro, a medio o largo plazo nada les diferencia en realidad. Uno tendrá al que cobra comisiones ilegales aquí, otro al que malversa fondos públicos allá, a uno le detendrán algunos alcaldes, a otro le imputarán a algunos peces gordos… ¿Y qué más da? ¿Acaso eso va a significar que los españoles les retiren el voto? ¡Qué va! PP y PSOE viven instalados en El Dorado y nadie les va a mover de allí.

Lo llamativo es que casi en el cien por cien de las ocasiones en las que se descubren sus turbios tejemanejes, ésto es debido a la denuncia de gente ajena al partido o a investigaciones judiciales. ¿Y ellos? ¿No controlan a las personas que ellos mismos ponen en sus cargos? ¿No se preocupan porque sus militantes sean ejemplo de honradez y verdaderos representantes del pueblo, cada uno desde sus principios políticos? ¿Es que ni sospechaban que Menganito malversaba o Fulanito recalificaba a cambio de pingües beneficios, hasta que les ven esposados dirección al Juzgado?

Yo no me lo creo. Pero aunque eso fuera verdad, se han dado ya los suficientes casos en España, no sólo de PSOE y PP, aunque estas líneas se centren en ellos, para que los partidos políticos hagan un esfuerzo por controlar las acciones de estos sinvergüenzas aupados al poder con su carnet. Y para que se hagan responsables de los actos que las personas que ellos proponen y designan. Igual que los padres deben ser responsables subsidiarios de las malas acciones de sus hijos menores, los partidos políticos deben serlo de las barrabasadas de quiénes ellos han decidido poner en cargos de responsabilidad.

Pero no, ni en sueños. Entre otras cosas, porque el pueblo español no lo pide. Porque el pueblo español sabe que, día sí y día también, cuando pongan el Telediario van a ver otra noticia de corrupción en España, ya que “las cosas son así”. Porque el pueblo español lo entiende y lo observa sin escandalizarse ya que “no se puede hacer nada”. Porque al pueblo español le aburren las noticias sobre corrupción. Os aseguro que pasan de largo las páginas de los periódicos dónde aparecen. Porque es un tema que aburre. Y porque es más importante saber cómo evoluciona la lesión de Ronaldo o cómo mi equipo prepara el importante choque del domingo contra el Jalapeños F.C.

Y en las siguientes elecciones van a volver a votar a su PSOE o a su PP, a ver si hay suerte y, entre mangoneo y mangoneo, el señor Alcalde me arregla mi calle, que está llena de baches.

LA FAMILIA PUELLES Y EL PNV

En las concentraciones de recuerdo al comisario Eduardo Puelles, cobardemente asesinato por ETA, sus familiares dieron un ejemplo de lo que es ser personas con principios, con la cabeza alta, que se viste por los pies.
La familia Puelles, delante de militantes del PNV que, fariseamente, asisten al acto, dijo, sin tapujos, que consideraban a las personas que acompañaron a los batasunos en su manifestación de San Sebastián como personas non-gratas.
Enhorabuena, familia Puelles, que desde el dolor, sabéis reconocer la doble moral mejor que nadie, sabéis reconocer que no se puede estar ahí, con vosotros y, al mismo tiempo, apoyar a delincuentes detenidos por obedecer órdenes de terroristas. Que las palabras de condena de ciertos partidos, son vacías y se las lleva el viento.


Fue una lección de Ética y Moral. De que no se puede servir a la causa de la Paz y pasearte del brazo y entre risas con defiende la causa de la Guera y de la Muerte.
No declarastéis a nadie persona non-grata por nacionalistas o no nacionalistas, altos o bajos, guapos o feos, sino por sus acciones, por el insulto que supone para todas las vícitmas en general y la vuestra en particular, su presencia en la manifestación pro-delincuencia de San Sebastián.
Eso os diferencia del PNV. Para éste, la gente es buena o mala por ser o no ser nacionalista, sin importar lo qué hagan o a quién maten. Matan sí, pero son de los nuestros, mientra que ésos mueren,sí, pero no lo son.
Enhorabuena, familia Puelles y una vez más mi más sincero abrazo y pésame para vosotros.

Artículo elaborado a partir de noticia de Libertad Digital cuyo enlace añado.

http://www.libertaddigital.com/nacional/la-familia-puelles-declara-al-pnv-personas-non-gratas-ante-los-mismos-nacionalistas-1276373643/"

12 DE OCTUBRE

El 12 de octubre se celebra en toda España el Día de la Hispanidad, el día en que millones de españoles se unen bajo una sola bandera, el día en que millones de españoles reivindican nuestro pasado, nuestro presente, nuestro futuro, el día en que se quedan pequeños los ridículos referendos secesionistas en Cataluña, el día en que pierden importancia las leyes linguísticas y educativas de algunas regiones españolas y cobra importancia, la que le corresponde, la única lengua que nos es común a todos, el día en que palidecen los mentirosos de la Historia, el día en que el Estatut no es el protagonista, el día en que las pesadas reivindicaciones de algunos vascos, gallegos, catalanes, ni se oyen ni se escuchan, el día que lo celebran algunos que no lo sienten realmente, por simple vergüenza y sabemos quiénes son. Es 12 de octubre, la fecha en la que se celebra el verdadero Día de la Memoria Histórica.

La Memoria Histórica que nos recuerda que la única Nación que ha sido, que es y que será es España. Que España es una y es la suma de todos, desde gallegos a murcianos desde andaluces a vascos, extremeños a catalanes. Que vascos, catalanes, no son ni han sido nunca nada fuera de la patria común. Que su Historia está íntimamente enraizada, indisolublemente enraizada con la del resto de sus hermanos pueblos de España. Que nunca serán otra cosa. Que ni en el indeseado caso de que fueran un día independientes, serían una nación. Sólo serían regiones españolas independizadas del resto de la Nación.
En el Día de la Hispanidad, gritemos fuerte nuestro pasado, plantemos cara al presente, soñemos con el futuro. Porque es lo único que aún no está escrito. Es lo único que depende de todos nosotros, cada uno en la medida de sus posibilidades. Escribamos un futuro para nuestra Nación que olvide el terrible presente y recuerde su glorioso pasado. Entre todos.
¡Viva España! ¡Arriba España !