A lo mejor, como reportero estrella del blog de inisfree, debería haber estado ahí, al pie del cañón, siguiendo la noticia minuto a minuto, segundo a segundo...
Pero, por otra parte, más que el reportero estrella, soy el único, y estoy de puente, y disfrutando de estos días de asueto con mi mujer, y me hartan los huelguistas, y me harta el Gobierno, y me harta ver, siempre, que los paganos de los desmanes e ineptitudes de unos y otros son siempre los mismos, los españolitos de a pie (incluyendo como desplazados a los turistas extranjeros).
Así que he seguido el temita de la semana más bien de una manera somera, sin molestarme en leer ni un artículo completo ni ver un reportaje completo. No me cabía duda que otros blogs iban a cubrir el asunto con nota, y así ha sido, Maribeluca, Candela, aspirante..., brillantes exposiciones a las que no tengo mucho que añadir.
Los acabo de leer ahora. Yo, tan sólo, voy a plantear unas cosillas que pensé, yo sólo conmigo mismo, según se desarrollaron los acontecimientos.
¿Cómo se le puede ocurrir al Gobierno publicar el comentado Decreto Ley recortando los derechos de ese colectivo precisamente la mañana en que va a empezar el puente más largo del año? ¿Es el Gobierno tan inepto (no me costaria creerlo) o hay algo más, una maniobra calculada?
Soy una persona muy crítica con las huelgas. De hecho, no me gustan nada. Aunque no puedo por menos de reconocer que, sin esta arma, los trabajadores, en muchos casos, estarían vendidos. Pero, ¿cómo se les ocurrió a los controladores obviar ese derecho y realizar un movimiento por sorpresa, en vez de una convocatoria oficial de huelga? ¿Sospechaba el Gobierno que la reacción podría ser esa? ¿Lo sabía? ¿Lo pretendía? ¿Ambas?
En este asunto, ¿qué opinión tienen los grandes defensores universales de los trabajadores, los grandes sindicatos españoles, CCOO y UGT, sobre el recorte que sufren los controladores en su situación laboral?
¿Era justificada la proclamación del estado de alarma social y, sobre todo, su ampliación para los próximos días? ¿Era ésta la intención del Gobierno?
De resultas de esto, los controladores han sido declarados ya culpables por la opinión pública. En mi opinión, lo que han hecho no tiene justificación. El odio que han provocado en los daminificados y en los que no lo han sido, pero se han puesto en lugar de los miles de pasajeros, ha impedido que se analice cualquier otro aspecto de la cuestión, y con ello, retorno a la publicación del Decreto mencionado, origen de todo. El Gobierno está logrando salir limpio de polvo y paja en una situación creada por su ineptitud o maquiavelismo.
O el Gobierno es tan inepto que no imaginó que su acción provocaría esta reacción, o es tan desgraciado que lo sabía pero que no le importó jorobar a cientos de miles de españoles para lograr un rédito político.
Ahora, los culpables, los oficiales, deben pagar. Estos "huelguistas de derechas", de ropa cara y aspecto pijo, deben pagar. El Gobierno se encargará de ello. Y, ¿qué pasa cuando otro tipo de huelguista, menos pijo, más de izquierdas, pone silicona en una cerradura? ¿Se la hacen pagar? ¿Qué pasa cuando un negocio debe tener cerrada su puerta toda una mañana por las amenazas de los piquetes, cuando deja de ingresar lo que suela ser habitual, 100 o 500 euros? ¿Se los devuelven? ¿Qué pasa si el pasajero cuyo vuelo no salió por los controladores, no llegó a tiempo porque se encontró con una carretera cortada por neumáticos quemados por trabajadores de astilleros, siderurgias o fundaciones de gatos huérfanos? ¿Buscan a los responsables para hacerles pagar, le devuelven el dinero del billete?
Los paganos de estas situaciones son siempres los mismos, los anónimos, los españoles de a pie, que van a marchar de vacaciones, o que van de camino al trabajo, o a la consulta del médico, o que no pueden abrir su negocio. ¿Cuántos huelguistas han pagado sus acciones tras esos días de huelga?
