Me visto de reportero Tribulete para informar a los lectores que lo deseen del desarrollo de la Huelga General convocada para arrinconar al Gobierno, jiji, y forzarle a variar su gestión económica, jaja, en orden a preservar los derechos laborales inalienables de todos los españoles, juajua.
A esta hora de la mañana, 12:38, puedo confirmar de, en lo que a mi municipio respecta, el seguimiento de la Huelga es de alrededor del 0 % (cero por ciento). Lamento no ser más preciso, pero he visto un comercio cerrado y mantengo la duda de si es debido a la convocatoria de los Sindicatos o al propio embarazo de la dueña, lo que, últimamente, la hace ausentarse de vez en cuando. Prometo que una vez sepa con seguridad el motivo lo pondré en conocimiento de todos vosotros.
Por otra parte me he mantenido en contacto con personas que trabajan en Polígonos Industriales del resto de la provincia. Me confirman que, si bien a primera hora, inmersos como estaban en el proceso de recibir la información que los probos voluntarios sindicales les estaban brindando, las Empresas no registraban actividad, en estos momentos, y son las 12:42, todas trabajan con normalidad. Supongo que una vez digeridos los muchos datos aportados por los informantes, y tras analizarlos con detenimiento, el conjunto de los trabajadores han optado por seguir a lo suyo, como un día cualquiera.
Confieso que según iba observando y recibiendo noticias, me he obligado a mirar el calendario para asegurarme de que, efectivamente, hoy era 29, el día anunciado. Ya se sabe que, trabajando, entre semana todos los días parecen iguales. Sí, lo es. Día 29, Huelga General.
Pués eso.
No confundir, por favor, la parquedad de esta entrada con ningún tipo de servicio mínimo. Hoy inisfree no hace Huelga.
... Huelga General... jijiji, jejeje, jaaaaajajaja
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miércoles, 29 de septiembre de 2010
domingo, 26 de septiembre de 2010
ETA, COMO SIEMPRE
Están pesados estos matarifes. Debe ser que no saben qué hacer con el tiempo de sobre que tienen mientras no se pongan de nuevo a asesinar. Cada fin de semana, nos repelen con otra dosis de su palabreria insana. Nada de qué preocuparse, si no conociéramos ya, desde hace años, al inquilino de La Moncloa, Zapatero, el vendepatrias y supiéramos, a la fuerza ahorcan, de lo que es capaz para lograr lo que quiere. El hecho de que lo que este elemento quiere no coincide, en absoluto, con lo que España necesita es, para este anémico de la vergüenza, la decencia y la inteligencia, algo totalmente baladí.
¿Y los criminales que han dicho, de nuevo, en esta ocasión? Porque su insistencia en acumular palabras y comunicados sólo se entiende si hay mucho que contar. Pués han dicho que están dispuestos a ir más allá (su eufemismo para expresar el abandono definitivo de los crímenes), "si se dan las condiciones adecuadas".
Esta recua de hijos de mala madre, este hatajo de chorongos con chapela, se creen que la Sociedad española se chupa el dedo. Lo han deducido con sólo ver al Presidente que esa misma Sociedad ha elegido en dos ocasiones. Han pensado "fijaos a quien han votado, ¡dos veces!, muy listos no pueden ser...".
Y con esto, han decidido dar una vuelta de tuerca para lograr lo que siempre han querido. Sus objetivos. Hace décadas que viene siendo lo mismo. Dejaremos las armas cuando se den las condiciones adecuadas, nuestras condiciones. Entonces, era la alternativa KAS, y sus cinco famosos puntos.
La Amnistía era el primero. Hoy se mantiene la misma exigencia, incluso con el respaldo de partidos supuestamente democráticos, que la disfrazan con la palabra "reinserción" de los presos por "motivos políticos". Tan políticos como reventar niños a bombazos, meter balas en la nuca, al más puro estilo comunista, amedrentar a los que no piensan igual, esquilmar a empresarios, como la Mafia que estos asesinos son... Esta exigencia se mantiene, ahora como entonces.
La legalización de los partidos independentistas, que era el segundo punto, tiene ahora, para ellos, una nueva razón de ser, acosados por la Ley de Partidos, que pretende la locura antidemocrática de que nadie que apoye a los terroristas o colabore en sus estrategias pueda obtener representación en Ayuntamientos ni ninguna otra instancia política. También perdura, pués, como hace décadas, esta demanda de la posibilidad de tener su brazo político.
La verdad es que los puntos tercero y cuarto han quedado un poco de lado. Uno era la salida de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado del País Vasco (y Navarra). Ésto ha dejado de ser una exigencia inmediata, para quedar implícita en el desarrollo del escenario futuro al que aspiran.
El otro era la adopción de medidas para mejorar las condiciones de vida de la clase trabajadora. Pués anda que no se han cargado por el camino a pocos trabajadores estos anormales, para lograr, entre otras cosas, esto. Me parece que, de esta exigencia, no queda otra cosa que el autocalificarse de organización socialista. Los trabajadores, ya hace mucho que se la pelan a ETA. Los trabajadores y todo aquel que no sea un vasco de pro, es decir, independentista.
La mejora de las condiciones de vida de los trabajadores... Me parto y me mondo.
Y por último, exigían un Estatuto, pero un Estatuto que fuera, en puridad, la independencia o, al menos, la potestad de poder impulsarla unilateralmente, en el momento que se quiera. Un Estatuto con soberanía nacional, con vascuence como lengua prioritaria, con exigencia del control de las fuerzas armadas que estén en el País Vasco... En definitiva, un Estatuto que suponga una vía rápida hacia el separatismo y para el que, hoy en día, también cuentan con la connivencia de otros partidos, PNV, EA... De hecho, parece un Estatuto muy al estilo "Plan Ibarreche".
