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miércoles, 17 de agosto de 2011

LAS LECCIONES DEL VERANO

El verano y, sobre todo, el mes de agosto no suelen ser fechas propicias para que se sucedan las noticias ni los grandes titulares sobre política. Al menos, en España.

Las vacaciones de unos, ellos, unido a la desesperación y el hartazgo de otros, nosotros, dan como resultado que ambas partes nos centremos en actividades más lúdicas, tales como asegurarse de que la cerveza no dure tanto como para calentarse en el vaso (que luego, está como el chís).


Sin embargo, este verano de 2011 está siendo un poco sui generis. Esa sensación me da a mí.

Lo mismo es porque, tras un breve impasse, vamos a caer, de lleno, en unas semanas y meses de vorágine política, con unas elecciones en lontananza, que, aunque sean sólo por lo ansiado, tienen una importancia superior a lo habitual.

También puede ser porque, con tantos millones de españoles en paro, el concepto vacaciones de agosto se diluye un montón. Qué se le va a hacer.

Para lo que sí suele ser útil el verano es para el aprendizaje de nuevos temas y materias, vía cursillos intensivos, vía universidad de la vida.


Y, en esta ocasión, hemos tenido la oportunidad de aprender unas cuantas cosas que, hasta ahora, ni sospechábamos.

Hemos aprendido que, no os lo váis a creer, a aquellas personas que actúan de forma vandálica y delincuente, quemando, amedrentando, amenazando, apedreando, robando,..., ¡se les puede detener!

Sí, amigos. ¿No es sorprendente? Han hecho falta unos días de algaradas y graves disturbios en el Reino Unido para que descubramos que "la Policía está para algo". Por mucho que sectores de opinión o periódicos de extrema izquierda (todos tenemos algún nombre en mente) los defiendan, los protagonistas de estos incidentes son unos salvajes. Y las salvajadas, para eso están los Códigos Penales, tienen un precio.


Es de suponer que cunda el ejemplo. Ya sé, ya sé que, en España, estamos acostumbrados a que todos estos capítulos pasen sin apenas detenciones, ni mucho menos, sentencias. Ya sé que en tres días en Reino Unido han sido detenidas más personas por estos motivos que en nuestro País en décadas. Pero algún día las cosas han de cambiar.

Se ponga "Público" como se ponga. Que ya sabemos que la vida es muy dura, que hay mucho parado, que muchos no se pueden dar caprichos, que les cuesta llegar malamente a final de mes... Pero lo mismo ocurre a otras muchas, muchísimas personas, y no por ellos se convierten en zombies descerebrados sedientos de sangre, violencia y destrucción.


Y es que, para más inri, estos últimos días, gracias a la celebración en Madrid de las Jornadas Mundiales de la Juventud, hemos descubierto que hay jóvenes que no amenazan, no queman, no saquean, respetan, ¡incluso se asean! Nosotros que pensábamos que joven era sinónimo de desapego, falta de respeto, macarrismo, suciedad, insultos, amedrentación... Gracias, pués, a estos otros jóvenes de todo el mundo. Yo ya tengo una edad. Pero hay otros muchos que podían tomar nota.

Pero los británicos no sólo nos han enseñado eso. También hemos podido saber que aquellos menores que hayan provocado daños graves ¡podrán ser juzgados como adultos!

¡Toma ya! Ni sospechábamos que éso era posible.

Precisamente en España, donde matar a tus padres o a quien te dé la gana unos días antes de cumplir los 18, apenas se traduce en una leve regañina judicial. Una especie de "mecachis la pichorreta, hombre, ¿por qué me haces esto?". Anda, anda, marcha y que no se repita..., hasta después de los 18.


Yo, inocente de mí, siempre he pensado que la Justicia consiste en aplicar al autor de un delito el castigo acorde a la gravedad del mismo. A Dios gracias, hay países que me dan la razón. ¿Quizá algún día España también?

Se ponga "Público" como se ponga, claro. Que ya sabemos que es terrible jorobarle la vida a un niñito de 17 años y 364 días por un pequeño desliz en el que se haya llevado una o varias vidas por delante. Pero creo que, como parte de su educación, no está mal que aprenda que los hechos tienen consecuencias.

Mas no sólo los británicos están de profes. Hasta los italianos. Sí, sí, los italianos presididos por el ínclito Berlusconi. Un personaje al que es fácil criticar. Sea por su pésimo sentido del humor. Sea por su gusto por determinadas fiestas. Sea por mantenerse alejado de la raya de la legalidad... por el otro lado.


Pero, ya véis. Hasta él, el denostado Silvio, nos acaba de dar una gran lección. Y, quizá, una de las más importantes para nuestra España actual si la aceptamos.

Se puede ahorrar hasta 46000 millones de euros suprimiendo puestos e instancias políticas que no son imprescindibles. ¡46000 millones!

Éso sí es una reducción del gasto.

Y España, inmersa en una coyuntura muy semejante, debería tomar nota. Señor Presidente, no basta con cortarse sólo nueve de las diez uñas de los pies para ahorrar un diez por ciento en filo de tijerillas y prolongar otro tanto la vida útil de las mismas. No.


