Debe ser el anticipo de las vacaciones de verano que hace, al menos para mi gusto, que el curso político empiece a ir cayendo poco a poco en su intensidad, como anticipando el impasse de agosto. Después, con septiembre y con el otoño, las espadas se volverán a alzar, las voces recuperarán sus decibelios habituales, los políticos excavarán en el diccionario buscando expresiones originales que emplear para repetir las mismas ideas de siempre, todo volverá a la normalidad.
Pero éso será entonces.
Yo, ahora, me siento un poco aburrido del tema político. Tras la "emoción" de las elecciones y los últimos fogonazos con la formación de los consistorios y los Parlamentos Autonómicos, las aguas van volviendo a su cauce, al habitual por estas fechas. Tiempos de política de bajo perfil. También momentos en que se agolpa, de pronto, el cansancio de opinar, durante meses, sobre la situación de nuestra ex-gran Nación.
Es un poco de hartazgo.
Hartazgo de Zapatero y de su cara de impotencia, incompetencia, ignorancia e ineptitud.
Hartazgo de Rubalcaba, de su suficiencia, sus ironías, sus cancioncitas y sus triquiñuelas.
Hartazgo de Rajoy, de su poca sangre, de su pasotismo ocasional, de su discurso medido y calculado y de las pobres expectativas políticas de cambio real que despierta quien, en principio, está llamado a manejar el timón del País.
Hartazgo de Cayo Lara y de que en su formación sólo le hagan caso los que piensan como él, ya que a los otros, lo que él diga se la reflanflinfla.
Hartazgo de IU de Extremadura y de lo que hagan o dejen de hacer, de si votan o se abstienen, o se abstienen y censuran o de lo que les dé la gana.
Hartazgo de Cascos y del PP de Asturias, y del espectáculo penoso que han protagonizado y están protagonizando en los últimos meses.
Hartazgo de las Autonomías, y de su techo de gasto que contemplan allí abajo, tan chiquitito, desde sus alturas faraónicas.
Hartazgo de los indignados y de sus acampadas, de los violentos que entre ellos se esconden y de los carros de compra gratis, aún reconociendo que motivos hay para la indignación.
Hartazgo de Bildu, y de los que les apoyan mientras mueven armas asesinas por Francia para cuando sean prácticas, y de los de EA puño en alto (válgame Dios), y de los que olvidan que no es una formación política surgida tras el abandono de la violencia por parte de los criminales, sino amparada y tutelada por éstos y por sus bombas y amenazas, y de Garaicoechea en su penoso papel de títere, y de la cara de chulo de Martín Garitano.
Hartazgo de saber que, en breve (sin ir más lejos, cuando se cierre el plazo de voto de la encuesta sobre el futuro Presidente del Gobierno de España), volveré a caer en la trampa y que reaccionaré a cualquier noticia que me "encienda", escribiendo aquí lo que pienso para compartirlo con vosotros... si es que no estáis hartos de mí.
8 comentarios:
¡Y no te olvides del calor!...
La verdad es que a estas alturas ya resulta cansino y penoso el panorama político español, pero es lo que hay. Prefiero estar todo el año preocupado por lo que hacen que ser como aquellos que sólo se preocupan de los políticos cuando les prometen cosas en periodo electoral.
Y el calor, soldado, el calor, que ya empieza a asomar y no hay donde esconderse de él.
El panorama, cansino y penoso, sí.
Pues sí, no me extraña, el caloruzo y el esperpento elevados al cubo, porque no te creas, que aprovechando estas cosas y las vacaciones del personal,te las cuelan todas dobladas...
Yo estoy harto de que en las Hogueras de Sant Joan no podamos quemar a estos mangutas.
!Qué desprovechamiento del fuego purificador!.
Y encima las calles llenas de borrachuzos meando en las esquinas (con perdón) y vomitando en los portales.
Y los políticos profesionales saben cuando metértela cuadrada, Maribeluca. Cuando tenemos la guardia más baja aprovechan para sacar adelante, sin que nos percatemos, auténticas barrabasadas.
Lástima, Capitán Trueno, que con la "castaña" no les dé por ir a miccionar a la hoguera. No estaría mal que se les chamuscara un poco la pichulina.
Estamos en un bucle donde se repiten los temas y una sensación de hastío nos invade un día si y otro también.
Ese no es sólo tu estado: es el del país.
Entre el sopor y la resignación que propicia la canícula.
Natalia, tú comentario sobre el "bucle" viene que ni anillo al dedo. ¿Recuerdas que hace un año los nacionalistas catalanes salvaron al Gobierno y evitaron un adelanto electoral?
Ayer, otra vez. La misma historia.
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