Seguidores

sábado, 29 de octubre de 2011

¡¡¡HA SALIDO EL GORDO!!!

Estaba yo pensando que, entre minivacaciones y otros menesteres, llevaba unos 15 días sin pasarme por mi pequeña tribuna pública cuando, esta mañana, he comprado los periódicos. ¡Cuál no sería mi sorpresa al descubrir que no habían pasado 15 días, sino unos 2 meses!

Y es que portadas de periódicos españoles abrían, con el típico alarde tipográfico, con el número agraciado con el Gordo de Navidad de este año.

El 4.987.300.

Ése ha sido.



El 4.987.300.

Por eso de la suerte (puñetera ella), el premio ha quedado muy repartido por toda España. Como tiene que ser, claro.

Sí, es verdad que, por ejemplo, en Andalucía, se llevan un pellizco un poco mayor. Normal. Llevan muchos años comprando el mismo boleto. Ya les tocaba. Tenía que caer.



Todo esto no es, claro, más que una mala broma a partir de una muy real pesadilla. Pero al ver algunos rotativos esta mañana me ha venido a la mente, inmediatamente, la típica portada del día siguiente del Sorteo de Navidad.

Porque tocar, nos ha tocado. A muchos, sino a todos. En primera persona, segunda o tercera.

Hay quien sitúa el origen de este drama en el bárbaro atentado que empujó a un incapaz al poder. Puede ser.

Pero yo me acuerdo, en estos momentos, más de las elecciones del 2008. Ahí, los españoles no votamos impactados por ningún atentado. Fríamente, decidimos que José Luis Rodríguez Zapatero lo había hecho lo suficientemente bien como para seguir rigiendo los destinos de una Nación como la nuestra.


Ésto, en sí, supone un inmejorable argumento en contra de la democracia y en favor de otras formas de Gobierno. Pero éso es otra historia.

Hablando de Gordos, para muchos el mencionado de Navidad se puede adelantar. Concretamente, puede caer el 20 de noviembre.

Hay quien se piensa, incluso entre ex-votantes socialistas en 2008, que cuando llegue el PP todo va a cambiar.

No se emocionen, señores. Milagritos, a Lourdes.



Estoy seguro que con Mariano en La Moncloa desde hace cuatro años, ahora habría unos cientos de miles de españoles menos en paro. Pero, aún así, habría muchos. Eso sí. No hubiéramos tenido que acordarnos de pegatinas con el lema "Por el pleno empleo", que, más que risa, dan asco, en estos momentos.


Da miedo pensar lo que se pueda encontrar el nuevo equipo de Gobierno. Basta ver lo que ha aparecido en Castilla La Mancha o Cataluña. Y en ambas regiones españolas, los socialistas aún se permiten el lujo de criticar a los entrantes. Ni con todo el cinismo del ejercicio de la política se puede permitir tamaña desfachatez.

Imagino las caras de María Dolores o Arturo al echar el primer ojo a las cuentas que se han encontrado por los ¿¡gestores!? anteriores. Habrán pensado "y ahora, ¿qué hago yo? Si lo sé, no vengo."







El margen de maniobra se ha estrechado tanto que ha quedado reducido a la mínima expresión. Seguramente el PP dará los pasos adecuados en política económica, lo que, en el futuro, podrá redundar en la política social.

Pero también considero fundamental una reestructuración más que profunda del Estado de las Autonomías, y, ahí, no me fío de Mariano. En ese campo debería tomar nota de las sensatas propuestas de UPyD y de Rosa Díez.

Entre tanto, al español de a pie no le queda otra que rascarse el bolsillo para ver si el Gordo de verdad, el de la lotería de Navidad de toda la vida, se digna darnos una alegría. Por lo menos, con él, algunos pocos españoles podrán ver con más tranquilidad el titular que nos espera dentro de unos tres meses.

El de haber superado ya, oficialmente, los 5 millones de parados (aunque, a la sazón, ya los haya hoy en día).

Suerte a todos.

sábado, 15 de octubre de 2011

MANUAL PARA MONTAR TU PROPIA CONFERENCIA DE PAZ

Ahora que está tan de moda el término es, sin duda, el momento ideal para repasar unos sencillos pasos necesarios para que cualquiera pueda poner en marcha su propia "Conferencia de Paz". Se trata de una serie de fáciles premisas a tener en cuenta cara a su elaboración.

