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viernes, 30 de abril de 2010

ESCORIA

Ayer saltaba a los teletipos la noticia de la desaparición de Iñaki de Juana Chaos. Las autoridades norirlandesas y sus propios representantes afirman no saber nada de él desde hace un mes. Todo parece indicar que este pedazo de escoria ha huido. 
Esta bazofia infrahumana lleva tiempo riéndose a la cara de todos nosotros. Esta rata cobarde, este asesino múltiple, debería ser el mayor ejemplo a poner de la necesidad de que en España se modifique la Ley para evitar que cosas así puedan provocarnos el asco que nos producen. 
No hace mucho escribí sobre mi opinión de la Justicia y mi absoluto convencimiento de que la pena capital es la única adecuada para proteger al conjunto de la Sociedad de ciertos elementos, babosas purulentas que, por sus acciones sanguinarias, se posicionan fuera de lo que es el género humano. Defendía la posibilidad de la conmutación por cadena perpetua de algunas sentencias capitales, pero no de otras. 
No puedo comprender a una Justicia que tiene con ciertos pedazos de mierda los miramientos que tiene. No puedo comprender a una Justicia que a un asesino múltiple, cruel, insensible, psicopático, que nunca ha mostrado ninguna señal de arrepentimiento, no le aplique la única pena que merece, la pena de muerte. Personas así son mala hierba, son parásitos infecciosos cuya eliminación, a través de cauces legales y judiciales, debe ser una obligación de nuestro sistema, para poder preservar a las personas de bien, que es la mayoría. 
Pero lejos de eso, nuestro sistema judicial es tan endeble, que una piltrafa asquerosa como este ente nauseabundo, puede, todavía en prisión, disfrutar de unos polvos con su novia, cuya catadura moral ya sospechamos cuando se ha enamorado de semejante sujeto incalificable. Nuestro sistema judicial le permite escribir cartitas a los periódicos para reirse de las víctimas, asesinándoles con sus palabras por segunda vez. Nuestro sistema judicial le permite, después de segar la vida de veinticinco personas, salir de la cárcel aún en la flor de la vida para disfrutar de un aire que con su hálito repugnante no hace sino envenenar. 
Le permite viajar. Y le ha dado, por eso, todo parece indicarlo, la posibilidad de huir. 
Sólo espero que este deshecho humano controle sus impulsos asesinos. Sólo espero que no tengamos que lamentar que algún día, algún nuevo asesinato lleve su firma. Pero la cabra tira para el monte y la escoria, la porquería humana tira al delito, porque son sociópatas, son criminales que, por encima de sus supuestos motivos políticos, asesinan y destrozan vidas porque les gusta, porque eso les pone. 
Hay otros países en el mundo que no permiten estas cosas. Hay otros países en el mundo que no dejan vivir más que lo imprescindible a los mierdas que hay en sus patrias. Y que, si alguno se les escapa, remueven Roma con Santiago para encontrarle en la guarida donde se esconde y traerle de vuelta a donde debe estar y de donde nunca debió salir. 
Pero España no es así. En realidad, ¿para qué buscarlo y traerlo?. ¿Para que se ría de nosotros otra vez?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Es lamentable que miles de personas se dediquen a criticar la "represión" de Franco y sin embargo de estas cosas no digan nada.
Con individuos como este la unica solución es eliminarles, todo ser humano tiene derecho a vivir, pero algunos lo pierden con sus actos, y él y sus amigos son de esas personas que perdieron el derecho a la existencia desde hace mucho.

En busca de un nombre decente dijo...

Una cosa es que un estado de derecho utilice o aprenda del caso de De Juana para enmendar ciertos defectos en las leyes que rigen y otra diferente es retorcer la justicia para imponer nuevas condenas a quien no cumplió una acorde con los delitos de cometió aún y cuando cumpliera lo que estaba establecido por el propio estado y su justicia.

¿Que los años que cumplió De Juana eran insuficientes para los delitos por los que fue condenado? De acuerdo. ¿Que cumplió lo que la ley impuso acogiéndose a lo que la ley le permitía acogerse y posteriormente quedó en libertad? Pues también.

