El verano y, sobre todo, el mes de agosto no suelen ser fechas propicias para que se sucedan las noticias ni los grandes titulares sobre polĆtica. Al menos, en EspaƱa.
Las vacaciones de unos, ellos, unido a la desesperación y el hartazgo de otros, nosotros, dan como resultado que ambas partes nos centremos en actividades mĆ”s lĆŗdicas, tales como asegurarse de que la cerveza no dure tanto como para calentarse en el vaso (que luego, estĆ” como el chĆs).
Sin embargo, este verano de 2011 estĆ” siendo un poco sui generis. Esa sensación me da a mĆ.
Lo mismo es porque, tras un breve impasse, vamos a caer, de lleno, en unas semanas y meses de vorĆ”gine polĆtica, con unas elecciones en lontananza, que, aunque sean sólo por lo ansiado, tienen una importancia superior a lo habitual.
También puede ser porque, con tantos millones de españoles en paro, el concepto vacaciones de agosto se diluye un montón. Qué se le va a hacer.
Para lo que sĆ suele ser Ćŗtil el verano es para el aprendizaje de nuevos temas y materias, vĆa cursillos intensivos, vĆa universidad de la vida.
Y, en esta ocasión, hemos tenido la oportunidad de aprender unas cuantas cosas que, hasta ahora, ni sospechÔbamos.
Hemos aprendido que, no os lo vÔis a creer, a aquellas personas que actúan de forma vandÔlica y delincuente, quemando, amedrentando, amenazando, apedreando, robando,..., ”se les puede detener!
SĆ, amigos. ĀæNo es sorprendente? Han hecho falta unos dĆas de algaradas y graves disturbios en el Reino Unido para que descubramos que "la PolicĆa estĆ” para algo". Por mucho que sectores de opinión o periódicos de extrema izquierda (todos tenemos algĆŗn nombre en mente) los defiendan, los protagonistas de estos incidentes son unos salvajes. Y las salvajadas, para eso estĆ”n los Códigos Penales, tienen un precio.
Es de suponer que cunda el ejemplo. Ya sĆ©, ya sĆ© que, en EspaƱa, estamos acostumbrados a que todos estos capĆtulos pasen sin apenas detenciones, ni mucho menos, sentencias. Ya sĆ© que en tres dĆas en Reino Unido han sido detenidas mĆ”s personas por estos motivos que en nuestro PaĆs en dĆ©cadas. Pero algĆŗn dĆa las cosas han de cambiar.
Se ponga "PĆŗblico" como se ponga. Que ya sabemos que la vida es muy dura, que hay mucho parado, que muchos no se pueden dar caprichos, que les cuesta llegar malamente a final de mes... Pero lo mismo ocurre a otras muchas, muchĆsimas personas, y no por ellos se convierten en zombies descerebrados sedientos de sangre, violencia y destrucción.
Y es que, para mĆ”s inri, estos Ćŗltimos dĆas, gracias a la celebración en Madrid de las Jornadas Mundiales de la Juventud, hemos descubierto que hay jóvenes que no amenazan, no queman, no saquean, respetan, Ā”incluso se asean! Nosotros que pensĆ”bamos que joven era sinónimo de desapego, falta de respeto, macarrismo, suciedad, insultos, amedrentación... Gracias, puĆ©s, a estos otros jóvenes de todo el mundo. Yo ya tengo una edad. Pero hay otros muchos que podĆan tomar nota.
Pero los britÔnicos no sólo nos han enseñado eso. También hemos podido saber que aquellos menores que hayan provocado daños graves ”podrÔn ser juzgados como adultos!
”Toma ya! Ni sospechÔbamos que éso era posible.
Precisamente en EspaƱa, donde matar a tus padres o a quien te dĆ© la gana unos dĆas antes de cumplir los 18, apenas se traduce en una leve regaƱina judicial. Una especie de "mecachis la pichorreta, hombre, Āæpor quĆ© me haces esto?". Anda, anda, marcha y que no se repita..., hasta despuĆ©s de los 18.
Yo, inocente de mĆ, siempre he pensado que la Justicia consiste en aplicar al autor de un delito el castigo acorde a la gravedad del mismo. A Dios gracias, hay paĆses que me dan la razón. ĀæQuizĆ” algĆŗn dĆa EspaƱa tambiĆ©n?
Se ponga "PĆŗblico" como se ponga, claro. Que ya sabemos que es terrible jorobarle la vida a un niƱito de 17 aƱos y 364 dĆas por un pequeƱo desliz en el que se haya llevado una o varias vidas por delante. Pero creo que, como parte de su educación, no estĆ” mal que aprenda que los hechos tienen consecuencias.
Mas no sólo los britĆ”nicos estĆ”n de profes. Hasta los italianos. SĆ, sĆ, los italianos presididos por el Ćnclito Berlusconi. Un personaje al que es fĆ”cil criticar. Sea por su pĆ©simo sentido del humor. Sea por su gusto por determinadas fiestas. Sea por mantenerse alejado de la raya de la legalidad... por el otro lado.
Pero, ya véis. Hasta él, el denostado Silvio, nos acaba de dar una gran lección. Y, quizÔ, una de las mÔs importantes para nuestra España actual si la aceptamos.
Se puede ahorrar hasta 46000 millones de euros suprimiendo puestos e instancias polĆticas que no son imprescindibles. Ā”46000 millones!
Ćso sĆ es una reducción del gasto.
