Desde el primer día dije que yo creía a Marta Domínguez. Posteriormente, según El País se iba cebando más y más en ella, mi convicción fue en aumento. No sólo creo en Marta Domínguez. Además, no creo en El País.
Las revelaciones de hoy en el diario El Mundo no han hecho sino confirmar lo que ya sabía. El País, como cualquier fiel perro, obedece la voz de su amo. El escándalo Marta Domínguez recibió el pistoletazo de salida coincidiendo con el affaire controladores aéreos. Después, en días sucesivos, el periódico de Prisa siguió con su acoso y derribo contra una persona que era culpable.
Culpable de haber paseado el nombre y la bandera de España con orgullo por todo el mundo. Culpable de haber competido con las mejores y de haber ganado en no pocas ocasiones. Culpable de ir siempre con la simpatía y la sonrisa por delante. Culpable de habernos hecho felices con triunfos históricos. Culpable de hacernos brotar no pocas lágrimas de emoción. Y, sobre todo, culpable de ser del PP.
Por desgracia, ahora, el escándalo Marta Domínguez se irá enfriando. Y digo "por desgracia", porque, ahora más que nunca, debía seguir en candelero. Lo único que ya no sería el escándalo Marta Domínguez. Sería el escándalo El País, el escándalo CSD. El escándalo que supone, incluso, saltarse la figura de un Juez para intentar, en vano, buscar cualquier resquicio para seguir enmerdando a nuestra campeona.
No sé si la palentina volverá a ser la misma después de pasar lo que ha pasado. Espero que sí. Seguro que el cariño que recibirá de quienes la quieren le compensará por estos malos momentos. Desde este humilde blog, un fuerte abrazo, un abrazo lleno de agradecimiento.
16 comentarios:
Bastante tienen los deportistas españoles con las individias que reciben en el extranjero (recordemos las críticas de los franceses a Contador o las de Maradona a la Selección Española de Fútbol) como para encima tener que ser criticados y tratados como criminales por sus propios compatriotas.
Lo dicho, lo que pasa en España no pasa en ningún lado.
Es indignante, soldado. No se respeta nada. Todo queda supeditado a las inquinas de unos contra otros.
Lo realmente grave de este asunto infame, es que todo se basa en un informe surrealista,basado en elucubraciones y presunciones realizado por la Guardia Civil que deja su prestigio a la altura del mismísimo zancajo.
El informe de la Guardia Civil en el que -a partir de la interceptación de sus comunicaciones telefónicas- concluía que la deportista hablaba en clave con sus cómplices. Así, cuando Marta Domínguez pronunciaba la palabra «oro» era para referirse a las sustancias dopantes, cuando pidió que le llevaran «unos pendientes» quería decir que le entregaran los viales para doparse y cuando le mencionó al atleta Alberto García que le iba a regalar «media botella de ron» se trataba en realidad de un estimulante prohibido. Pues no,señores, no....
Tras la investigación de la juez, resulta que «oro» es un oligolemento que se puede adquirir en los herbolarios, los « pendientes» eran pendientes y el «ron» era ron. Lo que ya es de traca valenciana es que el sesudo informe de la Guardia Civil que podía firmar mi sobrina de cuatro años, decía que Marta Domínguez «tiene fama en el mundillo del atletismo de utilizar métodos poco ortodoxos» y «que se intuye» que la atleta podía haber sido sometida a transfusiones de sangre.
Pues miren,señores de la Guardía Civil, millones de españoles, sí,millones, tenemos la certeza moral de que un Ministro del Interior dió la orden del "chivatazo" del Faisán y aquí estamos esperando. Y sí, «tiene fama en el mundillo de la política de ser un absoluto y redomado mentiroso». ¿Van a ir a detenerlo?.
Lo que queda claro es que el asunto de Marta Dominguez huele muy mal.
Huele a montaje, fraguado desde el Ministerio de Interior de Rubalcaba, para utilizar a la atleta como chivo expiatorio y hacer el paripé de que España lucha contra el dopaje y por otro lado,aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, destrozar el prestigio de una atleta de élite vinculada al PP -Marta fue concejal en Palencia-, a la que se presentaba como una traficante de sustancias dopantes.
Así es, Natalia. Huele muy mal. El Mundo ha destapado un montaje vergonzoso y, para más inri, burdo.
Debo decir que lo que más me duele es que el nombre de la Guardia Civil sea manchado por escándalos como este.
