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martes, 8 de junio de 2010

SI BEBES, NO CONDUZCAS

Me ha llegado, recientemente, un vídeo realizado por el 20 aniversario del TAC. No me cabe duda de que, quien más, quien menos, todos hemos visto anuncios destinados a hacernos ver a todos, jóvenes y no tan jóvenes, que todos estamos en el ajo, el enorme riesgo que supone coger el volante en condiciones inadecuadas, sea por alcohol o por otras sustancias.

Dios me libre de pontificar sobre el tema. Todos, unos más que otros, hemos cometido errores en nuestra vida. Yo mismo sé lo que es dar vuelta de campana con un coche. Sin embargo, no está de más que, de vez en cuando, recordemos que, cuando nos ponemos al volante, estamos, realmente, empuñando una máquina de matar, de morir o, quizá, de ambas cosas.

Que recordemos nosotros y hagamos recordar a nuestros seres queridos que, para conducir, hay que estar en las mejores condiciones posibles. Que la décima de segundo que puede retrasarse nuestra reacción si hemos bebido, va a significar la diferencia entre vivir, quedar malherido, impedido o morir.

Debemos pensar en los que van en el coche con nosotros, en los que nos quieren y nos esperan en casa, en los que nos cruzamos por la carretera... Debemos pensar en que, verdaderamente, no merece la pena jugarte eso, todo, por unas cañas, unos vinos o unos cubatas.

No me voy a extender porque no voy a decir nada que no hayáis oído ya. Sólo eran estas líneas para servir de introducción a este vídeo. Algunos ya lo habréis visto. Nunca está de más recordarlo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo creo que beber en exceso es malo independientemente de que se conduzca o no (si lo sabré yo...) pero el problema de mezclar alcohol y vehículo es que te puedes llevar a más de una persona por en medio.
Yo no paro de ver campañas por televisión, pero al igual que sucede con el tema de la violencia de género, no veo que produzcan resultado alguno.

inisfree dijo...

Yo tampoco estoy muy seguro de que den resultados. Somos muy inconscientes, demasiado.

aspirante dijo...

El problema está en que la ley está hecha para que no se cumpla y poder sancionar a todo el mundo.
Afán recaudatorio, vamos.
El límite es tan bajo que cualquiera que haya bebido, sin estar ni de lejos mareado, animado, achispado... no digo ya borracho, da positivo.
La gente, por norma general, no hablamos de locos inconscientes, no quiere jugar con su vida ni son suicidas ni asesinos.

Lo que hace falta es no fiarse tanto de los supercoches.

inisfree dijo...

La Ley de Tráfico y casi todas sus campañas de controles tienen, tan sólo, un afán recaudatorio.

Se ponen controles donde más puede caer la gente, aunque no sean puntos ni medio peligrosos. Es una desvergüenza y una irresponsabilidad de nuestras autoridades.