Y EspaƱa, inmersa en una coyuntura muy semejante, deberĆa tomar nota. SeƱor Presidente, no basta con cortarse sólo nueve de las diez uƱas de los pies para ahorrar un diez por ciento en filo de tijerillas y prolongar otro tanto la vida Ćŗtil de las mismas. No.
En nuestra Nación sobran Ayuntamientos, Diputaciones, Comunidades Autónomas (quizĆ” todas, pero Ć©so es ya otra cuestión),... Nuestro Estado de las AutonomĆas, Ć©se que se instauró para contentar a aquellas regiones que jamĆ”s quisieron ser una simple AutonomĆa, se ha convertido en una mĆ”quina de derrochar ineficientemente el dinero de todos.
BĆ”sicamente, estoy convencido que en EspaƱa pagamos 200 para hacer mal lo que con 100 se podrĆa hacer bien.
En época de vacas gordas, con todos los Partidos chupando del bote a mÔs no poder, es un imposible plantear una disminución del gasto semejante a la italiana a partir de premisas parecidas.
Pero Āæy ahora? Con el agua al cuello, con millones de compatriotas en paro, con la economĆa que no arranca, con el futuro mĆ”s negro que los coj... de un grillo,... ĀæAhora no serĆa el momento?
Nuestros candidatos a Presidente, el hiperactivo cĆ”ntabro y el hipernosesabemuybienquĆ© gallego, deberĆan tomar nota. EspaƱa necesita una transformación radical de su panorama institucional. Radical.
Y se hace ahora o no se harĆ” nunca.
No quisiera acabar de mencionar una Ćŗltima enseƱanza veraniega. PodrĆamos llamarla "la desvergüenza de los nacionalistas".
Pero Ʃso ya es otra historia.
10 comentarios:
Lo suscribo todo, amigo mĆo.
Espero que esos bestiajos de LondonistĆ”n limpien la calle con la lengua y tomen ejemplo el resto. Tanta impunidad y mano blanda nos han traĆdo esto...las borrikadas tambiĆ©n se arreglaron mucho cuando los papĆ”s empezaron a pagar las gracias de sus hijitos, pero hoy vuelven a tener premio gracias a Zapatero, en fin...
Me parece que lo de tomar ejemplo, Maribeluca, va a ser un estilo a la tonadilla de "ilusiones y esperanzas, la alegrĆa de vivir". Pero por desearlo, que no quede.
Que, a veces, somos pobres hasta para pedir.
Lo que mĆ”s me gusta de leerte es que dejas, meridianamente claro, que espaƱa es la mierda de paĆs que muchos creĆamos. ĀæVes como en la esencia estamos de acuerdo?
Buen repaso le das a toda la actualidad. Y razón no te falta.
Por eso mismo, Zurigorri, porque España es una mierda, es porque algunos pensamos como lo hacemos. ¿Que te crees que significa el "Arriba España"? ”Pues que España estÔ hundida y hay que sacarla de la mierda!
Si no lo he dicho en absoluto a malas. Creo que tanto vosotros como yo pensamos que espaƱa es una puta mierda de paĆs, lo Ćŗnico es que no estamos de acuerdo en los motivos y las soluciones.
Eh, pero con deportividad y tal :)
Zurigorri, he estado en un tris de borrarte el comentario. Dado que soldado ya te habĆa respondido, optĆ© por dejarlo.
Pero no te voy a responder.
Soldado, tienes razón que algo hay que hacer. Ha tenido que ser la crisis que padecemos la causante de que muchos se percaten del sinsentido de este Estado de las AutonomĆas Garrapata y los nacionalistas perifĆ©ricos antihistóricos y unineuronales. Dicen que no hay mal que por bien no venga. A ver.
Pues que quieres que te diga, pero cualquiera que no conozca este paĆs y os oiga (o lea) hablar de Ć©l, llegarĆ” a la misma conclusión, no creo que haya que rasgarse las vestiduras por reconocer lo que vosotros mismos repetĆs una y otra vez.
Por otro lado, la crisis que padecemos no es una enfermedad que hemos cogido en el autobĆŗs y que flotaba en el ambiente; es el fruto del sistema que quienes gobiernan han propiciado, ya desde los 80 y la autoregulación de un mercado que nos ha follado a todos por la gracia de dios sin que nadie tenga los cojones de decir, "hasta aquĆ".
Lo del estado de las autonomĆas, pues que quieres que te diga, pregunta por espaƱa a ver a quĆ© venĆa tanta autonomĆa y tanta provincia, pero no eches la culpa a Catalunya o Euskadi de que a los espaƱoles os pareciera cool hacer lo mismo con todo el paĆs. Culpa vuestra.
Y lo de los nacionalismos antihistóricos y unineuronales, bueno, qué quieres que te diga. Nacionalistas españoles unineuronales los hay a puñados también, aunque, claro, eso igual para tà no es un nacionalismo antihistórico y no cuenta.
Naturalmente que es culpa nuestra, zurigorri. Si desde el primer momento se hubiera dicho que NO a vuestras exigencias delirantes y paranoicas ahora vivirĆamos todos, vosotros incluidos, mucho mejor.
Pero no. Era mejor alimentar a la bestia, a ver si se le pasaba el apetito.
Lo que pasa es que allà cuentan con un Primer Ministro a años luz de Zapatero y de RuGALcaba.
AquĆ seguimos errando el golpe
Un abrazo
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