En nuestra Nación sobran Ayuntamientos, Diputaciones, Comunidades Autónomas (quizá todas, pero éso es ya otra cuestión),... Nuestro Estado de las Autonomías, ése que se instauró para contentar a aquellas regiones que jamás quisieron ser una simple Autonomía, se ha convertido en una máquina de derrochar ineficientemente el dinero de todos.

Básicamente, estoy convencido que en España pagamos 200 para hacer mal lo que con 100 se podría hacer bien.


En época de vacas gordas, con todos los Partidos chupando del bote a más no poder, es un imposible plantear una disminución del gasto semejante a la italiana a partir de premisas parecidas.

Pero ¿y ahora? Con el agua al cuello, con millones de compatriotas en paro, con la economía que no arranca, con el futuro más negro que los coj... de un grillo,... ¿Ahora no sería el momento?

Nuestros candidatos a Presidente, el hiperactivo cántabro y el hipernosesabemuybienqué gallego, deberían tomar nota. España necesita una transformación radical de su panorama institucional. Radical.

Y se hace ahora o no se hará nunca.


No quisiera acabar de mencionar una última enseñanza veraniega. Podríamos llamarla "la desvergüenza de los nacionalistas".

Pero éso ya es otra historia.



10 comentarios:

Maribeluca dijo...

Lo suscribo todo, amigo mío.

Espero que esos bestiajos de Londonistán limpien la calle con la lengua y tomen ejemplo el resto. Tanta impunidad y mano blanda nos han traído esto...las borrikadas también se arreglaron mucho cuando los papás empezaron a pagar las gracias de sus hijitos, pero hoy vuelven a tener premio gracias a Zapatero, en fin...

inisfree dijo...

Me parece que lo de tomar ejemplo, Maribeluca, va a ser un estilo a la tonadilla de "ilusiones y esperanzas, la alegría de vivir". Pero por desearlo, que no quede.
Que, a veces, somos pobres hasta para pedir.

zurigorri dijo...

Lo que más me gusta de leerte es que dejas, meridianamente claro, que españa es la mierda de país que muchos creíamos. ¿Ves como en la esencia estamos de acuerdo?

Anónimo dijo...

Buen repaso le das a toda la actualidad. Y razón no te falta.

Por eso mismo, Zurigorri, porque España es una mierda, es porque algunos pensamos como lo hacemos. ¿Que te crees que significa el "Arriba España"? ¡Pues que España está hundida y hay que sacarla de la mierda!

zurigorri dijo...

Si no lo he dicho en absoluto a malas. Creo que tanto vosotros como yo pensamos que españa es una puta mierda de país, lo único es que no estamos de acuerdo en los motivos y las soluciones.

Eh, pero con deportividad y tal :)

inisfree dijo...

Zurigorri, he estado en un tris de borrarte el comentario. Dado que soldado ya te había respondido, opté por dejarlo.

Pero no te voy a responder.

inisfree dijo...

Soldado, tienes razón que algo hay que hacer. Ha tenido que ser la crisis que padecemos la causante de que muchos se percaten del sinsentido de este Estado de las Autonomías Garrapata y los nacionalistas periféricos antihistóricos y unineuronales. Dicen que no hay mal que por bien no venga. A ver.

zurigorri dijo...

Pues que quieres que te diga, pero cualquiera que no conozca este país y os oiga (o lea) hablar de él, llegará a la misma conclusión, no creo que haya que rasgarse las vestiduras por reconocer lo que vosotros mismos repetís una y otra vez.

Por otro lado, la crisis que padecemos no es una enfermedad que hemos cogido en el autobús y que flotaba en el ambiente; es el fruto del sistema que quienes gobiernan han propiciado, ya desde los 80 y la autoregulación de un mercado que nos ha follado a todos por la gracia de dios sin que nadie tenga los cojones de decir, "hasta aquí".

Lo del estado de las autonomías, pues que quieres que te diga, pregunta por españa a ver a qué venía tanta autonomía y tanta provincia, pero no eches la culpa a Catalunya o Euskadi de que a los españoles os pareciera cool hacer lo mismo con todo el país. Culpa vuestra.

Y lo de los nacionalismos antihistóricos y unineuronales, bueno, qué quieres que te diga. Nacionalistas españoles unineuronales los hay a puñados también, aunque, claro, eso igual para tí no es un nacionalismo antihistórico y no cuenta.

inisfree dijo...

Naturalmente que es culpa nuestra, zurigorri. Si desde el primer momento se hubiera dicho que NO a vuestras exigencias delirantes y paranoicas ahora viviríamos todos, vosotros incluidos, mucho mejor.

Pero no. Era mejor alimentar a la bestia, a ver si se le pasaba el apetito.

José Luis Valladares Fernández dijo...

Lo que pasa es que allí cuentan con un Primer Ministro a años luz de Zapatero y de RuGALcaba.
Aquí seguimos errando el golpe

Un abrazo