1.- Establecer las conclusiones

Sí, sí. Han leído Ustedes bien. Establecer las conclusiones. Ya que vas a liarte con el jaleo de montar toda la parafernalia que supone un acontecimiento de estos, lo mínimo que debes tener en cuenta es que te sirva para algo. No puedes, bajo ningún concepto, dejar al libre albedrío el hipotético resultado de la Conferencia. Te puedes encontrar con lo que no quisieras. Es semejante a la norma de los abogados de no hacer preguntas en un juicio, salvo que ya sepan la respuesta.
Sorpresas, las justas.

2.- Elaborar el corpus teórico

Obviamente, una vez decidido cuál debe ser el resultado de la Conferencia de Paz, debes preocuparte de establecer una serie de argumentos que sustenten tu teoría. Tenlo todo bien pensado. Repásalos bien. Adelántate a las preguntas u objeciones que te puedan plantear para tener preparadas las respuestas que estimes adecuadas.

3.- Difusión y captación

Dado que quienes te conocen sabrán perfectamente de qué pie cojeas y por donde te mueves, necesitas atraer a tus ideas a determinados sujetos "independientes" que suscriban todo lo que piensas, o la mayor parte.
Vas a tener, para ello, que llevar a cabo una larga y paciente tarea adoctrinadora por todos los lugares que puedas. Cuanto más lejanos, mejor. Recuerda siempre usar para estos viajes dinero ajeno. Hacerlo de tu bolsillo sólo sirve para encasillarte como "pringao", algo malo, muy negativo para que luego te hagan caso.
Ahí, tendrás de tu lado la estadística. Es sencillo. Según el último recuento oficial, en el mundo hay un porrón de gente, muchísimos.
Es, por ello, absolutamente impepinable que, defiendas lo que defiendas, vas a encontrar gente, y no poca, que esté de acuerdo contigo.
Ésto vale para todas y cada una de las teorías que puedas imaginar. Sea para defender la excarcelación de asesinos de niños o para mantener que sectores de la clase dominante mundial han sido abducidos por malvados extraterrestres cuya apariencia real esconden al apropiarse de la forma de su víctima. Lo que sea. Hasta lo más peregrino. Siempre encontrarás quien te dé la razón.
Y cuanto más estúpida y más peregrina sea tu idea, con más virulencia la defenderán.
Es matemático.

4.- Casting

Tienes que entender que vale más calidad que cantidad. Sabes que cuentas de tu lado con multitud de indignados, perroflautas y greñudos. Pero no. No te sirven para tus propósitos. De entre los "captados" en tus viajes, da un repaso exhaustivo de los curriculums. Vas a tener mucho para elegir, pero, al final, poco decente que te pueda ser útil. Te quedarás con cuatro o cinco nombres.

A partir de este momento, para referirte a ellos, deberás emplear el término "expertos". Siempre.

Habrá otros muchos que no estén de acuerdo con ideas como la de soltar a asesinos múltiples, darles una pensión, etc. Ni les nombres. No existen.

Y, un tercer grupo, será de indiferentes. Gente que te dirá: "No, si no digo que tengas o no razón. Es que a mí, me la bufa." Quédate con sus datos para una emergencia. Un indiferente, con el incentivo adecuado, puede ser un futuro aliado.

5.- Pedagogía local

Ya lo tienes casi todo. Tus conclusiones preparadas y tus expertos aplaudiéndolas emocionados. No queda más que poner día y hora para la Conferencia.
Ahí, lo que te queda es, sin embargo, lo más difícil que hacer. Tienes que volver a tu país, donde te conocen de sobra y saben por donde respiras. Tienes que ser ladino hasta más no poder.
Utiliza el término "paz" hasta para dar los buenos días. Consigue que dé la sensación de que, quien va contigo, está por el fin de la violencia y, quien no, por la continuación. Obvia que, quienes matan, son tus amigos. No es práctico recordarlo.
Acusa de "inmovilistas" a quien no opine como tú. Puedes calificarles, en un momento dado, de "fascista", pero sin abusar. Es una expresión que, de tanto mal utilizada y repetida, ha perdido mucha efectividad.
Juegas con la colaboración del famoso especimen "mindundi político". Esa especie que está dispuesto a dar las gracias porque no te maten. Que no le importa perdonar a un asesino a cambio de que no vuelva a matar (aunque jamás indultaría a un ladrón de gallinas aunque jurara que no se iba a repetir). Que está dispuesto a tragar lo que sea por figurar y medrar en su carrera. Por aparecer en la foto deseada.
Si consigues el suficiente número de estos mindundis, tus objetivos estarán mucho más cerca.