Yo me pregunto en dónde está la novedad. ETA sigue exigiendo a cambio de no matar, de no extorsionar, de no secuestrar, de no robar, de no destruir. ETA sigue pidiendo un precio por ello. Y otros como el PNV como EA, no van a desaprovechar la ocasión de rascar algo también.
Lo peor es que ahora, enfrente, tienen a un Gobierno que ha cogido ya práctica en esto de pagar a piratas y terroristas. Eso debe ser como matar. El primero cuesta, pero luego ya es mucho más fácil.
La sociedad tiene que gritar, con todas sus fuerzas, que España es una. Que cualquier decisión sobre uno de sus rincones compete a todos los españoles. Que a un delincuente, un asesino, un secuestrador, hay que tratarle como a tal, persiguiéndole, deteniéndole, vivo si es posible, para hacerle pagar sus crímenes. Que, bajo ningún concepto, se les puede dar nada a cambio de que no te maten, o no te secuestren. Pero ni en España ni en África. En ningún lado.
Que les quede claro que su futuro está tras las rejas. Que su persistencia criminal sólo debe servir para endurecer las penas hasta el punto que ellos merecen, incluida pena capital.
Pero en España manda un tal Zapatero. Y lo va a seguir haciendo otro año y medio gracias a, qué casualidad, compañeros de objetivos políticos de los asesinos. Y yo me temo lo peor.
¿Y los criminales que han dicho, de nuevo, en esta ocasión? Porque su insistencia en acumular palabras y comunicados sólo se entiende si hay mucho que contar. Pués han dicho que están dispuestos a ir más allá (su eufemismo para expresar el abandono definitivo de los crímenes), "si se dan las condiciones adecuadas".
Esta recua de hijos de mala madre, este hatajo de chorongos con chapela, se creen que la Sociedad española se chupa el dedo. Lo han deducido con sólo ver al Presidente que esa misma Sociedad ha elegido en dos ocasiones. Han pensado "fijaos a quien han votado, ¡dos veces!, muy listos no pueden ser...".
Y con esto, han decidido dar una vuelta de tuerca para lograr lo que siempre han querido. Sus objetivos. Hace décadas que viene siendo lo mismo. Dejaremos las armas cuando se den las condiciones adecuadas, nuestras condiciones. Entonces, era la alternativa KAS, y sus cinco famosos puntos.
La Amnistía era el primero. Hoy se mantiene la misma exigencia, incluso con el respaldo de partidos supuestamente democráticos, que la disfrazan con la palabra "reinserción" de los presos por "motivos políticos". Tan políticos como reventar niños a bombazos, meter balas en la nuca, al más puro estilo comunista, amedrentar a los que no piensan igual, esquilmar a empresarios, como la Mafia que estos asesinos son... Esta exigencia se mantiene, ahora como entonces.
La legalización de los partidos independentistas, que era el segundo punto, tiene ahora, para ellos, una nueva razón de ser, acosados por la Ley de Partidos, que pretende la locura antidemocrática de que nadie que apoye a los terroristas o colabore en sus estrategias pueda obtener representación en Ayuntamientos ni ninguna otra instancia política. También perdura, pués, como hace décadas, esta demanda de la posibilidad de tener su brazo político.
La verdad es que los puntos tercero y cuarto han quedado un poco de lado. Uno era la salida de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado del País Vasco (y Navarra). Ésto ha dejado de ser una exigencia inmediata, para quedar implícita en el desarrollo del escenario futuro al que aspiran.
El otro era la adopción de medidas para mejorar las condiciones de vida de la clase trabajadora. Pués anda que no se han cargado por el camino a pocos trabajadores estos anormales, para lograr, entre otras cosas, esto. Me parece que, de esta exigencia, no queda otra cosa que el autocalificarse de organización socialista. Los trabajadores, ya hace mucho que se la pelan a ETA. Los trabajadores y todo aquel que no sea un vasco de pro, es decir, independentista.
La mejora de las condiciones de vida de los trabajadores... Me parto y me mondo.
Y por último, exigían un Estatuto, pero un Estatuto que fuera, en puridad, la independencia o, al menos, la potestad de poder impulsarla unilateralmente, en el momento que se quiera. Un Estatuto con soberanía nacional, con vascuence como lengua prioritaria, con exigencia del control de las fuerzas armadas que estén en el País Vasco... En definitiva, un Estatuto que suponga una vía rápida hacia el separatismo y para el que, hoy en día, también cuentan con la connivencia de otros partidos, PNV, EA... De hecho, parece un Estatuto muy al estilo "Plan Ibarreche".
Yo me pregunto en dónde está la novedad. ETA sigue exigiendo a cambio de no matar, de no extorsionar, de no secuestrar, de no robar, de no destruir. ETA sigue pidiendo un precio por ello. Y otros como el PNV como EA, no van a desaprovechar la ocasión de rascar algo también.
Lo peor es que ahora, enfrente, tienen a un Gobierno que ha cogido ya práctica en esto de pagar a piratas y terroristas. Eso debe ser como matar. El primero cuesta, pero luego ya es mucho más fácil.
La sociedad tiene que gritar, con todas sus fuerzas, que España es una. Que cualquier decisión sobre uno de sus rincones compete a todos los españoles. Que a un delincuente, un asesino, un secuestrador, hay que tratarle como a tal, persiguiéndole, deteniéndole, vivo si es posible, para hacerle pagar sus crímenes. Que, bajo ningún concepto, se les puede dar nada a cambio de que no te maten, o no te secuestren. Pero ni en España ni en África. En ningún lado.
