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miércoles, 30 de junio de 2010

DIVAGANDO UN POCO

Hay días en que uno no está para nada, la verdad. Hoy es uno de esos. Es de esas jornadas en que te encuentras, como se suele decir, un poco espeso. La cosa es que me apetecía hacer una nueva entrada en el blog, de hecho, aquí me véis, pero, francamente, no hay ningún tema que me llame demasiado.

Por ejemplo, ha acabado la Presidencia española de la CEE. ¡Vaya suerte tienen los europeos! Sólo han tenido que soportar a Zapatero de Presidente durante seis meses. ¡Menudo chollo! Que nos lo digan a nosotros. ¡Seis años, ya! Parece mentira. Yo ya no me acuerdo ni cómo era por entonces. Más joven, más esperanzado... Y lo que nos queda. Por lo menos, otros dos años más. Eso es mucho, muchísimo.

A Zapatero le dejas dos años en la Casa Blanca y en cuatro días tienen otro Norte contra Sur. O Este contra Oeste, vaya Usted a saber.

Bien mirado, España es un país más fuerte de lo que pensamos. Aún aguantamos, al menos, formalmente, como una sola Nación. Con la que está cayendo...

Mejor no pensemos en Zapatero. No, Zapatero, no. Que ya cansa el hombre. Bastante me lo recuerda mirar los extractos bancarios.

Además ahora ya estamos en veranito. Sol, calor... Muy apropiado para salir a tomar el aire, a respirar. Ahí tenemos todas las opciones que queramos. Los sindicalistas, por ejemplo, se juntan unos amigos y se dedican a informar, de forma totalmente gratuita, a todos aquellos que, por ignorancia de las circunstancias, que no por falta de voluntad, deciden ir a trabajar.

Más majos...

A veces tienen que gritar un poco, pero es que hay gente muy dura de oido, y con el ruido del tráfico, pués ya se sabe. Que tampoco con gritos, pués por señas. Mire, caballero, aquí mi hombro. De él, sale un brazo que acaba en una mano. En ella, véalo Usted, hay una hermosa barra de hierro templado, capaz de recitarle encima el alfabeto en morse. ¿A qué ahora ya me ha oido?

No sé por qué me da que alguna de sus acciones se podrían interpretar como delictivas haciendo una lectura estricta de la Ley. Pero, ¿quién va a hacer esa lectura? ¿Alguien lo ha hecho alguna vez? No, que va. Aquí lo que prima es el derecho constitucional a la Huelga, que, por supuesto, lleva implícito el derecho a agredir, insultar, destruir, colapsar, perjudicar, sin que ello te cueste ni un "mecachis".

Algunos de esos sindicalistas, por lo menos en Cataluña, ya habrán cogido también sitio para participar en la manifestación contra la sentencia del Estatut. ¿Qué va a poner en la pancarta? Yo les sugiero, por ejemplo, un "Pués sí, encima nos quejamos".
En Catalán por supuesto, sea preferente o no.

Se juntaron cuatro politicastros, sin un mínimo interés social detrás, y se empeñaron en conseguir un nuevo Estatuto para apañar más dinero y más poder, para vivir como independientes sin serlo, para poder hacer y decidir sin que nadie pudiera decirles nada, para poder saltarse las Leyes comunes a todos los españoles a antojo. Y casi lo han conseguido. Les han echado para atrás cuatro cosillas. Volverán a por ellas. Al tiempo. Por lo pronto, ya han logrado parte de sus objetivos. El primero, superar el anterior Estatuto, ya de por sí, como la mayoría, demasiado permisivo con las regiones.

Quita, quita, déjate de manifestaciones, sentencias ni pamplinas. Que no, que no es el día. Así que vete cerrando ya esta entrada.

A ver si puedo hacerlo con un poco de optimismo. No todo es malo, no, en nuestra España de hoy. Nos acercamos a una cita importantísima que se va a dar en los próximos días. No, no. No me refiero a lo del Orgullo Gay. Que va. Tampoco al Orgullo Hetero. Ah, no, que de ese no hay.