Pero, claro, esos son huelguistas amigos, esos van a manifestaciones junto a miembros del Gobierno, esos no perjudican, no, sino que luchan por sus derechos de la única forma que pueden..., o, más bien, de la única forma que saben.
Mi conclusión, el Gobierno puede ser un Gobierno de ineptos, pero lo del viernes no fue ineptitud.
Los controladores deben pagar por lo que han hecho, pero cualquier otro huelguista, en cualquier otra situación, debe pagar sus amenazas, atentados, desórdenes públicos. O todos, o ninguno.
Y yo, como he dicho, no he seguido el tema demasiado. Quizá, por tanto, me pueda haber equivocado en algo. Seguro que me lo sabréis indicar en vuestros comentarios.
20 comentarios:
El problema no está en lo que ha pasado, sino en lo que a partir de ahora puede pasar. Se ha elegido un colectivo de muy pocas personas con gran poder económico para que no sufran si son despedidos, un buenismo populista. Además se presenta el gobierno como el Robin de las carteras que quiere decir que va a repartir sueldos y a que todos seamos iguales salarialmente.
Se usa este colectivo porque parece imprescindible y el gobierno pretende decir que no negocia.....ahí está el problema. A partir de ahora quien se siente a negociar con el gobierno deberá tragar o ser puesto en alerta.
Ha sido la presentación de la dictadura.
Los controladores no tienen perdón por lo que han hecho, y deben sufrir las sanciones correspondientes, así como todos los sindicalistas que realicen sabotajes en otras cocasiones.
El gobierno les ha usado, puesto que tienen muy mala fama y son evidiados por todo el mundo debido a sus elevados salarios.
Les han escogido para que sobre ellos recaigan las iras populares y nadie se acuerde de otros temas.
Ineptos son, pero no tontos, y unos maestros en el arte de la propaganda.
Hace unos días publiqué mi opinión sobre este tema en mi blog, ahí está mejor explicado de lo que podría hacerlo en un comentario.
Pero ahora que has mencionado a los sindicatos, he de preguntarme donde están los que decían que los sindicatos harían dar marcha atrás al Gobierno en la reforma laboral...¡la gente ya se ha olvidado de que se aumentó la edad de jubilación!.
Con lo que parece, iskander, que todo puede haber sido una maniobra del Gobierno, que le ha permitido soltar un órdago muy fuerte, pero, sin embargo, con la aquiescencia de la opinión pública. Los controladores se han equivocado, claro que, planteada la cosa como estaba, tenían todas las de perder, por acción o inacción.
Por supuesto que no se pueden ir de rositas. Lo que han hecho no tiene perdón de Dios. Pero estamos de acuerdo. Otros huelguistas merecen la misma severidad. No, por supuesto, en cuanto a huelguistas, sino en cuanto a delincuentes que atacan, coaccionan, destrozan y amenazan.
Los sindicatos amaestrados están a ver, oir y callar... y seguir chupando del bote. Ese es, al tiempo, su medio y su fin. Soldado, si los trabajadores dependen de la defensa que de sus derechos hagan CCOO y UGT, van de culo, cuesta abajo y sin frenos.
Al menos, mientras gobierne el socialismo.
El sometimiento de los controladores a la jurisdicción militar es plenamente inconstitucional, puesto que el artículo 117.5 de la Constitución limita la "militarización jurisdiccional" de los civiles a los casos de proclamación del estado de sitio. Estado de sitio que no se ha proclamado en España.
No sólo lo pienso yo; lo dicen los catedráticos D. Pedro Cruz Villalón y Enrique Alvarez Conde, catedrático de derecho Constitucional de la Universidad Rey Juan Carlos I.
La ilegal aplicación del estado de alarma, es por tanto califica de gravísima y totalmente inconstitucional la militarización de los controladores.