Aunque, en realidad, lo que queda manchado es el prestigio de un País capaz de tratar así a uno de sus símbolos por intereses partidistas.
Un caso más, pero no es mi el primero ni el más escandaloso.
Sin ir más lejos, al señor Gurpegui se le condenó a dos años sin jugar al fútbol a pesar de los informes que demostraban que podía producir naturalmente la substancia, y sin olvidarnos que las muestras no fueron conservadas a la temperatura requerida (llegaron a ir hasta Valladolid en una furgoneta con 37% y sin refrigerar) y que cuando se pidieron las muestras para realizar contraanálisis se dijo que se habían extraviado.
Pero bueno, eso no escandalizó a nadie y el imbécil de Lissavetzki (o como se escriba) quedó como un caballero de la orden antidopaje, cuando estoy seguro de que ha tapado lo intapable.
Ahora Gurpegui tiene que escuchar lo que tiene que escuchar en cada campo que pisa.
Además, lo de Marta es algo bastante habitual; ya no entre deportistas, sino entre ciudadanos de este estado, donde eres culpable salvo que demuestres lo contrario, lo que pasa es que eso a muchos no les importa, no va con ellos
Y, bueno, el comentario de Natalia, obviando los elementos únicos del caso de Marta Domínguez, son tan aplicables a otros casos judiciales no muy lejanos que casi se me desencaja la mandíbula leyéndolo.
Ahora resulta que vienen unos a descubrir que los informes policiales o de la civil son basura inventada en multitud de ocasiones...
Que no saben ni traducir documentos, por favor
Una vez la gente decida informarse podremos optar por una sociedad mas evolucionada. Pienso que lo más importante a tratar en el panorma nacional actual es la inmigración, pero siempre es bueno estar alerta de cualquier otro tema.
Por cierto, magnifico blog!!
Hombre está claro que muchos deportistas como decían los comisarios de "Los hombres de Paco" se han puesto de barbitúricos hasta el culo, y a muchos se lo han demostrado. Lo que no se puede hacer es acusar y hundir a una persona como ha sucedido en este caso sin estar totalmente seguros. Lo mismo que tratar de apartar de la carrera profesional a un ciclista por el mero hecho de haberse tomado a lo mejor dos aspirinas eso es un crimen. Creo que de los deportista más perseguidos por esto del dopaje son precisamente los ciclistas, cuando se trata de uno de los deportes más duro que hay. Saludos.
Siempre que gobiernan hacen algún público escarmiento para tapar otras cosas o para amedrentar al personal, acuérdate de Lola Flores en la picota del fisco, pero esto es mucho más sangrante porque además es inocente...
Además, de paso dejan a las fuerzas de seguridad con el baldón de la policía partidista propia de los países bananeros, más vale que esta gente deje el poder cuanto antes porque cada día nos parecemos más a Venezuela.
Esta vez le ha tocado a ella, pro lo pueden hacer con cualquiera, democracia a la rusa.
Saludos inisfree, te haces cao de ver.
:)
caro..
El señor zurigorri siempre arrimando el ascua a su sardina.
En todo caso, sólo demostraría una connivencia entre los intereses de los autores de los informes y el Gobierno del PSOE.
Por otra parte, comparar lo de Marta con lo de ETA no es aceptable.
Infocontinental, la información es básica para poder opinar con un mínimo de garantías de no hacer el ridículo.
Pero, por otra parte, estamos cansados de ver como la misma información parece absolutamente opuesta según quien la cuente.
Así que, al final, cada uno tira para donde tira.
Así es, Rafa. Los ciclistas han sido, en ocasiones, exageradamente perseguidos. Al menos, desde 1996 o 1997.
Es divertido verles escalar montañas que parecen verticales, con las caras desencajadas y una detrás de otra. Ha habido muchos que decidieron tomar atajos. No me parece extraño. Y se debe evitar, en lo posible. Pero han llegado a una especie de fundamentalismo que, en sí, es tan malo como el doping.
Yo dejé de ver ciclismo hace tiempo. Eso de ver quien ha acabado primero la etapa o la carrera y no saber si será el ganador definitivo...
Coincido, Maribeluca. Las artimañas, mal están, pero se puede entender. El ataque gratuito y público contra un ciudadano inocente no se puede permitir. Pero lo peor es el descrédito que sufren nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado por las actitudes de unos pocos de sus miembros.
Gracias, Candela. Mis circinstancias personales han variado un poco y dispongo de mucho menos tiempo. Un saludo.
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