Esos que ya decidiste tanto tiempo atrás.

miércoles, 12 de octubre de 2011

COMUNICADO DE UN ESPAÑOL A ETA

Os encanta escribir y leer comunicados. Os encanta aparecer, esporádicamente, para conseguir ser el centro de atención. Utilizáis este método como sustituto de los asesinatos y los atentados, para lograr el mismo objetivo. Para recordarnos que aún seguís ahí, armados y amenazadores.

Ahora estáis, supuestamente, en una especie de abandono de las armas por entregas. Poniendo zanahorias delante del morro de políticos inseguros e influenciables.

¿Es porque os habéis cansado de robar, extorsionar, matar?

No. Simplemente se trata, y vosotros mismos lo habéis dicho, de un cambio de estrategia. Y la estrategia ahora puede ser A, mañana B, pasado otra vez A. Según os interese en cada momento.

Os aprovecháis de que vuestros mandados han conseguido colarse en las instituciones, por la dejadez, e incluso la complicidad de determinados elementos. Lo bendecís en vuestros comunicados de boronos cejijuntos boina-a-rosca. Es lo que conviene ahora.

En el otro lado están esos políticos españoles de medio pelo. Políticos dispuestos a tragar, y hacernos tragar, no pocos sapos y culebras en pro de un supuesto bien superior que, en este caso, se viste con el ropaje del "fin de la violencia".

Pero escuchar esto. Criminales, empezastéis a matar, a asesinar, cuando quisistéis, cuando lo decidisteis vosotros. Pero no seréis vosotros quienes digáis "hasta aquí, se terminó".

No importan vuestros estúpidos comunicados, vuestros estúpidos representantes o nuestros estúpidos políticos.

ETA no acabará porque vosotros lo digáis.

ETA acabará cuando todos, todos, y cada uno de vuestros delitos haya sido juzgado. Desde el más cobarde de vuestros asesinatos o la mayor de vuestras salvajadas, hasta el último robo de coche o carnet falsificado.

ETA acabará cuando todos los anormales y desgraciados que han cometido esos delitos sean sentenciados y culpan el último segundo del último minuto de la última hora de su pena. Todas las horas, todos los minutos y todos los segundos.

¿La generosidad? La generosidad, en nuestro sistema judicial viene ya de serie. ¿O no es generoso dejar vivir al asesino de un niño? ¿No es generoso dejar vivir a quien vuela un centro comercial? ¿No es generoso dejar vivir a quien lanza un coche-bomba contra un patio donde juegan unos pequeños?

¿Aún queréis más generosidad? ¿La tuvistéis vosotros?

Fuistéis muy lanzados y muy ufanos para pegar tiros por la espalda, para poner una bomba y verla estallar desde lejos, para amenazar por carta a tantas y tantas personas.

Pués ser igual de consecuentes para cumplir la sentencia que esos actos comportan. Demasiado ganáis ya con no recibir esa perpetua o esa inyección que merecéis.

Y siempre, ahora, cuando estéis en la cárcel, y después, cuando algún día salgais, que os acompañe mi desprecio, mi asco y mi vergüenza como vasco y español.

Y vaya lo mismo, también, para todos aquellos que no siendo etarras os jalean y animan. Para aquellos que condenan con la boca pequeña un atentado, los que lo hacen, y ponen el grito en el cielo porque se reclame el cumplimiento íntegro de las penas, o porque os han zarandeado un poco e, incluso, habéis recibido un bofetón.

Falsos, hipócritas, escoria... Los unos y los otros. Pobre, pobre etarra, que está malito. Liberémoslo. Pobre, pobrecito, que lleva mucho encerrado. Soltémoslo. Pobre, pobre, que sólo recibe una visita al mes.

No haber robado, matado, asesinado. Lo habéis hecho. Ahora no os quejéis. Tened, al menos, ese ápice de coraje y dignidad. Ya sé que es mucho pedir.