Ayer, La Gaceta dedicaba su portada a cuestionar la legalidad de la medida adoptada por el Gobierno y recoge la opinión de distintos juristas al respecto. Entre ellos están el catedrático de Derecho Procesal Manuel Lozano, quien declara que había que haber decretado el estado de sitio para poder militarizar a los controladores y que lo ha hecho el Gobierno es "una aberración", y el profesor de derecho constitucional de la UNED Carlos Vidal, que advierte que "cuando la Ley habla de calamidad, se refiere a catástrofe natural, no a otra cosa", por lo que el estado de alarma no podía haberse decretado.
El Mundo, por su parte, incluía un extenso y documentado artículo del Catedrático de derecho Penal de la UCM, Enrique Gimbernat, quien incide en lo mismo: en la radical inconstitucionalidad de la militarización de los controladores, puesto que no se ha decretado el estado de sitio. Recuerda Gimbernat que, además de que el artículo 117.5 de la Constitución es muy claro al respecto, existe jurisprudencia del Tribunal Constitucional: concretamente una sentencia del año 1982.
Estamos por tanto ante una clamorosa "patada en la puerta" a la Constitución efectuada el sábado por el Gobierno. Porque nos encontramos ante un golpe institucional sin precedentes en nuestra democracia: la ilegal suspensión de derechos constitucionales por parte de un Gobierno.
Es gravísimo dejar a la discrecionalidad del Gobierno, a través de decretos, determinar cuáles son los servicios esenciales y cuándo esos servicios se han paralizado de manera grave.
Por mucho que sea el mal que hayan hecho los controladores, por muy odiado que sea el colectivo, por mucha censura que merezcan sus acciones... lo que han hecho los controladores es infinitamente menos grave que ese atentado contra las libertades y contra la legalidad que el Gobierno ha perpetrado.
Si se tolera esta aberración, la seguridad jurídica queda sustituida por la arbitrariedad gubernamental.
Negro sobre blanco y muy clarito, Natalia. Y es responsabilidad directa del PP hacer llegar esa realidad a la portada de los periódicos. La oposición no puede responder con tibieza a algo así, por miedo a llevar la contraria a la gente, muy molesta y airada por la maniobra de los controladores.
Los datos que aportas, interesantísimos, son de una gravedad enorme y requieren una respuesta alta y contundente y una denuncia institucional y pública.
Pero, ¿en qué quedará la reacción pepera?
Suscribo cuanto dice en su comentario Natalia Pastor. Los controladores se pasaron unos cuantos pueblos, pero lo del Gobierno es infumable. Pepiño, no se si ahora coronel o general, tenia un problema con los controladores y a sabiendas de que si sacaban el decreto se armaba el lio, decidieron sacarlo para que el público se echara contra los controladores, y vieran en él, en el inepto Pepiño, todo un demiurgo capaz de solucionar todo.
Y con esto creo que la marca España, si no estaba muy valorada, ahora acabó de caer al suelo.
Un abrazo
La jugada de los controladores me parece una salvajada, un sabotaje, no una huelga, y tendrán que pagar las consecuencias. No se puede consentir que unos señores estén continuamente recurriendo al chantaje. Si tienen que ir a la calle que vayan.
Otra cosa es la actuación del Gobierno. Nos está llegando información con cuentagotas. Si Blanco tenía una carta proponiéndole negociar ¿por qué se llegó a esta situación? Nos iremos enterando.
Saludos.
En vuestras opiniones, José Luis, como en la mía, cada vez veo más claro que no hay dudas sobre la intención del Gobierno a la hora de sacar el Decreto cuando lo hizo. Del PP depende que la jugada no les salga tan bien como parece que les está saliendo. Tienen que dar un golpe en la mesa ya. Alejando, por supuesto, esa respuesta de cualquier "comprensión" hacia la acción de los controladores. Centrándose en el manejo que el Gobierno ha hecho de sus armas.