Que les quede claro que su futuro está tras las rejas. Que su persistencia criminal sólo debe servir para endurecer las penas hasta el punto que ellos merecen, incluida pena capital.
Pero en España manda un tal Zapatero. Y lo va a seguir haciendo otro año y medio gracias a, qué casualidad, compañeros de objetivos políticos de los asesinos. Y yo me temo lo peor.
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martes, 21 de septiembre de 2010
LO IMPORTANTE ES LA FOTO
Nuestro insigne Presidente, José Luis Rodríguez Zapatero (lo recuerdo por si aún, después de seis años, alguien no se lo cree), anda estos días por las Naciones Unidas sentando cátedra. Allí se siente alguien. El resto de los mandatarios mundiales le escuchan embelesados. Es tan bueno, tan talantoso, tan dialogante, tan ocurrente...
Allí, este prohombre se encuentra a sus anchas. No es un lugar adecuado para hablar de tonterías mundanas como el paro, no. Allí puede ir y tocar los temas que a él le gustan, los que considera que estan a su egregia altura, los problemas para cuya solución definitiva él ha venido a este mundo.
Y lo mismo está en lo cierto. ¿Por qué no? Todos tenemos cosas que se nos dan mejor y otras con las que no atinamos. José Luis Rodríguez Zapatero podrá ser el Mesías, pero es el Mesías hecho Hombre, y, como tal, tiene sus puntos débiles.
No se le da bien luchar contra el paro. No se le da bien levantar la Economía. No se le da bien mantener la palabra dada ni la promesa hecha. No se le da bien la Historia de España. No se le da bien mantener la Nación que preside cohesionada, igual, unida. No se le da bien lograr acuerdos que beneficien a todos los españoles, en vez de sólo a unos en detrimento de otros. No se le da bien la prosa (sospecha que tampoco el verso, pero sobre eso no estoy en posición de opinar).
Pero estas cosillas, estas pequeñas cuestiones, para él son bagatelas. Son las asignaturas "marías" de su carrera como Presidente.
A él lo que le pone es lograr un póker de éxitos mucho más rotundo. A saber, acabar con el calentamiento global, acabar con el terrorismo (el de casa, para, por el camino, pillar algún voto agradecido), lograr la alianza entre las grandes civilizaciones (la musulmán y esa otra..., si hombre, cuál era...) y acabar con el hambre en el mundo.
Para esto sí, hombre. Para esto ha venido como nuevo Mesías al mundo. Y sobre ello habla, cuando le dejan, en los foros apropiados. Como la ONU. Ah, la ONU, qué gran Organización. Ahí se puede expresar a sus anchas. Ahí le dejan decir lo que le gusta. Total, para lo que sirve...
Luego, los que realmente toman las decisiones que en el mundo cuentan, se reúnen entre ellos y actúan. Lástima que, en estas otras ocasiones, a nuestro admirado y admirable Zapatero, le hagan más bien poco caso. Algo de respeto se ha ganado. Al menos, los oyentes contienen sus ganas de carcajearse al oir las lecciones del ínclito. Pero poco más.
De modo que nuestro hombre se volverá para España orgullosísimo de sí mismo y pergueñando ya, en su mente, el nuevo discurso con el que sentará las bases para un futuro en paz, sin hambre, sin ETA e, incluso, con un poco de fresquete global.
Además, en esta ocasión su exitazo ha sido rotundo. Ha podido reunirse con su adorable vecino, Mohamed, un chaval al que ya hace tiempo cogió mucho cariño y con el que quiere mantener esa amistad. Tan bien le ha ido todo que, incluso, se ha podido sacar una foto con él. Cuando la imprima, se la mandará para que se la dedique. Porque eso era lo importante. La foto. Que todo el mundo vea lo bien que están el uno junto al otro. Que nadie se permita envenenar esta bonita relación con falsedades y malmetimientos (ya, seguro que esta palabra no existe, se me acaba de ocurrir).
Pués mira. En esta ocasión yo estoy de acuerdo. Lo importante es la foto. No podemos por menos que olvidar esta otra instantánea.
¿Os acordáis de ella? ¿Véis? Es cierto. Lo importante es la foto. No tengo ni idea qué hacían ese día reunidos estos dos amigos del alma. Ni tampoco me importa, a fuer de ser sincero. Toda la trascendencia de ese día se redujo a esta foto en la que, ante la complacencia de Zapatero, Marruecos se rió a la puñetera cara de España y los españoles.
Lo importante es la foto, Zapatero. A ver si es verdad. A ver si tú logras poner al monarca marroquí delante de un mapa de España donde aparezcan bien marcadas Ceuta y Melilla. O de un mapa de Marruecos donde no esté incluido el Sahara. A ver si cuela. Esa foto sí sería importante.
Allí, este prohombre se encuentra a sus anchas. No es un lugar adecuado para hablar de tonterías mundanas como el paro, no. Allí puede ir y tocar los temas que a él le gustan, los que considera que estan a su egregia altura, los problemas para cuya solución definitiva él ha venido a este mundo.
Y lo mismo está en lo cierto. ¿Por qué no? Todos tenemos cosas que se nos dan mejor y otras con las que no atinamos. José Luis Rodríguez Zapatero podrá ser el Mesías, pero es el Mesías hecho Hombre, y, como tal, tiene sus puntos débiles.