No es necesario que opine sobre su persona, me parecen terribles todos y cada uno de los asesinatos de ETA.
A partir de ahí, y en mi opinión, se ha tratado de añadir años a una condena ya cumplida mediante cualquier argumento, una carta en un medio de comunicación, en un homenaje al que no asistió, etc.

Si la ley no era justa, cambiese, pero el estado debería ser el primero en asumir sus responsabilidades y aceptar sus errores o sus deficiencias.
Podemos pasar por encima que no existe la presunción de inocencia según y para quien por mucho que la recoja cualquier ordenamiento legal, como podemos olvidarnos también de que no da la sensación de que el fin último de las condenas sea la reinserción, por lo que se puede escuchar, asi que lo ideal sería que estas cosas se plantearan donde tienen que hacerse y se modificaran si hubiera una mayoría posicionada al respecto.

Desde el momento en el que una persona cumple su condena y sale a la calle, es exactamente igual que tú, que yo o que cualquier otro. Nos guste o no nos guste, tenga el pasado que tenga y posea la altura o bajeza moral que posea.
De Juana expresó su voluntad de dedicarse a escribir y dijo no pertenecer ya a ETA. Nos creemos todo lo que dice en sus cartas (y le aplicamos la lupa con mayor aumento posible), pero no creemos lo que preferimos no creer.
Estoy convencido de que los familiares de cualquiera de sus víctimas preferirían verle en la cárcel, o quizas incluso muerto, pero lo mismo sucede con las víctimas de otros muchos delitos. Es humano y comprensible.

Personalmente, por otra parte, no acepto la pena de muerte. No acepto el asesinato como respuesta al asesinato, y menos por parte de un estado que se pretende avanzado (Baste echar una ojeada a los países que mantienen la pena de muerte, incluso a esos estados unidos del "que dios bendiga américa" y su quinto mandamiento).

La ley tiene muchos errores, por defecto y por exceso, pero igual es mucho pedir para un país en pañales democráticos equipararnos a lugares como Gran Bretaña, por ejemplo, donde uno puede, por ejemplo, un hiyab, sin que nadie se sienta ofendido (o nos ofenden las monjas?)

inisfree dijo...

Para En busca de un nombre decente, por partes.
Lo primero, que a un asesino que ha cumplido unos pocos meses de cárcel por cada una de sus víctimas, lo que es, como reconoces, injusto, le caiga una pena por otro delito mayor de la que crees le pueda corresponder, como comprenderás me importa una higa. Si a un delincuente le debieran caer diez años de cárcel, cinco por un delito cometido y cinco por otro y le cae una sentencia de dos años por uno y ocho por el otro, por mí, Amén Jesús.
En segundo lugar, si este desgraciado iba o no a ser condenado por esta nueva causa, está por ver. Se le reclamaba para prestar declaración. Y no sólo la Justicia española, sino también la irlandesa lo creían pertinente.
En tercer lugar, en poca estima te tienes cuando te consideras igual que un asesino múltiple que vive injustamente una vida que no le corresponde y que jamás se ha arrepentido de sus acciones.
En cuarto lugar, y ahí quizá me expliqué mal, si alguna moraleja tiene mi entrada, viene en clave de la endeblez del sistema judicial español, en virtud de su actuación ante una escoria como ésta. No hablo, en particular, de esta nueva causa abierta.
En quinto lugar, no acepto, ni de lejos, que puedas encuadrar en la misma categoría, asesinato, a la acción voluntaria de un criminal y a la aplicación de una sentencia que persigue dar a una persona el castigo que merece, además de proteger a la Sociedad de las acciones de ciertas alimañas.
En último lugar, estoy seguro que tu preocupación por permitir a ciertas personas saltarse las leyes de los países que les acogen o de las instituciones de las que pretenden formar parte, se hará extensiva a la situación de, por ejemplo, los cristianos en los países de origen de estos individuos. Estoy seguro que seguirás con gran preocupación los continuos asesinatos de personas, por el hecho de ser cristianas, que se dan en esos países. Si su cultura les pide que vayan tapados o en pelotas a mí me da igual. Pero en España se tienen que ceñir a las leyes de esta nación europea occidental. Y si un colegio cree conveniente que NINGÚN alumno, español o no, vaya cubierto o en pelotas, NADIE puede ir cubierto o en pelotas. Y punto. Y si no, que elijan. Vivir aquí según nuestras normas o en su país según las suyas.