Para cuando nos queramos enterar, Eva, ya será demasiado tarde. Se habrá pasado el problema y habrá dejado de interesar a la opinión pública. Y, por supuesto, en mi opinión, ya lo he dicho, los controladores deben asumir el daño causado, exactamente igual que cualquier otro trabajador de cualquier otro sector en otras ocasiones, si incurren en desmanes de algún tipo.
Los controladores serán lo que sean, pero me parece que alguna razón tienen.
Del que no me fío un pelo es del Gobierno que me parece que esconde una operación mafiosa con la privatización de AENA.
Inisfree. Si el gobierno puede romper un contrato cuando le de la gana, de forma unilateral, y la respuesta a la protesta es un Estado de Alarma estamos en una dictadura se mire como se mire.
El ejemplo es muy bueno, como en el cuento de Alicia. Pepiño es el reyezuelo de la baraja y además se la lleva cruda, te recomiendo que leas opinión Costa Urola.
Un saludo.
Pero, Draco, con su maniobra han conseguido que la gente no se preocupe por si tienen razón o no. Han cargado las armas del Gobierno. La han jorobado, hablando claro.
Y ¿a quién le corresponde denunciar esto, Candela? Todo parece indicar que la actuación del Gobierno es manifiestamente anticonstitucional. ¿Va permitir el PP que se le escape vivo? Tienen que morder y no soltar. Y la prensa tiene que apoyar en este sentido.
Por mi parte creo que hay varios aspectos interesantes en toda esta historia de los controladores y el gobierno y, como no estoy muy inspirado, intentaré exponer mi opinión en una serie de puntos sueltos:
-La campaña realizada desde los medios de comunicación contra los controladores aéreos es, simple y llanamente, vergonzosa e indigna.
-El argumento de que los controladores son unos privilegiados y a partir de ahí cualquier cosa que reclamen es inaceptable desde cualquier punto de vista.
No es admisible que un ministro en comparecencia pública compare el sueldo de los controladores con el suyo propio como ejemplo de privilegio cuando él cobra 20 o 30 veces más que cualquier ciudadano medio (sin contar los millones que, directamente, no cobran nada).
Los banqueros, muchos empresarios, los políticos que se tocan los cojones y acaban en el consejo de administración de cualquier puta empresa de amigos son privilegiados, y jamás he visto reacción tan visceral contra ellos en ningún medio de comunicación ni, desgraciadamente, por parte de la ciudadanía.
Sin ir más lejos, muchos de los afectados por esta "huelga" de los controladores, son privilegiados que pueden permitirse coger un avión o que pueden permitirse ir de vacaciones, cuando otros muchos no podemos.
Incluso inmigrantes que iban a visitar a sus familiares pueden ser considerados privilegiados que aquellos inmigrantes que no pueden permitírselo.
-Los controladores obtenían unos sueldos descomunales en base a las horas extraordinarias que realizaban antes de la anterior reforma de su horario laboral.
-Posteriormente aceptaron aumentar su jornada anual en casi un 40% con una reducción del sueldo considerable (derivada, en gran medida, de la consecuente disminución de horas extraordinarias).
Así y todo, los lumbreras que gobiernan el estado no supieron sumar dos más dos y darse cuenta de que, con todo, la mayoría de controladores habrían cubierto su cupo anual de horas antes de finalizar el año.
Con ello, no hubiera hecho falta siquiera este paro o "huelga" o como se le quiera llamar. Hubiera bastado simplemente con que una vez completadas sus horas, el controlador no hubiera vuelto a su puesto el día siguiente.
Así, nos hubiéramos encontrado con que el día 10 o 12 o el que sea, no habría controladores en ningún aeropuerto porque todos habían terminado con lo estipulado en su convenio.
Y nadie pide la dimisión del ministro, para qué.
-Lo del estado de alarma y la militarización es de mear y no echar gota.
Primero porque hay muchas dudas de que sea constitucional la militarización en el supuesto de "estado de alarma" ya que algunos plantean que sólo es aplicable en el "estado de sitio".