No se le da bien luchar contra el paro. No se le da bien levantar la Economía. No se le da bien mantener la palabra dada ni la promesa hecha. No se le da bien la Historia de España. No se le da bien mantener la Nación que preside cohesionada, igual, unida. No se le da bien lograr acuerdos que beneficien a todos los españoles, en vez de sólo a unos en detrimento de otros. No se le da bien la prosa (sospecha que tampoco el verso, pero sobre eso no estoy en posición de opinar).
Pero estas cosillas, estas pequeñas cuestiones, para él son bagatelas. Son las asignaturas "marías" de su carrera como Presidente.
A él lo que le pone es lograr un póker de éxitos mucho más rotundo. A saber, acabar con el calentamiento global, acabar con el terrorismo (el de casa, para, por el camino, pillar algún voto agradecido), lograr la alianza entre las grandes civilizaciones (la musulmán y esa otra..., si hombre, cuál era...) y acabar con el hambre en el mundo.
Para esto sí, hombre. Para esto ha venido como nuevo Mesías al mundo. Y sobre ello habla, cuando le dejan, en los foros apropiados. Como la ONU. Ah, la ONU, qué gran Organización. Ahí se puede expresar a sus anchas. Ahí le dejan decir lo que le gusta. Total, para lo que sirve...
Luego, los que realmente toman las decisiones que en el mundo cuentan, se reúnen entre ellos y actúan. Lástima que, en estas otras ocasiones, a nuestro admirado y admirable Zapatero, le hagan más bien poco caso. Algo de respeto se ha ganado. Al menos, los oyentes contienen sus ganas de carcajearse al oir las lecciones del ínclito. Pero poco más.
De modo que nuestro hombre se volverá para España orgullosísimo de sí mismo y pergueñando ya, en su mente, el nuevo discurso con el que sentará las bases para un futuro en paz, sin hambre, sin ETA e, incluso, con un poco de fresquete global.
Además, en esta ocasión su exitazo ha sido rotundo. Ha podido reunirse con su adorable vecino, Mohamed, un chaval al que ya hace tiempo cogió mucho cariño y con el que quiere mantener esa amistad. Tan bien le ha ido todo que, incluso, se ha podido sacar una foto con él. Cuando la imprima, se la mandará para que se la dedique. Porque eso era lo importante. La foto. Que todo el mundo vea lo bien que están el uno junto al otro. Que nadie se permita envenenar esta bonita relación con falsedades y malmetimientos (ya, seguro que esta palabra no existe, se me acaba de ocurrir).
Pués mira. En esta ocasión yo estoy de acuerdo. Lo importante es la foto. No podemos por menos que olvidar esta otra instantánea.
¿Os acordáis de ella? ¿Véis? Es cierto. Lo importante es la foto. No tengo ni idea qué hacían ese día reunidos estos dos amigos del alma. Ni tampoco me importa, a fuer de ser sincero. Toda la trascendencia de ese día se redujo a esta foto en la que, ante la complacencia de Zapatero, Marruecos se rió a la puñetera cara de España y los españoles.
Lo importante es la foto, Zapatero. A ver si es verdad. A ver si tú logras poner al monarca marroquí delante de un mapa de España donde aparezcan bien marcadas Ceuta y Melilla. O de un mapa de Marruecos donde no esté incluido el Sahara. A ver si cuela. Esa foto sí sería importante.
jueves, 16 de septiembre de 2010
NADA NUEVO BAJO EL SOL
Poco me asomo últimamente a este balcón de mis ideas. El haber dispuesto de menos tiempo ha sido parte del problema. Aunque el otro motivo se me antoja más preocupante. Sigo sumido en el desencanto que tituló una anterior entrada de este blog.
Acertar es algo que siempre provoca una cierta dosis de autoestima. A mí, al menos, me la produce. Lograr un diez en la quiniela, que queréis que os diga, me hace ilusión. Si alcanzo el once, ni os cuento. Preparó una celebración que excede con mucho el premio logrado.
Pero hay otros aciertos menos agradables. Como los aciertos políticos.
No es oficial aún, pero parece claro que el acuerdo PSOE-PNV está a punto de caramelo. Y yo recuerdo que ya lo anuncié hace unos meses cuando, teóricamente, los jeltzales despotricaban contra el inquilino de la Moncloa, mientras su amigo catalán, en aquel famoso ejercicio de "responsabilidad", le salvaba el culo con la cacareada abstención en la votación sobre las medidas que el Gobierno proponía contra la crisis.
A mí no me cabía ninguna duda. Los acuerdos no se logran cuando las partes en negociación son firmes en sus convicciones y sus razones, cuando saben que tienen límites que no pueden sobrepasar, lo exija quien lo exija, a cambio de lo que sea.
Si una sólo de las partes está dispuesta a tragar con cualquier cosa, porque el fin prima sobre los medios, y el fin, además, son las Elecciones, no hay ninguna duda de que habrá acuerdo. Si a la mesa están sentados dos partidos capaces de vender como esclavas a sus madres o amatxus por un plato de lentejas, pués poca duda podíamos albergar. Que las lentejas son muy buenas y tienen mucho hierro. Y las madres, al final, son un poco pesadas.
Zapatero necesitaba el acuerdo como el comer, si no quería verse abocado a unas elecciones que le iban a suponer un descalabro histórico. El PNV será ladino, pero no tonto. Esas mismas elecciones le iban a dar la mayoría abosula al PP y les iba a dejar a ellos sin argumentos ni opciones de chantaje político para tres años mínimo. Mucho tiempo.