No. ETA no acabará cuando lo digáis vosotros. Acabará cuando paguéis vuestros delitos. Acabará cuando las víctimas puedan mirar al futuro sabiendo que quien les dejó sin su padre, hermano, hijo, ha recibido el castigo merecido. Entonces sí.

Cuando la última víctima pueda recobrar la paz sabiendo que se hizo justicia, cuando vosotros no seais más que un negro fantasma de un pasado lejano, habréis acabado.

Será cuando ya no podáis hacer daño. Cuando ya no sintamos por vosotros ese asco que hoy sentimos. Cuando no seais más que una boñiga que se seca en el margen de la carretera que dejas atrás.

martes, 4 de octubre de 2011

LA GENEROSIDAD

Cito, textualmente, un extracto de la noticia que publica hoy, entre otros, El Correo Español bajo el titular "El fiscal superior del TSJPV asegura que la Justicia "será generosa" con los terroristas que pidan perdón".
El fiscal del TSJPV "ha pedido a los terroristas "valentía" para aceptar la realidad democrática y plural y el deseo del pueblo de vivir en paz y libertad. "Dad el paso que todos esperamos, incluidos muchos presos y sus familias y miembros de la izquierda abertzale, disolveos, pedid perdón a las víctimas y a este país por el enorme daño que habéis causado y decid definitivamente que ya está bien", ha dicho.
Según ha explicado, "el pueblo y la justicia, que emana del mismo, sabrá reconoceros el paso que deis en ese sentido y sabrá ser generosa para comenzar de nuevo a construir una sociedad justa, libre y plenamente democrática donde todos quepamos, también vosotros"."


La emoción me nubla la vista ante tan hermosas y bienintencionadas palabras. ¡Vaya bonito, oiga!

Es tan bello el escuchar frases que incluyan palabras como "generosidad", "perdón",...

Es más, no debemos dejar estos conceptos en el estado de meras declaraciones periodísticas, de meros titulares de rotativos. No. Hay que ir más allá.

Como dice el señor fiscal, Juan Ramón Calparsoro, la justicia debe reconocer esos conceptos y actuar en consecuencia. Se debe, por lo tanto, articular un Código Penal sujeto a esa nueva, bienintencionada y progresista visión de la Justicia.

A partir de ahora nos plegaremos a la siguiente ecuación algebracia:

D + P = G

Lo que significaría:

Delito + Perdón = Generosidad

Y tan amigos.

Las palabras del bondadoso fiscal se refieren, principalmente, a esas ovejillas descarriadas que, por un afán cuasiromántico de libertad, se vieron empujadas, muy a su pesar, a asesinar a cientos de personas, amén de cometer otros delitos como secuestrar, robar o amenazar que, de puro banales, no deberían, siquiera, ser contemplados en el Código Penal.

Pero yo, en mi inocencia, entiendo que sería de todo grado injusto valorar más positivamente la petición de perdón de estos señores que la de otros caballeros que ocupan, también, tenebrosas celdas en nuestro cruel y terrorífico sistema penitenciario.

Es por ello que yo abogo por lo siguiente:

Generosidad para el asesino etarra que pida perdón.
Generosidad para el ladrón de bancos que pida perdón.
Generosidad para el ladrón y asesino de viejecitas que pida perdón.
Generosidad para el violador que pida perdón.
Generosidad para el asesino de su mujer, que pida perdón.
Generosidad, de hecho, para cualquier asesino que pida perdón.
Generosidad para el que abuse de bebés y niños pequeños para hacer negocio en internet, que pida perdón.

Y así, sucesivamente. Porque, claro, de humanos es errar y de sabios rectificar, como seguro deberán reconocer las víctimas de los etarras, los bancos robados, las vijecitas, las violadas, las mujeres asesinadas por sus maridos, los niños y los bebés... ¡Generosidad!

Por arrimar el ascua un poco a mi sardina, y dado que yo no me encuadro, hasta el momento, en ninguno de los colectivos que arriba enumero, pediría un esfuerzo extra al Poder Judicial para que amplie su generosidad a otros tremebundos delincuentes, entre los que, me temo, si me hallo.

Generosidad para los conductores que pasen a 71 por un 50, si piden perdón... de rodillas, si hace falta.