Segundo, porque la propia asocación de militares dice que se basa en una norma que está derogada y que aún no se ha sustituido por una nueva.
Tercero, porque no es más que una cortina de humo en sí misma.
Lo que tenemos aquí es un gobierno que crea un problema y que al día siguiente aparece como el solucionador del mismo.
Seríamos muy ingenuos si pensásemos que no hay personas que estudian todo esto y que todo es fruto de la casualidad.
El gobierno sale reforzado de cara a la gran mayoría de la opinión pública por su "mano dura" contra los "privilegiados" que han puesto en "jaque al estado".
Prendo el fuego y después traigo la manguera y las cámaras.
De la supresión de los 426 euros de ayuda a los desempleados que han agotado sus prestaciones, hop!, nunca más nadie se acordó.
-Que tertulianos, ciudadanos, políticos y demás, hayan reaccionado con tal virulencia en este asunto, mientras el país, el sistema económico, sigue meandonos en la boca, es de poner los pelos como escarpias.
Quisiera ver derramar la misma cantidad de tinta y de saliva, exigiendo la encarcelación de todos y cada uno de los principales causantes de la crisis que ha dado por el culo a decenas de millones de trabajadores.
"El delito de robar un banco no es nada en comparación con el hecho de fundar uno"
-Otro aspecto a tener en cuenta es el hecho de que, en este caso, han sido todos los controladores quienes han secundado el paro.
Me gustaría ver qué podría suceder si otros colectivos fueran capaces de unirse del mismo modo, aún incluso con la amenaza de, nada más y nada menos, que la cárcel.
Resultaría interesante ver a todos los obreros de un sector de punta a punta del estado plantando a sus empresas en defensa de unas condiciones laborales, o a todos los carniceros, o a todos los vendedores de golosinas.
El estado sabe que hay un peligro detrás de todo ello, y la presencia militar en la resolución no ha sido de cara a la galería.
-Se está criticando la capacidad de los controladores de impedir la incorporación nuevos trabajadores (motivado, entiendo, por el interés de ser ellos mismos quienes, en última instancia, tuvieran que realizar horas de más engordando así sus sustanciosas nóminas), pero se deja de lado que los gobiernos no hayan hecho absolutamente nada para impedir esa circunstancia.
No soy experto en legislación, pero estoy convencido de que ún país que es capaz de ilegalizar personas, no debe tener muchos problemas en realizar modificaciones en ese otro sentido.
-Por último, no hay en esto que escribo defensa ninguna de los controladores que, estoy seguro, tienen una gran responsabilidad en todo lo acaecido.
Lo que sí hay es un profundo desprecio por el gobierno y por el sistema que nos gobierna y por unos ciudadanos de mierda, aborregados y manipulados, que somos incapaces de mover un puto dedo para hacer de este mundo algo más decente y no un juguete en manos de algunos hijos de puta parapetados tras lo que llaman "los mercados" (una palabra vacía que apesta a podrido)
Zurigorri, ¡qué bueno tu análisis! Lo podría suscribir yo perfectamente. Debe ser la primera vez que coincidimos en tal medida, de lo que me alegro. El tema es saber hasta qué punto el Gobierno hace las cosas a lo loco, prisionero de su propia ignorancia e indigencia democrática, o, por el contrario, todo esto es una maniobra calculada, que, parece, muy del estilo de Richelieu Rubalcaba.
Y, efectivamente, sin entrar a disculpar a los controladores quienes, como mínimo, son culpables de caer en la trampa como panchitos.
Tal como digo en mi última entrada, pueden y deben prolongar el Estado de Alarma. Y no pararse en los controladores sino continuar por ese camino, militarizando a todo funcionario culpable de haber perjudicado a los ciudadanos. Es el comienzo de una nueva era. Y será ¡gracias a ZP, Rubal y pepiño!¡¡MUY BIEN!!
Al contrario de lo que yo pensaba, son los propios socialistas los que adecentarán el País.
¡¡¡BRAVO por ellos!!!
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