De modo que el Presidente del Gobierno puso al tajo a su Cardenal Richelieu particular, Alfredo Pérez Rubalcaba, acostumbrado a fajarse en mil y un batallas y con el trasero pelado ya tras tantos años en la Política.
Zapatero ya tiene su acuerdo. Si lo consigue sin perjudicar en exceso a Pachi, pués mejor. Si no, pués mala suerte. No es algo prioritario. Al fin y al cabo, tampoco importa tanto. Sólo es una Comunidad Autónoma. Si, además, lo más seguro es que acabe volviendo a manos nacionalistas más pronto que tarde.
Los nacionalistas, una vez más, han vuelto a sacar tajada de su uno por ciento de votos. Que lo logrado por ellos pueda ser perjudicial o no para el conjunto de los españoles no importa. Que, en este caso, pueda desembocar en la ruptura da la Caja Única de la Seguridad Social, tampoco.
A base de concesiones a los nacionalistas, lo que estamos consiguiendo es aumentar, cada vez más, la desigualdad entre españoles, su división entre regiones de primera y de segunda.
En definitiva, nada nuevo bajo el Sol.
Pero es que ésto es la Democracia. O, al menos, ésto es la Democracia que hemos parido en este País. Está todo pensado para que partidos minoritarias, de nula voluntad conciliadora y nulo interés general, de nulo afán de construir una Nación fuerte e igual, más aún, de inéquivoca vocación rupturista y boicoteadora de todo aquel elemento que pueda significar solidaridad, unión, hermanamiento, igualdad entre españoles, logren sacar adelante sus objetivos egoístas y minoritarios, sin importarles las consecuencias que ello conlleve. Es más, congratulándose de ser más que los demás.
Sólo se puede escapar a esta situación cuando algún partido logra mayoría absoluta, lo que le permite ser más fiel a su ideario y sus principios. Mala cosa, si necesitamos de la mayoría absoluta para que un Sistema funcione como es debido. Es que algo falla.
El problema puede ser la Democracia o el modo en que aquí la aplicamos. No lo sé. Pero que tenemos un problema, y grave, es seguro. Llevamos lustros sucumbiendo a él. Con más fuerza cuando gobierna la izquierda, pero no sólo con ella, no nos engañemos.
Y así, poco a poco, España cada vez va pareciendo menos una Nación, para convertirse en un esperpento político, en un pseudofederalismo de pandereta, en un mindundi mundial que no se respeta a sí misma y, menos, se hace respetar por los demás, de dentro o fuera de nuestras fronteras.
Urge recentralizar. Urge cortar deshacer el camino equivocado que se ha seguido. Pero ésto no va a pasar, ¿verdad? Con lo que esta entrada se queda en eso. Pensamientos, ocurrencias, palabras, expresión de desencanto y nula fé en nuestro futuro.
Acertar es algo que siempre provoca una cierta dosis de autoestima. A mí, al menos, me la produce. Lograr un diez en la quiniela, que queréis que os diga, me hace ilusión. Si alcanzo el once, ni os cuento. Preparó una celebración que excede con mucho el premio logrado.
Pero hay otros aciertos menos agradables. Como los aciertos políticos.
No es oficial aún, pero parece claro que el acuerdo PSOE-PNV está a punto de caramelo. Y yo recuerdo que ya lo anuncié hace unos meses cuando, teóricamente, los jeltzales despotricaban contra el inquilino de la Moncloa, mientras su amigo catalán, en aquel famoso ejercicio de "responsabilidad", le salvaba el culo con la cacareada abstención en la votación sobre las medidas que el Gobierno proponía contra la crisis.
A mí no me cabía ninguna duda. Los acuerdos no se logran cuando las partes en negociación son firmes en sus convicciones y sus razones, cuando saben que tienen límites que no pueden sobrepasar, lo exija quien lo exija, a cambio de lo que sea.
Si una sólo de las partes está dispuesta a tragar con cualquier cosa, porque el fin prima sobre los medios, y el fin, además, son las Elecciones, no hay ninguna duda de que habrá acuerdo. Si a la mesa están sentados dos partidos capaces de vender como esclavas a sus madres o amatxus por un plato de lentejas, pués poca duda podíamos albergar. Que las lentejas son muy buenas y tienen mucho hierro. Y las madres, al final, son un poco pesadas.
Zapatero necesitaba el acuerdo como el comer, si no quería verse abocado a unas elecciones que le iban a suponer un descalabro histórico. El PNV será ladino, pero no tonto. Esas mismas elecciones le iban a dar la mayoría abosula al PP y les iba a dejar a ellos sin argumentos ni opciones de chantaje político para tres años mínimo. Mucho tiempo.
De modo que el Presidente del Gobierno puso al tajo a su Cardenal Richelieu particular, Alfredo Pérez Rubalcaba, acostumbrado a fajarse en mil y un batallas y con el trasero pelado ya tras tantos años en la Política.
Zapatero ya tiene su acuerdo. Si lo consigue sin perjudicar en exceso a Pachi, pués mejor. Si no, pués mala suerte. No es algo prioritario. Al fin y al cabo, tampoco importa tanto. Sólo es una Comunidad Autónoma. Si, además, lo más seguro es que acabe volviendo a manos nacionalistas más pronto que tarde.
Los nacionalistas, una vez más, han vuelto a sacar tajada de su uno por ciento de votos. Que lo logrado por ellos pueda ser perjudicial o no para el conjunto de los españoles no importa. Que, en este caso, pueda desembocar en la ruptura da la Caja Única de la Seguridad Social, tampoco.