No, me refiero, como no. A nuestra eterna tabla de salvación. El fútbol. De 32 combinados nacionales que fueron al Mundial, ya sólo quedan 8. Y entre ellas, nosotros. Y aún mis lectores no futboleros, se deberían alegrar. Y es que hace falta que se den cosas así para ver las banderas españolas engalanando nuestras calles. Hacen falta estas alegrías para que la gente se pasee con nuestros colores. Sólo los eventos deportivos ponen de acuerdo a todos nuestros compatriotas de La Coruña a Barcelona, de San Sebastián a Melilla. Sólo con ellos nos sacudimos, por unos días, esa especie de vergüenza que sentimos de mostrar nuestros símbolos, nuestra enseña. Sobre todo en regiones donde hay minorías independentistas que, por su parte, anegan todos los pueblos y ciudades con sus carteles, pancartas y símbolos, como si no existieran otros.

Aunque sea por eso, alegrémosnos. Motivos tenemos pocos. No debemos dejar pasar los que se presentan. Así que el sábado contra Paraguay, y después con los que vengan, todos con España, con el rojo y el amarillo, empujando con el pensamiento, apoyando a nuestros jugadores.

¿No os haría ilusión verles regresar con la Copa? Y verles bajar con ella del avión. Y verles como se la llevan a La Moncloa a Zapatero para sacarse una f... ¡Dios mío, no! ¡Ya empezamos otra vez!

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuando Zapatero cogió el poder yo estaba terminando el colegio...entonces era un niño inocente. Seis años después, le aborrezco una barbaridad.
En cuanto a los sindicatos, por ley deben cumplirse unos servicios mínimos, y por ley deben hacerse esos expedientes. Y lo que digo yo: si la reforma laboral ha sido ahora, ¿por que cojones esperan hasta finales de Septiembre para montarla gorda?.
Por cierto, veo asequible a Paraguay, pero sin confianzas, que hay que jugar el partido completo.

inisfree dijo...

Los Sindicatos no quieren perjudicar al Gobierno. Todo lo que hacen, soldado, es por salvar la cara... ante quienes aún se dejen engañar, al menos.

Paraguay es muy inferior. Como lo era Suiza. Va montar un cerrojazo y buscar una contra. Llorente debería jugar. Un buen centro al area puede desatascar al equipo cuando no se pueda entrar combinando, que no va a ser fácil.

aspirante dijo...

A ver si con un poquito de suerte pierden y la gente vuelve a ver la realidad, y en vez de estar viendo el partido nos vamos a apedrear las sedes de comisiones y ugt, que ya va siendo hora.
Con el fútbol el fiscal general no se entera y no hace cumplir las leyes.

inisfree dijo...

¿Que no se entera, aspirante? Claro que se entera, eso es lo peor.

Déjanos, déjanos disfrutar un poco...

Ya habrá tiempo después.

Anónimo dijo...

Lo has dejado meridianamente claro :

Se juntaron cuatro politicastros, sin un mínimo interés social detrás, y se empeñaron en conseguir un nuevo Estatuto para apañar más dinero y más poder, para vivir como independientes sin serlo, para poder hacer y decidir sin que nadie pudiera decirles nada

inisfree dijo...

Es que así fue, Tellagorri. ¿Por qué se hizo? ¿Había una gran presión popular detrás?

¡Si lo fueron a votar cuatro! Y eso una vez conocido. Antes, ni esos cuatro tenían el más mínimo interés en el tema.

Fue una maniobra política. Y ya sabemos para qué.

Maribeluca dijo...

la verdad es que la cosa está de lo más deprimente: el engendro chanchullero del estatuto, las heróicas reacciones de la casta ante los insurrectos,la banda salvaje de la catenaria tomándonos de rehenes, la fiesta del culo en ciernes...y encima este caloruzo que viene a empeorarlo todo

inisfree dijo...

Por algo ando yo tan espeso estos días, Maribeluca. Y no caía yo en por qué. Es... por todo.