A base de concesiones a los nacionalistas, lo que estamos consiguiendo es aumentar, cada vez más, la desigualdad entre españoles, su división entre regiones de primera y de segunda.
En definitiva, nada nuevo bajo el Sol.
Pero es que ésto es la Democracia. O, al menos, ésto es la Democracia que hemos parido en este País. Está todo pensado para que partidos minoritarias, de nula voluntad conciliadora y nulo interés general, de nulo afán de construir una Nación fuerte e igual, más aún, de inéquivoca vocación rupturista y boicoteadora de todo aquel elemento que pueda significar solidaridad, unión, hermanamiento, igualdad entre españoles, logren sacar adelante sus objetivos egoístas y minoritarios, sin importarles las consecuencias que ello conlleve. Es más, congratulándose de ser más que los demás.
Sólo se puede escapar a esta situación cuando algún partido logra mayoría absoluta, lo que le permite ser más fiel a su ideario y sus principios. Mala cosa, si necesitamos de la mayoría absoluta para que un Sistema funcione como es debido. Es que algo falla.
El problema puede ser la Democracia o el modo en que aquí la aplicamos. No lo sé. Pero que tenemos un problema, y grave, es seguro. Llevamos lustros sucumbiendo a él. Con más fuerza cuando gobierna la izquierda, pero no sólo con ella, no nos engañemos.
Y así, poco a poco, España cada vez va pareciendo menos una Nación, para convertirse en un esperpento político, en un pseudofederalismo de pandereta, en un mindundi mundial que no se respeta a sí misma y, menos, se hace respetar por los demás, de dentro o fuera de nuestras fronteras.
Urge recentralizar. Urge cortar deshacer el camino equivocado que se ha seguido. Pero ésto no va a pasar, ¿verdad? Con lo que esta entrada se queda en eso. Pensamientos, ocurrencias, palabras, expresión de desencanto y nula fé en nuestro futuro.
viernes, 10 de septiembre de 2010
DÍA LABORAL
Que no, tranquilos, que no os entretengo mucho. Pués anda que no tengo lío últimamente...
Pero es que, no sé, he sentido algo que no acierto a explicar al ver las imágenes de los cerca de veinte mil sindicalistas reunidos, felices como perdices, para preparar, con ahinco, su huelguita del 29.
Hay que ver, hay que ver la cantidad de personas que, en España, se pueden permitir el lujo de, en día y horario laboral, estar de mitines y charleta por esos mundos de Dios. Yo, realmente, sentí una especie de desazón al ver las imágenes. Algunos, peleamos para mantener nuestros puestos de trabajo, luchamos para llegar a fin de mes, ...
Otros ya no tienen puesto que defender, porque están en el paro. Básicamente, estar en el paro viene a significar no trabajar y cobrar el subsidio o no cobrarlo al haberlo agotado. No confundir con los liberados, por Dios, que trabajar, tampoco trabajan, pero tienen su sueldo y sus turnos y sus vacaciones y sus viajes a manis, mitines y otros festivales.
Pobres, tuvieron que dejar sus muchas tareas, su trabajo acumulándose, para acudir a un acto multitudinario, una demostración de fuerza progresista y sindical en Madrid. Cuando vuelvan a sus oficinas, la que se van a encontrar. Lo que les va a costar ponerse al día.
Todo para conseguir el "efecto contagio" para el día 29. Este efecto consiste en lograr que el mayor número de currantes españoles imiten, durante un día, y a costa de un buen pellizco de su sueldo, a los liberados sindicales. Es fácil, lo único que tienen que hacer es no dar palo al agua esa jornada.
O, como mucho, unirse a esos simpáticos piquetes que recorren las calles y carreteras explicando, con mesura y educación, los motivos de esta Huelga.
Conmigo no contéis. Debo reconocer que nunca he sido muy amigo de Huelgas. Ni justas ni no justas. Yo, ese día, trabajaré, si Dios quiere, como cualquier otro anterior o futuro, si consigo no ir al paro.
Eso no me convierte en ningún valedor de nada de este Gobierno, Dios me libre. Se merecen una y mil Huelgas, u otras acciones que ahora no voy a mencionar. Pero con esta clase sindical, inculta, servil, derrochadora, inepta y garrapatera, al menos yo, no voy ni a heredar.
Pero es que, no sé, he sentido algo que no acierto a explicar al ver las imágenes de los cerca de veinte mil sindicalistas reunidos, felices como perdices, para preparar, con ahinco, su huelguita del 29.
Hay que ver, hay que ver la cantidad de personas que, en España, se pueden permitir el lujo de, en día y horario laboral, estar de mitines y charleta por esos mundos de Dios. Yo, realmente, sentí una especie de desazón al ver las imágenes. Algunos, peleamos para mantener nuestros puestos de trabajo, luchamos para llegar a fin de mes, ...
Otros ya no tienen puesto que defender, porque están en el paro. Básicamente, estar en el paro viene a significar no trabajar y cobrar el subsidio o no cobrarlo al haberlo agotado. No confundir con los liberados, por Dios, que trabajar, tampoco trabajan, pero tienen su sueldo y sus turnos y sus vacaciones y sus viajes a manis, mitines y otros festivales.
Pobres, tuvieron que dejar sus muchas tareas, su trabajo acumulándose, para acudir a un acto multitudinario, una demostración de fuerza progresista y sindical en Madrid. Cuando vuelvan a sus oficinas, la que se van a encontrar. Lo que les va a costar ponerse al día.
Todo para conseguir el "efecto contagio" para el día 29. Este efecto consiste en lograr que el mayor número de currantes españoles imiten, durante un día, y a costa de un buen pellizco de su sueldo, a los liberados sindicales. Es fácil, lo único que tienen que hacer es no dar palo al agua esa jornada.
O, como mucho, unirse a esos simpáticos piquetes que recorren las calles y carreteras explicando, con mesura y educación, los motivos de esta Huelga.
Conmigo no contéis. Debo reconocer que nunca he sido muy amigo de Huelgas. Ni justas ni no justas. Yo, ese día, trabajaré, si Dios quiere, como cualquier otro anterior o futuro, si consigo no ir al paro.
Eso no me convierte en ningún valedor de nada de este Gobierno, Dios me libre. Se merecen una y mil Huelgas, u otras acciones que ahora no voy a mencionar. Pero con esta clase sindical, inculta, servil, derrochadora, inepta y garrapatera, al menos yo, no voy ni a heredar.
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martes, 7 de septiembre de 2010
SIN NOVEDAD EN EL FRENTE, ¿Y EN LA RETAGUARDIA?
¡Sorpresón! Sí, amigos, ¡menudo sorpresón!
ETA (Euskadi, no Euskalherria, Ta Askatasuna) ha vuelto a declarar una tregua. Este fin de semana, aprovechando el reinicio del curso político, rebuznaron un nuevo comunicado. Bueno, nuevo... Se parece mucho a todos los anteriores.
Y, desde luego, no han cogido desprevenido a nadie. Hace ya tiempo que lo sabíamos. Estaba al caer. Era cosa de dejar atrás las vacaciones de verano, que es mala época para estas cosas, y soltar el anzuelo en septiembre. Nadie, absolutamente nadie, dudaba que esta tregua se iba a anunciar más pronto que tarde. Todos los movimientos políticos. Desde ese punto de vista, lo único inesperado ha sido la parquedad de sus "propuestas".
Desde que empezamos a conocer los movimientos de baile entre ETA, a través de su apéndice batasuno, y EA, no nos cupo duda de que había algo detrás. Todo estaba pensado para lograr un efecto y una consecuencia deseada. No es otra que la posibilidad de presentarse a las elecciones con la excusa de la ausencia de violencia. Que EA haya colaborado en la puesta en marcha de este plan es asunto aparte. El hermano pobre del nacionalismo vasco se ha unido a la estrategia etarra. Eso hay que decirlo alto y claro.
La cosa no pasaría a mayores si en Madrid hubiera un Gobierno firme, fuerte y serio. Pero, ¡ay, amigos! No hay nada de eso.
En su lugar, nos encontramos con un Ejecutivo que está contra las cuerdas, que precisa, ineludiblemente, un pacto con el nacionalismo vasco, para evitar unas elecciones anticipadas que, sin asomo de duda, darían la mayoría absoluta a la oposición.
El PNV se ha mostrado tibio ante el comunicado. Pero de puertas adentro, no es difícil suponer que vaya a haber consecuencias en las negociaciones existentes. Tienen la sartén por el mango y lo saben. Aunque no pueden tampoco arriesgarse a tensar mucho la cuerda. A ellos tampoco les interesan las elecciones anticipadas.
Sabemos qué es lo que Zapatero debería hacer. Limitarse a ordenar a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado que mantengan abierta toda la lucha contra los terroristas, que les persigan allá donde estén, por tierra, mar y aire, para ponerlos frente a la Justicia, que es donde deben estar.
Pero Zapatero ya hace mucho que supeditó el interés general de los españoles a sus propios intereses y los de su partido. Llegó a la Moncloa convencido de que iba a ser quien trajera la paz a España. Logró que el Parlamento le permitiera negociar con los etarras si observaba una inequívoca voluntad de dejar las armas. Lo hizo, aún sin constatarlo, como todos sabemos. Es decir, subvirtiendo el espíritu de la autorización parlamentaria.
Ahora, más acogotado que nunca, vuelve a ver la posibilidad de dar un golpe de efecto. La Sociedad es, a veces, muy inocente. Si tiene que tragar algo, bien vendido, como ellos saben, a cambio de la entrega de las armas, lo hará. A las víctimas, que las den. Nunca ha sacado nada bueno de ellas. A la Justicia, que la zurzan. No pretende de ella otra cosa que convertirla en un apéndice propio.
No, todo eso le da igual. Sus obras se ven guiadas por una sóla fijación. Mantener el poder. Conservarlo hasta las próximas elecciones y confiar en que, para entonces, menos sumidos en la crisis y con una cese definitivo de los asesinatos terroristas, se pueda dar la vuelta a la tortilla.
Triste, pero cierto.
ETA, por su parte, sigue más chula que un ocho. Empeñada en sorprender al mundo con su "buena voluntad". En lograr una cierta presión internacional que ayude, aún más, a Zapatero a decidirse y hacer una serie de concesiones. Las necesitan para venderse ante sus propios fans.
Zapatero, a ver, toma tu primera decisión acertada como Presidente. No hagas ni puñetero caso a los asesinos. Olvídate de cantos de sirena y de engañifas. Si tienes que perder las elecciones (y Dios sabe que es así), pués las pierdes. Pero no nos jorobes más. No insultes a las víctimas. No insultes a la Justicia. No insultes a España.
No hay nada que negociar con esta gentuza. La cárcel es su lugar. Que cumplan la condena más próxima a la que merecen. Y digo la más próxima, porque la cadena de muerte o la pena capital que no pocos de ellos deberían recibir, están proscritas en esta España, siempre tan mirada con las necesidades de los delincuentes y no de sus víctimas.
Los etarras, que se metan su comunicado por donde les quepa. No sirve más que para constatar que, como para ser político en España, para ser terrorista tampoco exigen un examen de ingreso mínimamente intelectual. Nos importa una higa las baladronadas que escupan. Su análisis político debe quedar para ser estudiado por los psiquiatras. No nos interesa su vídeo.
O, mejor, sí. Nos podría interesar. Pero podría tener otro contenido. A fuer de animarles al plagio, les sugiero, como posibilidad, que imiten la acción armada del Frente del Pueblo Judáico en la magnífica "La vida de Brian".
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ETA (Euskadi, no Euskalherria, Ta Askatasuna) ha vuelto a declarar una tregua. Este fin de semana, aprovechando el reinicio del curso político, rebuznaron un nuevo comunicado. Bueno, nuevo... Se parece mucho a todos los anteriores.
Y, desde luego, no han cogido desprevenido a nadie. Hace ya tiempo que lo sabíamos. Estaba al caer. Era cosa de dejar atrás las vacaciones de verano, que es mala época para estas cosas, y soltar el anzuelo en septiembre. Nadie, absolutamente nadie, dudaba que esta tregua se iba a anunciar más pronto que tarde. Todos los movimientos políticos. Desde ese punto de vista, lo único inesperado ha sido la parquedad de sus "propuestas".
Desde que empezamos a conocer los movimientos de baile entre ETA, a través de su apéndice batasuno, y EA, no nos cupo duda de que había algo detrás. Todo estaba pensado para lograr un efecto y una consecuencia deseada. No es otra que la posibilidad de presentarse a las elecciones con la excusa de la ausencia de violencia. Que EA haya colaborado en la puesta en marcha de este plan es asunto aparte. El hermano pobre del nacionalismo vasco se ha unido a la estrategia etarra. Eso hay que decirlo alto y claro.
La cosa no pasaría a mayores si en Madrid hubiera un Gobierno firme, fuerte y serio. Pero, ¡ay, amigos! No hay nada de eso.
En su lugar, nos encontramos con un Ejecutivo que está contra las cuerdas, que precisa, ineludiblemente, un pacto con el nacionalismo vasco, para evitar unas elecciones anticipadas que, sin asomo de duda, darían la mayoría absoluta a la oposición.
El PNV se ha mostrado tibio ante el comunicado. Pero de puertas adentro, no es difícil suponer que vaya a haber consecuencias en las negociaciones existentes. Tienen la sartén por el mango y lo saben. Aunque no pueden tampoco arriesgarse a tensar mucho la cuerda. A ellos tampoco les interesan las elecciones anticipadas.
Sabemos qué es lo que Zapatero debería hacer. Limitarse a ordenar a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado que mantengan abierta toda la lucha contra los terroristas, que les persigan allá donde estén, por tierra, mar y aire, para ponerlos frente a la Justicia, que es donde deben estar.
Pero Zapatero ya hace mucho que supeditó el interés general de los españoles a sus propios intereses y los de su partido. Llegó a la Moncloa convencido de que iba a ser quien trajera la paz a España. Logró que el Parlamento le permitiera negociar con los etarras si observaba una inequívoca voluntad de dejar las armas. Lo hizo, aún sin constatarlo, como todos sabemos. Es decir, subvirtiendo el espíritu de la autorización parlamentaria.
Ahora, más acogotado que nunca, vuelve a ver la posibilidad de dar un golpe de efecto. La Sociedad es, a veces, muy inocente. Si tiene que tragar algo, bien vendido, como ellos saben, a cambio de la entrega de las armas, lo hará. A las víctimas, que las den. Nunca ha sacado nada bueno de ellas. A la Justicia, que la zurzan. No pretende de ella otra cosa que convertirla en un apéndice propio.
No, todo eso le da igual. Sus obras se ven guiadas por una sóla fijación. Mantener el poder. Conservarlo hasta las próximas elecciones y confiar en que, para entonces, menos sumidos en la crisis y con una cese definitivo de los asesinatos terroristas, se pueda dar la vuelta a la tortilla.
Triste, pero cierto.
ETA, por su parte, sigue más chula que un ocho. Empeñada en sorprender al mundo con su "buena voluntad". En lograr una cierta presión internacional que ayude, aún más, a Zapatero a decidirse y hacer una serie de concesiones. Las necesitan para venderse ante sus propios fans.
Zapatero, a ver, toma tu primera decisión acertada como Presidente. No hagas ni puñetero caso a los asesinos. Olvídate de cantos de sirena y de engañifas. Si tienes que perder las elecciones (y Dios sabe que es así), pués las pierdes. Pero no nos jorobes más. No insultes a las víctimas. No insultes a la Justicia. No insultes a España.
No hay nada que negociar con esta gentuza. La cárcel es su lugar. Que cumplan la condena más próxima a la que merecen. Y digo la más próxima, porque la cadena de muerte o la pena capital que no pocos de ellos deberían recibir, están proscritas en esta España, siempre tan mirada con las necesidades de los delincuentes y no de sus víctimas.
Los etarras, que se metan su comunicado por donde les quepa. No sirve más que para constatar que, como para ser político en España, para ser terrorista tampoco exigen un examen de ingreso mínimamente intelectual. Nos importa una higa las baladronadas que escupan. Su análisis político debe quedar para ser estudiado por los psiquiatras. No nos interesa su vídeo.
O, mejor, sí. Nos podría interesar. Pero podría tener otro contenido. A fuer de animarles al plagio, les sugiero, como posibilidad, que imiten la acción armada del Frente del Pueblo Judáico en la magnífica "La vida de Brian".
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